Bar-Bat Mitzvá
« Es deber de los padres y educadores brindar al adolescente los principios para que sepa utilizar su energía en forma correcta »
Cuando el niño y la niña llegan a la adolescencia surge la fuerza de la energía creadora, fuente de vida y plenitud.
Como toda energía requiere sumo cuidado, dado que con ella podemos construir y recibir inmenso placer o, si la empleamos incorrectamente, puede ser la fuente de los mayores sufrimientos.
A modo de ejemplo:
Antes de la adolescencia el niño es como una persona que posee unas pocas monedas. ¿Cuánto bien o mal puede hacer con tal suma? En cambio, el adolescente es como un gran financista. Cuando se posee millones, hace falta criterio para emplear el dinero correctamente. Ahora son necesarios abogados, contadores, cajas fuertes, guardias, computadoras, etc.
En el momento en que surge en el adolescente la energía creadora, es deber de los padres y educadores brindarle los principios para que sepa utilizar su energía en forma correcta.
En dicha etapa la Torá nos indica que llegó el momento de iniciar a los jóvenes en las leyes de manifestación y contención del deseo (ver mitzvót). De esa forma colaboramos en la creación de una sociedad altruista basada en principios universales y no simplemente en el sentir momentáneo.