Miedo y Preocupacion (Segunda entrega)
Pensamiento Negativo
Un pensador negativo que se enfoca en el pasado es probable que sufra de culpa, remordimiento y resentimiento. Un pensador negativo que se enfoca en el futuro es probable que sufra de preocupación, paz, miedo y predicciones pesimistas. Un pensador negativo que se enfoca en el presente encontrará constantemente muchas cosas acerca del presente que no le gustan.
El pensador negativo promedio va a experimentar mucha angustia. Un pensador negativo creativo va a ser capaz de encontrar angustia intensa en las tres zonas del tiempo, más allá de la percepción de la persona promedio.
El primer paso para sobreponerse al pensamiento negativo es estar consciente que tú escoges tus pensamientos. Un pensador negativo debería preguntarse a sí mismo, «¿Realmente quiero desperdiciar mi vida pensando en esta manera tan contraproducente?»
La consciencia de que tanta infelicidad es autoinducida puede conducir a la determinación de hacer todo lo posible para volverse un pensador más positivo. Un campeón olímpico practica diariamente durante horas por años. A veces puede sentir dolor por sus ejercicios agotadores. ¿Qué lo motiva? Es la imagen del objetivo por el cual está luchando. Así también, un campeón en pensamiento positivo va a vivir una vida de felicidad. Aun los momentos dolorosos van a ser percibidos como caminos enriquecedores de la vida.
Las personas dedican muchas horas cada día en hacer cosas para ganar dinero, para ahora y para el futuro. Muchos pasan años en la escuela para obtener empleos mejor pagados. Leen libros y aprenden nuevas habilidades. Van diario a oficinas y fábricas. Algunos incluso arriesgan su salud y su vida. ¿Por qué? Porque la calidad de vida de una persona se mejora cuando tiene más dinero del que es absolutamente necesario para existir. Cualquiera que gaste aunque sea una fracción de este tiempo para dominar cualquier forma de pensar enriquecedora de la vida, seguramente va a tener éxito.
Pasa algo de tu tiempo diario enfocándote en lo que aprecias y por lo que estás agradecido. Pasa algún tiempo diariamente practicando el arte de reajustarse: encontrando los aspectos positivos de una situación y enfocándote en cómo puedes ganar y desarrollarte a ti mismo dentro de todas las circunstancias.
Pasa tiempo con pensadores positivos a quienes tú respetas. Lee libros y escucha cintas que fomenten actitudes y evaluaciones positivas.
Cualquiera que esté atrapado y aprisionado en pensamientos negativos va a sufrir tanto como cualquier prisionero. ¿Alguna vez has visto el éxtasis y la euforia de las escenas de liberación y victoria? Ésta va a ser tu felicidad cuando domines los patrones de pensamiento que te liberan.
Problemas
No siempre puedes eliminar los problemas, pero puedes aprender a eliminar la paz que te crean. Aumentas las dificultades técnicas de tus problemas cuando te dices a ti mismo qué terrible es la situación. Cuando aceptas una situación a pesar de que no es lo que a ti te hubiera gustado, la severidad del problema va a disminuir grandemente. Aclara qué es lo peor que podría pasar; luego acéptalo. Esto te va a liberar de preocupaciones.
Piensa en términos de soluciones. Ante todo, pregúntate a ti mismo, «¿Qué hay de positivo en la situación? ¿En qué formas puedo crecer de ella?» Luego pregúntate, «En qué solución puedo pensar?»
Haz lluvia de ideas. Escribe una lista de soluciones posibles en las que puedes pensar, aunque las ideas al principio puedan sonar ridículas. Una idea conduce a otra, aun cuando la primera idea que escribiste no haya sido del todo práctica, puede conducir a otra idea que resuelva el problema.
Si no puedes pensar en una solución, encuentra a alguien que pueda ser capaz de sugerirte una solución. También puedes encontrar beneficioso imaginar que tú eres una persona específica que sabes o que ha escuchado de alguien que tiene gran talento para pensar soluciones: «¿que sugeriría?»
Muerte
Vivimos nuestra vida desde este momento hasta que morimos. La pregunta es qué haremos durante este tiempo precioso. Dándote cuenta qué tan valioso es realmente cada momento de la vida, enriquece y realza la duración de tu vida. Esta conciencia te motivará a hacer tu vida más significativa.
La conciencia de la inevitabilidad de la muerte no necesita causarte tristeza. Más bien, puede ayudarnos a eliminar las preocupaciones comunes acerca de los aspectos menos importantes de la vida. Muchas preocupaciones son sobre asuntos que no tienen valor duradero. Cuando te sobrepones a la preocupación, tu mente estará libre para pensar en los objetivos fundamentales de la vida.
Un hombre sabio dijo, «La mejor manera de ganar una perspectiva apropiada de la vida es visitando un cementerio». Permite que la contemplación de la muerte te dé una mayor apreciación de la vida. Esto va a refinar tu sentido de proporción.
¿A qué dedicarías tu vida si tuvieras otra oportunidad? ¿En qué formas te mejorarías a ti mismo? Usa este conocimiento para enriquecer tu vida ahora.
La lección más grande que mi padre me enseñó fue cuando me dijo antes de morir por cáncer, «Tenemos una obligación de hacer todo lo posible por vivir tanto como podamos, pero yo estoy listo para morir tan pronto como el Creador me quiera». Cuando vives de acuerdo con la voluntad del Creador, puedes alcanzar el nivel espiritual en el cual morir es otra expresión de hacer Su voluntad.
En su lecho de muerte, Rabí Meir Shapiro (1887-1934) rector de la Yeshivá de Lublin, hizo que sus estudiantes cantaran y bailaran. «Todo lo que hacemos debe ser con alegría», les dijo a ellos.
¿Qué mensaje te gustaría darle a otros en tu lecho de muerte?
Preocupación
Preocuparse puede ser una fuente importante de dolor en la vida de alguien. Como una persona aprensiva dijo, «Mi vida ha estado llena de tragedias que nunca sucedieron». Cuando alguien se preocupa va a sufrir aunque las cosas funcionen perfectamente bien. La vida de un aprensivo extremo puede ser una tortura. Aun las preocupaciones menores impiden el pensamiento claro y causan infortunio y angustia. Independientemente de cuán buena fortuna tenga uno en su vida, no la va apreciar si la preocupación está en el primer plano de sus pensamientos.
Algunas personas aprensivas creen que la preocupación es parte de su naturaleza y que es imposible librarse de ella. La realidad es que la preocupación es un hábito aprendido. He conocido a muchas personas que fueron aprensivas compulsivas durante muchos años. Aquéllos que consistentemente trabajaron sobre su patrón de pensamiento se sobrepusieron de gran manera a su tendencia a preocuparse. Así también lo puedes hacer tú. Como un ex-aprensivo me dijo, «No me había dado cuenta que podía experimentar tanta dicha en mi vida hasta que me dejé de preocupar».
Cuando sabes que puedes lidiar con el presente, nunca vas a tener que preocuparte por el futuro. El futuro realmente no existe. Finalmente se va a convertir en presente y ya que sabes lidiar con el presente, no hay nada de qué preocuparse.
Analizando tus preocupaciones, te vas a volver consciente que toda preocupación es inútil. La preocupación cae en dos categorías: preocuparse acerca de las cosas que no se pueden cambiar y preocuparse por las cosas que sí se pueden cambiar. En relación con las cosas que no se pueden cambiar, cientos de horas de preocupación no van hacer ni una pizca de diferencia. Te causas dolor adicional añadiendo los efectos desagradables de la preocupación. Si puedes hacer algo para cambiar la situación, toma una acción para protegerte e impedir una pérdida. No desperdicies tus momentos presentes preocupándote.
Preocuparse es escoger de entre todos los pensamientos posibles (millones de ellos), solamente aquéllos pocos que están relacionados con una desgracia potencial o un problema. Siempre tienes la elección de tener pensamientos positivos. Una vez que aceptas tus preocupaciones como resultado de escoger pensamientos específicos, vas a ser capaz de hacer un esfuerzo consciente para evitar pensamientos que te causen dolor innecesario y escoger pensamientos más positivos.
La experiencia es un antídoto para la preocupación. Haz una lista de cosas que te hayan preocupado en el pasado. Ve cuántas de esas cosas negativas cambiaron a mejor de lo que tú creías. También nota cuántas situaciones sí cambiaron como temías, pero fuiste capaz de enfrentarte a ellas de todos modos. Al estar consciente qué tan frecuentemente tus preocupaciones son por nada, vas a eliminar una gran cantidad de preocupación innecesaria.
Cuando estés preocupado, pon por escrito de qué estás preocupado exactamente. ¿Qué es lo peor que podría pasar? Luego escribe las opciones que tienes para enfrentarte al peor escenario. En forma creativa piensa en algunos planes.
Discute la situación con amigos cercanos. A veces, otras personas van a ser capaces de darte sugerencias prácticas que tú mismo no habías pensado. Aun si la otra persona no puede pensar en una solución, con frecuencia, el sólo compartir la carga con alguien la puede aligerar.
Date cuenta que tú escoges tus pensamientos. Siempre escoge en qué te vas a enfocar y cómo vas a evaluar las cosas. Utiliza cada experiencia que te preocupa como un desafío que te va a entrenar a pensar en una forma que enriquezca tu vida. Mientras más enfoques tu mente en alegría, esperanza, humor y valor, más feliz será tu vida.
¿Qué es lo que realmente te está molestando?
A veces una persona expresa una queja o una objeción específica, pero tú tienes el sentimiento de que otra cosa es el problemas real. Podrías preguntar, «¿Qué te está molestando realmente?» Esto generalmente permite que la otra persona comparta sus preocupaciones reales contigo y una vez que hayan sido expresadas abiertamente pueden ser manejadas más efectivamente.
Podría ser beneficioso para ti hacerte esta pregunta cuando tienes cierto sentimiento que algo no es precisamente correcto. Pregúntate, «¿Qué es lo que me está molestando?»
Evitando
Cada persona evita hacer muchas cosas que enriquecerían su vida. Temores que frecuentemente son vagos e indefinidos, pueden impedirle a una persona tomar acciones productivas. Muchos de los miedos que crean inmovilización están basados en un sentimiento potencial exagerado de peligro o pérdida.
Mientras mayor sea tu habilidad para entrar a voluntad en un estado de confianza y audacia, más fácilmente será para ti sobreponerte a los miedos que causan inmovilización. Siente alegría cada vez que haces algo que evitabas en el pasado.
Piensa en algo que evitas hacer. ¿De qué exactamente tienes temor? Piensa en qué te puede ayudar a sobreponerte al miedo. Visualízate mentalmente teniendo el valor de hacer lo que habías evitado hasta ahora. Siente incrementar tu sentido de confianza interna y valor. Intensifica tu voluntad y toma acciones. Cuando realmente hagas lo que en el pasado habías evitado, siente un sentido de victoria y realización.
Zelig Pliskin