Analizándose
Paz y Armonia
Sobre la Paz
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La Paz (Primera entrega)

1. La paz espiritual es uno de los mayores placeres que puede experimentar una persona. Por el contrario, la falta de ese atributo puede convertir la vida de esa persona en una constante tortura. (Rabino Simja Zissel de Kelm; Jojmah Umussar, Vol. 1, Pág. 255).

2. La persona que haya alcanzado la paz del espíritu lo habrá conseguido todo. Para obtener ese don necesitas estar en paz con la gente que te rodea y contigo mismo; tanto en lo que respecta a tus emociones como a tus deseos; necesitas además, estar en paz con tu Creador (Alai Shur, Pág. 195).
Todas las posesiones y placeres del mundo serán solamente valiosos si van acompañadas de paz espiritual; aquella persona que disponga de cuantiosas riquezas y pueda gratificar todos sus deseos, ha de sufrir no obstante, si carece de la paz del espíritu. Por regla general, los sedientos del poder y los buscadores de status adolecen de la obvia falta de ese conocimiento. ¿Por qué entonces esforzarte en obtener poder y status cuando tienes la capacidad de emplear tus energías para alcanzar algo mucho más preciado? Una pacífica actitud mental y la serenidad del alma son los factores más importantes para alcanzar la felicidad. Se relata que cuando un antiguo emperador estaba por zarpar a Italia, un consejero le preguntó cuáles eran sus principales planes: «Conquistar Roma», fue la respuesta del emperador y el diálogo prosiguió así: «¿Qué vendrá después?» preguntó el consejero, «Conquistar Cartago, Macedonia y Grecia», respondió el emperador, «Luego que hayas efectuado todas esas conquistas ¿cuáles habrán de ser tus planes? Volvió a inquirir el consejero, a lo que el emperador replicó: «En ese momento podría pasar mi vida en paz y disfrutando de comodidades». El consejero hizo entonces su pregunta final: ¿Pero qué es lo que te impide disfrutar ya mismo de la paz y la comodidad que ansías?».

3. Es mejor tener un mendrugo de pan seco acompañado de tranquilidad que una casa llena de festejos en un medio conflictivo. (Mishle 17:1).
La prosperidad y el éxito de los perversos aunque sean espectaculares, son solamente una ilusión; resulta muy superior la buena suerte del hombre virtuoso, aún si tuviera solamente una corteza de pan pero disfrutando de la paz de su hogar, mientras que el malvado vive en un estado de discordia, con su propia familia o con las demás personas.
La serenidad interior es la esencia del verdadero éxito en la vida, y esto puede alcanzarse aunque solo se disponga de un pedazo de pan seco (Malbim, Sobre el Mishle, Pág. 178).

4. Solamente cuando una persona tenga la paz espiritual podrá sentir un verdadero amor por la humanidad, y la falta de ella conducirá hacia la animosidad contra otras personas. La paz del espíritu conduce al amor (Daas Jojmah Umusar, Vol. 2, Pág. 203).
Únicamente si alguien posee la paz espiritual podrá sortear con éxito la prueba que implica el trato correcto con otras personas, podrá en consecuencia ser bueno y afectuoso con todos. Su paz espiritual le posibilitará ser tolerante con otras personas y tenerles paciencia. (Mussar Atorah, Pág. 10).

5. Aún en las circunstancias más humildes y en medio de las agitaciones que son tan propias del mundo actual (Año 1982!), una vida plena de buenos emprendimientos habrá de asegurar paz interior y serenidad a quien la vivencie, la paz del espíritu de los virtuosos constituye un estado de dicha muy poco entendido por el resto del mundo. (Rabino Sanson Rafael Hirsh: Los Salmos 37:11).

6. Todo aquel que no sepa cómo manejar su mente en forma productiva huirá de la soledad, pero cuando haya logrado poner en orden sus pensamientos, apreciará en grado sumo los momentos en que se encuentre solo, los cuales podrá entonces utilizarlos adecuadamente para su crecimiento intelectual y espiritual. Los momentos de soledad sirven en efecto como pruebas para que una persona pueda clarificar el grado de orientación que en realidad tienen sus pensamiento. (Alai Shur, Pág. 178).

7. La tecnología moderna ha producido como consecuencia la fabricación de numerosas nuevas máquinas y artefactos, las cuales a pesar de que ahorran efectivamente mucho tiempo y energía, no han podido de modo alguno servir para mejorar la paz del espíritu. (Jayai Olam, Vol. 1, Cap. 2).

8. Si la plena voluntad de una persona lo impulsa hacia cosas ajenas a él, jamás habrá de alcanzar la paz del espíritu, este estado requiere un trabajo introspectivo de la propia personalidad. (Alai Shur, Pág. 194).

9. Todo aquél que acepte tranquilamente, cualquier cosa que esté fuera de su control, será una persona verdaderamente rica (Mivjar Hapeninim Pág. 24). Todo ser humano debe manejar esta habilidad y aceptar las cosas tal como son cuando no pueden ser cambiadas y planear tranquilamente su cambio cuando esto sea posible para acceder a la paz del espíritu. ¿Cuándo las cosas no resultan de la manera que te hubiese agradado, por qué entonces aumentar tu desazón apesadumbrándote por esta causa? Será tuya la opción: podrás repetirte a ti mismo: «¡Qué terrible!» y así aumentar tu sufrimiento, o por otra parte podrías tratar de hallar algún aspecto positivo en tu situación actual, o bien concentrarte en algo diferente. Resulta sin sentido e irracional elegir la forma de pensar que te cause desdicha, cuando podrías escoger la forma del pensamiento que te conduzca a la paz del espíritu.

10. Con el objeto de lograr acceder a la paz del espíritu deberás prepararte anticipadamente para aceptar con serenidad todo lo que pueda ocurrirte. La gente que espera que todo salga en la vida de la forma que ellos lo desean son sorprendidos por su falta de equilibrio frente a las difíciles situaciones de su existencia. Debes tener el conocimiento que las dificultades pueden presentarse continuamente. Estar preparado para aceptar anticipadamente todo lo que suceda, facilitará enfrentarse con las vicisitudes de la vida (Ohr Yejezkel Mijtavim, Pág. 286).
Cuando sientas ansiedad acerca de un hecho futuro piensa lo peor y acéptalo, lo cual habrá de tener un efecto tranquilizador sobre tu mente. Si por ejemplo, tienes temor que puedas perder un ómnibus y sientes ansiedad por ello, imagínate que ya lo has perdido y acepta las consecuencias. Si tienes temor de ser despedido de tu trabajo, piensa que ya has sido despedido y hazte cargo de ello.

11. No será duradera tu paz espiritual, si depende de que todo se desarrolle exactamente como tú lo quieres y tengas todo lo que deseas. Tan pronto como la situación cambie y estés lamentándote por lo que falte, tu vida estará llena de padecimientos y preocupaciones por ese motivo. Para disfrutar constantemente de la paz espiritual deberás dominar tu habilidad de no necesitar ni desear nada que esté fuera de tu alcance. (Madraigas Haadam; Nekudas haemes, Cap. 3). Para conseguir la paz espiritual debes librarte de exigir que las cosas sean tal como lo deseas. Carecerás de esta cualidad si exiges que tus artefactos siempre funcionen, que tengas mucho dinero, que conserves un determinado trabajo o que la gente siempre te respete. Tus exigencias generarán permanentemente sentimientos de ansiedad. Podrás continuar prefiriendo aún que las cosas sean de una manera determinada, pero mientras no te molestes cuando así no ocurriera, te será siempre posible acceder a la paz del espíritu.

12. En una carta dirigida a una persona que carecía de paz espiritual, el Rabino Yejezkel Levenstein le escribió lo siguiente: «Con frecuencia pensamientos e ilusiones equivocados ingresan a la mente de una persona y perturban su paz espiritual». Cuando carezcas de esta cualidad no podrás ni estudiar la Torah ni orar adecuadamente; el mejor consejo que te doy en tal sentido consiste en desarrollar la actitud expresada por el Rosh (Orjos Jayim, Nº69): «Desea aquello que tú Creador desee para ti. Extrae el placer de todo cuanto poseas, ya fuere esto comparativamente escaso o abundante, y este será el camino correcto a seguir. Tendrás capacidad para alcanzar el éxito, en cualquier situación en que te encuentres. Tus desafíos con la vida dependen de las circunstancias individuales que se presenten. Mi consejo a ti, es que trates con todas tus energías de estar satisfecho con la situación que acontezca. Una vez que hayas adoptado esta actitud podrás encontrar la paz del espíritu, y ello tendrá un efecto terapéutico positivo tanto para tu cuerpo como para tu alma». (Ohr Yejezkel Mijtavim Nº106).

Zelig Pliskin

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1 comentario
  1. Alicia

    Gracias al creador, por enseñarme a estar contenta con lo q tengo, mil gracias

    30/07/2018 a las 07:38

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