Instalación del Programa
Antes de la entrega de la Torah, sin embargo, D-s esperó que la familia de Israel se desarrollara. ¿Por qué tuvo que esperar? Porque la entrega de la Torah es equivalente a la instalación de un programa. Y hasta que un operador, probado y verdadero sea encontrado para manejar la computadora, la instalación no tiene sentido, y de hecho sería muy peligroso para el desarrollo de toda la operación.
Entonces, D-s tomó a Abraham y le dió a Isaac. Después tomó a Isaac y le dió a Jacob. Más adelante probó a Jacob y eventualmente lo encontró merecedor del nombre de Israel. Entonces tomó a la familia de Israel y la convirtió en una nación cuyo único propósito sería producir kidush Hashem.
Ahora, ¿por qué la creación de la familia de Israel, como nación, tuvo que ser oprimida en Egipto, un lugar donde la idolatría, inmoralidad y brutalidad eran tremendas?
La respuesta es que D-s quiere que todo el mundo esté lleno de Su conocimiento, especialmente en las partes más obscuras. Por lo tanto, para preparar una entidad nacional llamada Israel, que fueran los que propagaran kidush Hashem a todas las naciones a través de los años, su información inicial tenía que ser en medio de una nación que se encontrara en las condiciones más bajas que podían existir, una nación que se encontrara sumergida en la obscuridad más profunda de todos los tiempos. Ahí ellos obtendrían el entrenamiento necesario para la verdadera misión de «ser la luz para las naciones» hasta el final de los días.
A Egipto se le llama el «Horno de Hierro» ya que la experiencia Judía ahí sirvió para remover los desechos del hierro; lo cual provocó una quemadura dentro del alma Judía para siempre, una repulsión muy fuerte hacia el estilo de vida de los Egipcios, quienes estaban incomparablemente sumergidos en el materialismo y en la idolatría, en el crimen y en la inmoralidad.
Era como una inyección de antibiótico. Así como el antibiótico es la introducción de la enfermedad dentro del sistema con la intención de crear una resistencia para la enfermedad, así también el exilio en Egipto. El disgusto hacia el materialismo y hacia metas hechas por el hombre, penetró en el alma del Judío para siempre. Aunque el individuo Judío siempre ha tenido libre albedrío para negar o sobreponerse a este disgusto, el carácter nacional de la gente Judía se unificó con el Horno de Hierro del exilio Egipcio.
La experiencia en Egipto, sin embargo, tenía un sólo propósito: preparar al pueblo de Israel para la experiencia en el Monte Sinaí. Ahi recibirían la Torah, la definición de cómo hacer kidush Hashem – las leyes detalladas del comportamiento, actitudes y estilos de vida – que los ayudarían a reflejar a nivel nación, los comportamientos, actitudes y vida de Abraham, quien fue el primero en darse cuenta que el propósito de la vida era dedicarse completamente a alcanzar kidush Hashem.
El pueblo de Israel es una extensión de Abraham. Y la entrega de la Torah, es la siguiente etapa en el plan Divino de la creación, es la instalación del programa en la computadora. Sólo después de que Israel, como nación, fue probado y purificado, se encontró poseedor de todas las cualidades necesarias, se determinó que era ya el tiempo indicado para comenzar la operación. Sólo entonces D-s estaba dispuesto a instalar el programa, la Torah – Su idea detrás de la creación – en la computadora.
El Propósito de los 2000 Años de la Torah
Cuando Abraham tenía 52 años de edad era el año 2000 desde la creación. Durante los siguientes 2000 años que incluyen la madurez de la visión de Abraham hacia la vida, la vida y desarrollo de su familia, el exilio en Egipto, la entrega de la Torah, la entrada a la Tierra Prometida, el Rey David, la construcción del Templo de Salomón y su destrucción, la construcción del Segundo Templo, el florecimiento de la Torah Oral bajo Ezra, la destrucción del Segundo Templo y la escritura de la Torah Oral – un tema es constante: el esparcimiento y la enseñanza de la Torah.
Seguramente hubo altas y bajas. Por ejemplo, las diez tribus que se pervirtieron completamente tuvieron que ser separadas del cuerpo de Israel; el templo fue destruido por causa de deficiencias en la gente. Sin embargo, en general (y definitivamente en comparación con los 2000 años de caos y desolación previos) la Torah y el ideal Divino estaba avanzando a través de estos 2000 años intermedios de Torah.
La cumbre de estos 2000 años fue la era de Shlomo HaMelej, el Rey Salomón. En su tiempo no sólo la nación se convirtió en el centro intelectual y económico del mundo sino la estructura que finalmente sería la casa de la Shejiná, la «Presencia» de D-s, finalmente fue reconocida. El Bet Hamikdash, (el Templo Sagrado – aquella estructura) era considerada una de las maravillas del mundo antiguo. Más que sus maravillas arquitectónicas, cualquier persona podía asistir ahí para ver y sentir la presencia de D-s. Ya sea que fueran los diez milagros diarios, los sonidos de los cantos de los Levitas, o la presencia de profetas y profetisas, (así como otros tipos de gente santa, tanto preparada como simple), el Bet Hamikdash era un lugar donde D-s se hacía palpable. Alabanzas y asombro de Su Nombre Santo venían fácilmente a los labios de cualquiera que asistía a este lugar. Era verdaderamente el fruto del kidush Hashem ideal.
Aún así, durante los 2000 años de Torah, un ingrediente muy importante faltaba para llenar el propósito de la creación. Abraham había descubierto a D-s y había hecho kidush Hashem en la completa ausencia de la presencia de D-s. Creció en un mundo que se dedicaba a crear un nombre para sí mismo donde no había espacio para D-s. Cuando Abraham encontró a D-s y dedicó todas sus fuerzas para propagar y santificar Su nombre, lo hizo en un vacío espiritual. En la mayor parte de estos 2000 años de Torah, que tuvieron como clímax el Bet Hamikdash de Shlomo HaMelej, el kidush Hashem generado por la propagación de la Torah no llegó en un vacío espiritual. D-s le dió al pueblo Judío una tierra, una entidad nacional; El hizo milagros y relató Su deseo a Sus profetas. El éxito de kidush Hashem se debió, en parte, al esfuerzo del pueblo de Israel, pues D-s abiertamente les ayudó en sus esfuerzos.
Entonces, con el cierre de los 2000 años de Torah, comenzaron los 2000 años del tiempo del Meshiaj. Serán tiempos de obscuridad, persecusión, exilio y un aparente abandono de D-s hacia el pueblo Judío. Sin embargo, el caos en este período de 2000 años, los cuales estamos viviendo, tendrán un propósito – y tienen un propósito. Es la etapa final del proceso de llenar a todo el mundo con el conocimiento de D-s. Es la etapa donde la esencia de kidush Hashem está casi exclusivamente, por así decirlo, en manos del hombre.
La presencia de D-s es subjetiva, obscura. Existe un vacío espiritual. Sin embargo, este mismo vacío es el que nos da la oportunidad de completar el propósito de la creación de una manera en la que aún aquellos que vivieron en los gloriosos días del Bet Hamikdash, no tuvieron el privilegio de tener. Tenemos la habilidad de ser como Abraham y declarar la presencia de D-s en un mundo donde Su presencia está muy oculta.
Esta es la dinámica que opera detrás del sufrimiento del pueblo Judío. El sufrimiento es obscuridad; es un hecho en la existencia del hombre que contradice la existencia de D-s. El pueblo de Israel ha sido enviado para la misión de hacer kidush Hashem en donde El es negado, en el lugar donde reine esta obscuridad.
Israel sufre más que cualquier otra nación o gente, ya que nuestra misión es entrar a la obscuridad de jilul Hashem y convertirla en una luz brillante de kidush Hashem. Y entre más lo hagamos, más significativo se vuelve el objetivo de llenar al mundo con el conocimiento de D-s.
Esta prueba de los 2000 años del Meshiaj es como la etapa posterior a la de la selección y entrenamiento del operador de la computadora. Y aún después de que el programa ha sido instalado, llega un momento en que el programador principal tiene que dejar a su empleado/socio llevar a cabo la operación por si solo sin ninguna ayuda externa, aunque él secretamente observa para asegurarse que no suceda ningún desastre. Sin embargo, deja la mayor parte del trabajo al operador y permite que cometa errores y que pague por ellos.
El mundo en el que vivimos, aún con su avance tecnológico y científico, es en realidad un lugar cubierto de obscuridad. La obscuridad es la ausencia del conocimiento de D-s. Más aún, entre más obscuro y hueco sea un lugar, más brillante es la luz cuando se introduce kidush Hashem. Este entendimiento es la llave de la supervivencia y de la lucha en estos 2000 años del tiempo del Meshiaj, (que su luz sea pronto revelada).
Éste no es el tema principal de esta conferencia pero para poder construir el fundamento necesario para apreciar completamente la plática sobre el tiempo Mesiánico, el tiempo en el que vivimos, es importante regresar al tema de esta conferencia: entender el propósito de la vida y utilizarlo para convertir nuestras vidas en vidas provechosas, vitales y ultimadamente Judías.