Comenzando
D´s, la Creación y el Alma.
Enfoques racionales hacia la existencia de D-s
+100%-

El enfoque teleológico III

Extraido de Libertad para Creer, por Lawrence Kelemen

Los problemas teóricos también plagan al Neo-Darwinismo. Por ejemplo, la mayoría de los investigadores en la actualidad creen que una “sopa prebiótica” nunca pudo haber existido. Tal mezcla, ellos explican, debió requerir un ambiente libre de oxígeno, ya que éste hubiese podido reaccionar sobre sus principales componentes y haberla destruido, pero un ambiente sin oxígeno (por ende sin ozono*1) hubiese dejado a la tierra completamente indefensa de los mortales rayos ultravioletas, por lo tanto, cualquier tipo de vida que se hubiese formado hubiera sido instantánea y mortalmente irradiada.


Más aún, tal mezcla hubiese requerido contener muchos componentes orgánicos complejos, pero los estudios muestran que tales componentes son inestables, tienden a disolverse en una solución rápidamente, por lo tanto, la combinación no hubiese podido durar el tiempo suficiente como para crear moléculas promotoras de vida.
Otro problema en la teoría de Darwin fue la falta de conocimiento en genética. Darwin conjeturó que cada especie puede evolucionar lentamente transformándose en otra mediante pequeños cambios. Pero los genetistas de hoy saben que los genes tienen un límite de mutabilidad. Una cadena de ADN puede estirarse de su forma original hasta tanto se rompa o vuelva en sí misma. Este principio fue identificado por primera vez en el año 1948 por el genetista Ernest Meyr de la Universidad de Harvard.

El dedujo este principio llamado “homeóstasis genética” de pruebas realizadas en la mosca de la fruta Drosophila Melanogaster. Naturalmente a la mosca de la fruta le crecen aproximadamente treinta y seis porcipelos, pero Mayr pudo criar otras moscas “normales” variando la cantidad de porcipelos, desde veinticinco hasta cincuenta y seis. Cuando Mayr presionó por encima de estos límites el material genético del insecto, éste se esterilizó y murió. Mientras se les permitía crecer normalmente, hasta las razas más mutantes volvían a la cantidad de porcipelos normal en el transcurso de cinco generaciones. Similarmente, los científicos han cambiado a la famosa mariposa salpicada Briston Betularia de manchado a color plata, de plata a negro y de negro a manchas, pero la mariposa nunca se hizo verde, púrpura o azul y siempre permaneció una mariposa.


En 1982 Francis Hitching reportó: “Cada experimento de engendramiento que haya tomado lugar alguna vez, estableció límites finitos sobre las posibilidades de engendramiento. El mismo citó una serie de pruebas en las cuales genes mutantes fueron cruzados para formar una mosca sin ojos:
“Cuando estas moscas (sin ojos) fueron cruzadas, el resultado predecible fue una descendencia sin ojos y así fue por algunas generaciones. Pero luego, contrariamente a cualquier expectativa, algunas moscas empezaban a nacer con ojos. De alguna forma, el código genético tiene un sistema de reconstrucción que identifica y reestablece los genes faltantes. El orden natural se reordenó por sí mismo”

El hecho de que ni Darwin ni los biólogos subsiguientes en un período de casi ciento cincuenta años hayan podido causar o haber sido testigos de cambio alguno, por pequeño que sea, en alguna especie por otra, no hace mas que molestar a quienes quieren creer en la teoría de la evolución.
El inconveniente teórico que más llama la atención en los círculos científicos es sin embargo el estadístico. Cuando suficiente información sobre cierto evento está disponible, los científicos pueden determinar qué tan factible será ese evento. En los años recientes, los biólogos y los matemáticos fueron capaces de determinar las probabilidades de que se pueda originar al azar la evolución de varias formas de vida.


Por ejemplo, Robert Shapiro, profesor de química de la Universidad de New York estimó que la probabilidad de juntar una enzima tipo*2 (compuesta de doscientos aminoácidos en forma de L unidos) de una sola vez, es aproximadamente de 1 en 1020. En otras palabras esto es estadísticamente comparable a extraer un pedazo de mármol rojo de una montaña de 1020 de mármol negro, de un solo intento.

Las posibilidades de éxito, sin embargo, crecen con la cantidad de intentos. La tierra es muy grande y antigua. Si asumimos que una masa de aminoácidos en forma de L alguna vez cubrió la superficie de la tierra a una profundidad de diez kilómetros y pudo haber reacciones en cada micrón cúbico*3 de la masa, entonces tendríamos 5 x 1036 “frascos” de reacción separados. Si aceptamos la evidencia fósil, entonces en un máximo de un billón de años (aproximadamente 3 x 1016 segundos) estaría disponible la evolución de la vida en la tierra*4.
Si un intento separado fuera hecho en cada frasco cada segundo por un billón de años, entonces las posibilidades de reunir al azar una enzima típica serían mejores que un 99.99%*5.
Pero una enzima esta lejos de llamarse vida. Una bacteria tipo, (que sí es vida) está hecha de dos mil diferentes enzimas. Para calcular las probabilidades de crear tal bacteria al azar, eligiendo las enzimas correctas, tomamos la probabilidad de reunir al azar una enzima y multiplicar tal numero por sí mismo dos mil veces.
El resultado es 1 en 1039.950, esa es la probabilidad de que una bacteria haya evolucionado en la tierra*6.
Recordemos que esto es luego de tomar un billón de años de intentos.


Estos cálculos, llevaron a Harold P. Klein, presidente del Comité de Investigación del Origen de la Vida de la Academia Nacional de Ciencias, a comentar, “la bacteria más simple es tan complicada desde el punto de vista químico, que es prácticamente imposible imaginarse como ocurrió.
En 1981, el laureado ganador del premio Nóbel Hoyle y su colega Wickramasinghe calcularon que estas probabilidades constituían una “tan indignantemente pequeña posibilidad que no puede ser enfrentada, aun si el universo entero hubiese consistido de “sopa orgánica”.
Hoyle agregó que sería más probable “un tornado barriendo sobre un campo de chatarra pudiera armar un Boeing 747”. *7 Estas son las posibilidades que tiene una sola bacteria de evolucionar casualmente. Las probabilidades de que varias evolucionen son aún peores, las de un virus o un hongo son simplemente cómicas.


¿Qué hay con las personas? Hay 25.000 enzimas operativas en el ser humano (en contraste a las 2.000 de una bacteria). La probabilidad de que 25.000 enzimas se formen espontáneamente una vez en un billón de años es de 1 en 10599.950 aproximadamente*8. En otras palabras las probabilidades de que sólo las enzimas de una persona evolucionen en la tierra durante toda la historia son las mismas a las de tomar un mármol rojo de una montaña de mármol negro trillones y trillones y trillones de veces más grande que el universo entero.


No mencionamos todavía sobre como reunirlos en un sistema ordenado de piel, huesos, músculos, ojos, orejas, nariz, o reunir nucleótidos en una cadena de ADN humano*9.
El número 10599.950 es incomprensiblemente largo. Este libro contiene 105 caracteres. Un bosque cubriendo un millón de millas cuadradas, con diez mil árboles por milla cuadrada, contendría sólo 10 15 hojas.
El universo ha existido como máximo por 1018 segundos y contiene sólo 1080 partículas atómicas. Imposible no sería una palabra demasiado agresiva como para describir un evento con 1 en 10599.950 de probabilidades. Estos números son de los más liberales que ofrecen los científicos en la actualidad.


Muchos expertos creen que la posibilidad de que los humanos hayan evolucionado es mucho más pequeña. Robert Shapiro de la Universidad de New York considera que la probabilidad de 1 en 10599.950 de que se produzca una bacteria es muy optimista. “En realidad, las cosas son mucho más difíciles”, escribió en 1986. “No es factible que una serie ordenada de aminoácidos en forma de L se hubiera encontrado en la tierra primitiva”. Shapiro cita el cálculo de Harold Morowitz, un físico en la Universidad de Yale. Morowitz dice que hay una posibilidad en 10100.000.000.000, de que una bacteria haya evolucionado en la tierra. En cambio, Shapiro observa: “Este número es tan grande que para escribirlo en forma convencional requeriríamos varios cientos de miles de libros en blanco”. Si la probabilidad de evolución para la producción de una bacteria es 1 en 10100.000.000.000, entonces la posibilidad de producir un ser humano está cerca de 1 en 101.250.000.000.000, aproximadamente las mismas posibilidades que un jugador usando un par de dados normales, saque doble seis 100 trillones de veces consecutivas.


Enfrentado a tan imponentes estadísticas, el mundo científico reevalúa su punto de vista sobre la evolución. Debido a esto en 1966, en un simposio en la Universidad de Pennsylvania titulado Desafíos Matemáticos a la interpretación Neo-Darwiniana sobre la evolución, el profesor Murria Eden del Instituto Tecnológico de Massachussets admitió: “Una adecuada Teoría de Evolución debe esperar el descubrimiento y elucidación de nuevas leyes naturales – físicas, fisicoquímicas y biológicas”.
En la misma conferencia, Marcel P. Schutzenberg de la Universidad de Paris similarmente declaró: “Creemos que hay un considerable vacío en la Teoría de Evolución Neo-Darwiniana, y creemos que ese estrecho es de tal naturaleza que no puede ser puenteado con nuestra concepción actual de la biología”.
En 1970, el profesor Ernst Chain, ganador del premio Nóbel en investigación médica declaró: “postular que el desarrollo y supervivencia del más apto es consecuencia de casuales mutaciones me parece una teoría sin evidencia e irreconciliable con los hechos”.En 1978, el Dr. Keosian, junto al Laboratorio Biológico de la Marina de Massachussets, publicó un trabajo titulado La crisis en el problema del origen de la vida, en el cual concluyó: “Todas las posibilidades y aproximaciones para resolver el problema del origen de la vida son o bien irrelevantes o conducen a un callejón sin salida. Allí radica la crisis”.


En 1973, el Dr. Francis Crick, profesor de la Universidad de Cambrige, ganador del premio Nóbel en investigación del ADN, admitió que la vida no pudo haber evolucionado en la tierra y que debió haber sido “enviada en forma de materia germinal desde alguna parte del universo”. La solución de Crick es de las más racionales que se pudo armar dadas las barreras de errores que ha sufrido el Neo-Darwinismo, pero fue atacada como ciencia-ficción barata. Crick siguió sosteniéndolo pese a las críticas y a su idea se unieron en 1978 Sir Fred Hoyle y la Dra. Chandra Wickramasinghe.


Hoyle y Wickramasinghe se unieron a Crick abandonando la evolución a favor de “la semilla especial enviada por seres inteligentes desde distintos puntos del universo”. Newsweek se mofó de esta tesis reportando que “un biólogo y un astrónomo han cometido la improbable hazaña de reinventar la religión”.
Más tarde, los dos eminentes científicos se retractaron de la mayor parte de su teoría, aunque siguen manteniendo que la evolución queda desaprobada. Hoyle y Wickramasinghe escribieron en 1981: “No importa lo tan grande que consideremos el ambiente, la vida no pudo tener un principio fortuito. Tropas de monos salpicando tinta al azar, no pudieron producir las obras de Shakespeare, por la práctica razón de que el universo no es lo suficientemente grande como para contener a tal número de monos que lo intenten, ni la cantidad de tinta, ni contenedores de basura para el papel de los intentos errados. Lo mismo es válido para el material de la vida”.
Wickramasinghe proclamó en una entrevista en el año 1984: “No sigue la lógica que se empiece con una “sopa orgánica primitiva” y se termine en una forma de vida ordenada. No existe lógica que conduzca a ello. Al observar las probabilidades de juntar vida desde una mezcla orgánica a un sistema vivo, resulta que es tremendamente improbable, realmente horrorosas en toda su extensión. Hemos concluido con mi colega [Sir Fred Hoyle] que no pudo haber sucedido espontáneamente en la tierra”.
En 1991, un escritor del equipo de Scientific American resumió el estado actual de la investigación del origen de la vida citando a Crick, “El origen de la vida parece ser casi un milagro”.

En teoría, por supuesto, la teoría de la evolución expuesta por Darwin podría algún día conseguir explicar el aparente diseño de los seres humanos. Podrían aparecer las evidencias de una mezcla prebiótica y los eslabones conectivos faltantes. La información aparentemente contradictoria (de ciertos órganos que seguramente no pudieron evolucionar) podría ser explicada. Los problemas teóricos concernientes al mantenimiento de una mezcla prebiótica inestable y el estiramiento del ADN más allá de su posible límite de mutabilidad podrían ser resueltos. Recién entonces, luego de resolver todas estas dificultades, los componentes necesarios para construir un ser humano podrían en teoría existir como resultado de un extraordinario tiro de suerte, un evento cuyas probabilidades estarían entre 1 en 10599.950 y 1 en 101.250.000.000.000. Pero todavía no podríamos explicar cómo todos esos componentes se transformaron en ADN, ojos, oídos, narices, etc., ni podríamos saber qué proceso transforma materia muerta en seres vivos.

Stephen Hawking, físico teórico en la Universidad de Cambridge, escribió en el año 1988: “Toda la historia de la ciencia ha sido la comprensión gradual de que los eventos no suceden de forma arbitraria, sino que reflejan un cierto orden fundamental”.
La causa de tal orden sigue siendo un misterio. La teoría de la evolución no puede explicar realmente la existencia de seres vivos complejos. Tampoco hay explicaciones persuasivas de porqué la química, astronomía y física conspiran día tras día para proveerle a la raza humana un hogar tan ideal. A partir de lo antedicho, aparentemente todas las respuestas al dilema teleológico han fallado. Uno puede rehusarse a aceptar una solución sobrenatural, esperando que la ciencia algún día resuelva el enigma. O bien, se puede tranquilamente encontrar en la perspectiva teleológica una legítima libertad para creer.

 

*1 Una forma pesada de oxígeno que cubre a la tierra como una fina capa protectora.
*2 Electrones, protones y neutrones son los bloques constructores de la materia. Cuando son propiamente reunidos, forman átomos, los que a su vez pueden ser reunidos como moléculas. Todos los elementos químicos están hechos de moléculas y ciertos químicos (contenedores de grupos de NH2 y CO2H) son llamados aminoácidos. De los miles de aminoácidos, la naturaleza usa solo veinte, (los llamados aminoácidos en forma de L), para construir enzimas y proteínas. Finalmente las proteínas y enzimas son los bloques de construcción de las bacterias, virus, hongos, plantas, peces, aves, animales, personas y todas las cosas vivientes.
*3 Un micrón es una millonésima de metro, 00.00003937 pulgadas. Una hoja de papel es de doscientos micrones de espesor aproximadamente.
*4 Shapiro recalca que siendo que las enzimas preceden a la vida, un billón de años es un techo muy generoso para la cantidad de enzimas que debieron formarse. (Pág. 126)
*5 (5 x 1036 de frascos de reacción) x (3 x 1016 segundos) = 1.5 x 1053 total de intentos posibles. Siendo que las probabilidades de cualquier evento = 1- (Y / [X + Y])Z (Cuando X = al numero de resultados que pueden ser considerados exitosos, Y los que pueden ser considerados fracasos y Z = el numero posible de intentos), las posibilidades de que una enzima evolucione en la tierra es = 1-(1020/ [1+1020])(1.5×1053)= mejor que un 99.99%.
*6 Dándole a Y un valor de (1020)2.000 = 1040.000, la probabilidad que una típica bacteria haya evolucionado una vez en un billón de años es = 1-(1040.000 / [ 1+ 1040.000] )1.5 x 10.53 = 10-39.950
*7 En febrero de 1991, Scientific American reimprimió el comentario de Hoyle agregando: “la gran mayoría de investigadores concuerdan con Hoyle en este punto” (Pág. 102)
*8 Dándole a Y un valor de (1020) 25000 = 10500.000, la probabilidad de evolución de 25000 encimas humanas durante un billón de años es = 1-(10500.000 / [ 1+ 10500.000])(1.5 x 10.53) = 10-599.950
*9 Barrow y Tipler dicen que las probabilidades de juntar al azar nucelotides pre-hechas en un genoma humano están entre 1 en 1012000000 y 1024000000 (Pág. 565).

Libros relacionados

Libertad para Creer

Cosmovision judia




Deje su comentario

Su email no se publica. Campos requeridos *

Top