3) ¿Qué es la ansiedad? ¿Cómo tratarla?
Aunque la vida está colmada de dificultades, la gente sana se mide con sus problemas y preocupaciones sin verse abrumada por ellos. Cuando una persona comienza a preocuparse demasiado acerca de sus problemas, sean reales o imaginarios, la ansiedad lo domina.
La ansiedad consciente refleja nuestro miedo inconsciente de ser incapaces de medirnos con lo que la vida nos depara. En un nivel más profundo, la ansiedad puede ser causada por la frustración nacida del conflicto innato entre nuestros impulsos mundanos y físicos y nuestras aspiraciones espirituales más elevadas. En adición, la tensión y la presión de la ansiedad en una esfera de vida puede exacerbar los problemas psicológicos en otra esfera. Estos factores hacen de la ansiedad la principal razón por la que la mayor parte de la gente busca la ayuda de la psicoterapia.
¿Qué dice entonces la Cábala sobre la ansiedad? Las enseñanzas de la Cábala, como las enseñanzas del judaísmo en general, están íntimamente ligadas a los matices textuales del texto escrito de la Torá. Toda investigación acerca de la opinión de la Cábala sobre cualquier tema, debe entonces comenzar con un análisis de lo que dice la Torá al respecto.
La ansiedad es mencionada varias veces en la Biblia, pero la instancia primaria es el siguiente versículo del Libro de Proverbios [1]:
La ansiedad en el corazón del hombre lo abate, más la buena palabra lo alegra.
El Libro de los Proverbios fue escrito por el rey Salomón, que según la Biblia fue el más sabio de los hombres [2], particularmente en el campo de la sicología humana. En este versículo podemos esperar, entonces, encontrar la clave del bienestar psicológico y el criterio adecuado para medirse con problemas psicológicos.
Según los sabios del Talmud, el término hebreo que indica «lo abate» tiene dos mensajes adicionales: «lo ignore», «lo articule»[3] . De modo que hay tres regulaciones distintas respecto a la respuesta apropiada a la ansiedad: suprimirla, ignorarla y articularla.
Estas tres instrucciones pueden considerarse representantes de tres técnicas terapéuticas complementarias para medirse con la ansiedad. Si se aplican correctamente, podemos esperar que estas técnicas impidan que la ansiedad se desarrolle en algo más serio o incluso la curen.
Si el triple proceso de sumisión, separación y endulzamiento del Baal Shem Tov es necesario para el crecimiento espiritual en general, es aún más necesario para sobreponerse a la ansiedad, ya que alcanzar y mantener la salud mental es una demanda básica para el crecimiento espiritual. Podemos entonces ver las tres técnicas terapéuticas mencionadas en el versículo de Proverbios como un reflejo de las tres etapas del proceso terapéutico para sobreponerse a la ansiedad. Desde este punto de vista, suprimir, ignorar y articular ansiedad no son procesos que no están relacionados, sino una progresión de técnicas sucesivas.
1-12:25.
2-Reyes 1, 5:10.
3-Leyendo iashjená, «que lo suprima» y iesijená [la’ajerim] «que lo articule [a otros]» (Ioma 75a).
Rabino Itzjak Ginsburgh