Vaishlaj (1)
PARASHAT VAISHLAJ – SECCIÓN VAISHLAJ
4 Iaacov (Jacob) envió mensajeros delante de él a su hermano Esav (Esaú), a la tierra de Seir, el campo de Edom.
5 Y les ordenó, diciendo: «Así diréis: “A mi señor, a Esav (Esaú), así dijo tu sirviente Iaacov (Jacob): he habitado junto a Labán y he permanecido allí hasta ahora.
6 Poseo buey y asno, oveja, sirviente y sirvienta, y envío a decirle esto a mi señor para hallar gracia en tus ojos”».
7 Los mensajeros regresaron a Iaacov (Jacob), diciendo: «Fuimos con tu hermano, con Esav (Esaú); también viene en tu dirección con cuatrocientos hombres».
8 Iaacov (Jacob) temió mucho y esto lo alarmó. Dividió en dos campamentos a la gente que se hallaba con él y a las ovejas, al ganado vacuno y a los camellos.
9 Pues dijo: «Si Esav (Esaú) viene a un campamento y lo ataca, el otro campamento podrá sobrevivir».
10 Iaacov (Jacob) dijo: «Dios de mi padre Abraham y Dios de mi padre Itzjak (Isaac); El Eterno Quien me dijo “Regresa a tu tierra y a tu lugar de nacimiento y Yo haré bondad contigo”:
11 me he empequeñecido ante tantas bondades y ante toda la verdad que Tú has hecho por Tu sirviente; pues con mi vara crucé este Jordán y ahora me he transformado en dos campamentos.
12 Por favor, sálvame de la mano de mi hermano, de la mano de Esav (Esaú), pues temo que venga y nos ataque a madres e hijos.
13 Y Tú dijiste: “Ciertamente haré bondad contigo y haré que tu descendencia sea como la arena del mar, que es demasiado numerosa para ser contada”».
14 Allí pasó la noche, y de lo que había llegado a sus manos, tomó un tributo para su hermano Esav (Esaú): 15 doscientas cabras y veinte chivos; doscientas ovejas y veinte carneros;
16 treinta camellas amamantando con sus crías; cuarenta vacas y diez toros; veinte asnas y diez asnos. 17 Puso a cargo de sus sirvientes cada hato por separado y dijo a sus sirvientes: «Pasad adelante de mí y dejad un espacio entre hato y hato».
18 Al primero le ordenó, diciendo: «Cuando mi hermano Esav (Esaú) te encuentre y te interrogue, diciendo “¿De quién eres tú, hacia dónde vas y de quién son éstos que hay delante de ti?”,
19 dirás: «De tu siervo, de Iaacov (Jacob). Es un tributo que envía a mi señor Esav (Esaú), y he aquí que él mismo viene tras nosotros”».
20 Del mismo modo ordenó al segundo y al tercero, así como a todos los que seguían a los rebaños, diciendo: «De este modo hablaréis con Esav (Esaú) cuando lo encontréis.
21 Y diréis “Además, he aquí que tu sirviente Iaacov (Jacob) viene tras nosotros”». Pues dijo: «Lo apaciguaré con el tributo que me antecede y luego observaré su rostro; tal vez me perdone».
22 Y el tributo pasó antes que él, mientras él pasaba la noche en el campamento.
23 Esa noche se levantó y tomó a sus dos mujeres, sus dos sirvientas y sus once hijos, y cruzó el vado de Iabok.
24 Y cuando los tomó y les hizo cruzar la corriente, envió del otro lado todas sus posesiones.
25 Iaacov (Jacob) se quedó solo y un hombre luchó con él hasta el amanecer.
26 Cuando el hombre vio que no podría vencerlo, tocó la coyuntura superior del muslo; de modo que Iaacov (Jacob) se dislocó la cadera en su forcejeo con el hombre.
27 Entonces éste dijo: «Déjame ir, pues ya ha amanecido».
Y él, Iaacov, dijo: «No te enviaré a menos que me bendigas».
28 Y le dijo el hombre: «¿Cuál es tu nombre?».
Él dijo: «Iaacov (Jacob)».
29 Él dijo: «Ya no se dirá que tu nombre es Iaacov (Jacob), sino Israel, pues has luchado con Dios y con hombres, y has vencido».
30 Iaacov (Jacob) preguntó: «Dime, por favor, cuál es tu nombre».
Y él dijo: «¿Por qué me preguntas mi nombre?». Y lo bendijo allí.
31 Iaacov (Jacob) llamó a aquel lugar Peniel «Pues he visto a un ángel de Dios cara a cara –panim el panim-, y aun así mi alma se ha salvado».
32 El sol salió para él mientras atravesaba Penuel, y él rengueaba de su muslo.
33 Por eso los Hijos de Israel no deben comer el tendón dislocado de la articulación de la cadera –guid hanashé– hasta el día de hoy, pues él golpeó a Iaacov (Jacob) en la articulación de la cadera, en el tendón dislocado.
33
1 Iaacov (Jacob) alzó sus ojos y vio que llegaba Esav (Esaú), y con él, cuatrocientos hombres, de modo que dividió a los hijos entre Lea, Rajel (Raquel), y las dos sirvientas.
2 Colocó primero a las sirvientas y a sus hijos, luego a Lea y sus hijos, y por último a Rajel (Raquel) y Iosef (José).
3 Luego él mismo fue adelante de ellos y se postró sobre la tierra siete veces, hasta que llegó donde su hermano.
4 Esav (Esaú) corrió hacia él, lo abrazó, cayó sobre su cuello y lo besó; y lloraron.
5 Él, Esaú, alzó sus ojos y vio a las mujeres y los niños, y preguntó: «¿Qué son ellos de ti?».
Él, Jacob, respondió: «Los hijos que Dios generosamente dio a tu sirviente».
6 Llegaron las sirvientas, ellas y sus hijos, y se postraron.
7 También llegó Lea con sus hijos y se postraron; y luego llegaron Iosef (José) y Rajel (Raquel) y se postraron.
8 Y él preguntó: «¿Qué es para ti todo este campamento que he encontrado?».
Le dijo: «Para hallar gracia en los ojos de mi señor».
9 Dijo Esav (Esaú): «Mucho poseo. Hermano mío, que lo que es tuyo permanezca en tu posesión».
10 Mas Iaacov (Jacob) dijo: «¡No! ¡Te lo ruego! Si he hallado gracia en tus ojos, toma de mi mano este tributo, por cuanto he visto tu rostro, que es como ver el rostro de un ser Divino, y tú me quisiste. 11 Por favor toma el regalo que te he traído, puesto que Dios ha sido generoso conmigo y puesto que poseo todo». Lo instó y él lo tomó.
12 Y él, Esaú, dijo: «Viajemos, andemos, y yo iré contigo».
13 Pero él, Jacob, dijo: «Mi señor sabe que los niños son delicados, y traigo conmigo crías de ovejas y ganado vacuno; si se los apresura un solo día, todos los rebaños han de morir.
14 Que mi señor, por favor, vaya delante de su sirviente; yo iré despacio, al ritmo de la labor de transportar la manada, y del ritmo de los niños, hasta que alcance a mi señor en Seir».
15 Dijo Esav (Esaú): «Déjame asignarte algunas de las personas que están conmigo».
Y él dijo: «¿Con qué fin? Tan sólo quiero hallar gracia en los ojos de mi señor».
16 Esav (Esaú) retomó aquel día su trayecto a Seir.
17 Mas Iaacov (Jacob) se dirigió a Sucot y se construyó una casa para sí mismo, y para su ganado hizo cabañas –sukot-; por eso llamó al lugar Sucot.
18 Iaacov (Jacob) llegó íntegro a la ciudad de Shejem, que está situada en la tierra de Canaán, viniendo de Padán Aram, y acampó frente a la ciudad.
19 Compró a los hijos de Jamor, padre de Shejem, a un precio de cien kesitas, la parcela de tierra sobre la cual estableció su tienda.
20 Allí erigió un altar y lo denominó: «Dios, el Dios de Israel».
34
1 Dina, hija de Lea, quien la tuvo de Iaacov (Jacob), salió a mirar a las hijas del lugar.
2 Shejem, hijo de Jamor el jiveo, príncipe de la región, la vio; la tomó, se acostó con ella y la vejó. 3 Y su alma se apegó a Dina, hija de Iaacov (Jacob); él amó a la joven y le habló a su corazón.
4 Shejem habló con Jamor, su padre, diciendo: «Tómame esta niña por mujer».
5 Iaacov (Jacob) oyó que él había impurificado a su hija Dina, mientras sus hijos se hallaban con su ganado en el campo; Iaacov (Jacob) guardó silencio hasta que llegaron.
6 Jamor, padre de Shejem, fue a Iaacov (Jacob) a hablar con él.
7 Los hijos de Iaacov (Jacob) llegaron del campo al enterarse; los hombres estaban tristes y llenos de indignación, pues se había cometido un ultraje en Israel al yacer con una hija de Iaacov (Jacob), cosa que no debía hacerse.
8 Jamor habló con ellos, diciendo: «Shejem, mi hijo, desea a vuestra hermana, por favor dádsela por mujer.
9 Y casaos con nosotros; dadnos vuestras hijas y tomad nuestras hijas para vosotros.
10 Y entre nosotros os asentareis; la tierra estará frente a vosotros: asentaos y comerciad en ella, y adquirid en ella propiedades».
11 Entonces Shejem le dijo al padre de ella y a sus hermanos: «Permitidme ganar gracia ante vuestros ojos; y todo lo que me digáis, os daré.
12 Cargad sobre mí una dote inmensa y regalos, y os daré cualquier cosa que me pidáis; solamente dadme a la joven por mujer».
13 Los hijos de Iaacov (Jacob) le respondieron a Shejem y a su padre Jamor con astucia y hablaron, pues él había impurificado a su hermana Dina.
14 Les dijeron: «No podemos hacer tal cosa, dar nuestra hermana a un hombre incircunciso, pues eso sería para nosotros una deshonra.
15 Únicamente con esto consentiremos a vuestra propuesta: si vosotros os volvéis como nosotros, haciendo circuncidar a todo varón de entre vosotros.
16 Os daremos nuestras hijas y tomaremos vuestras hijas para nosotros; nos asentaremos junto a vosotros y nos transformaremos en un solo pueblo.
17 Pero si no nos hacéis caso y no os circuncidáis, tomaremos a nuestra hija y nos iremos».
18 Sus palabras parecieron buenas a Jamor y a Shejem, hijo de Jamor.
19 El joven no se demoró en hacer lo dicho, pues deseaba a la hija de Iaacov (Jacob). Él era el más honorable de toda la casa de su padre.
20 Jamor, y su hijo Shejem, llegaron a la puerta de su ciudad y hablaron a la gente de su ciudad, diciendo:
21 «Estos hombres son pacíficos con nosotros; que se establezcan en nuestra tierra y comercien en ella, pues hay amplio espacio en la tierra para ellos. Tomemos nosotros a sus hijas por mujeres, y démosles nuestras hijas a ellos.
22 Únicamente con esto el pueblo aceptará habitar junto a nosotros, transformándose en un mismo pueblo: si todos nuestros varones se circuncidan como ellos mismos se circuncidan.
23 Su ganado, sus posesiones y todos sus animales ¿acaso no serán nuestros? Sólo debemos consentir a eso y ellos habitarán con nosotros».
24 Toda la gente que salía de la puerta de su ciudad escuchó a Jamor y a su hijo Shejem, y todos los varones, todos los que salían de la puerta de su ciudad, se circuncidaron.
25 Y sucedió que al tercer día, cuando sentían más dolor, dos de los hijos de Iaacov (Jacob), Shimón (Simeón) y Levi, hermanos de Dina, tomó cada uno su espada y llegaron confiados a la ciudad, y mataron a todos los varones.
26 Y a Jamor y a su hijo Shejem los mataron a punta de espada. Tomaron a Dina de la casa de Shejem, y se fueron.
27 Los hijos de Iaacov (Jacob) llegaron al sitio de los muertos y saquearon la ciudad que había impurificado a su hermana.
28 Sus ovejas, su ganado vacuno, sus asnos, todo lo que había en la ciudad y todo lo que había en el campo, lo tomaron.
29 Toda su riqueza y todos sus hijos y mujeres tomaron cautivos y saquearon, así como todo lo que había en la casa.
30 Díjoles Iaacov (Jacob) a Shimón (Simeón) y Levi: «Me habéis turbado, haciéndome despreciable entre los habitantes de la tierra, entre los cananeos y entre los perizeos; yo soy poco en número y si ellos se unieran y me atacaran, seré aniquilado, yo y mi familia».
31 Y ellos dijeron: «¿Acaso ha de hacer a nuestra hermana como a una mujer de nadie?».