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Anatomia del alma
Crecimiento Espiritual
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Aunque material, la forma humana corresponde a la Torá y refleja los altos niveles de espiritualidad. Cada parte del cuerpo corresponde a un concepto espiritual diferente, a una mitzvá diferente. Cada órgano y cada vena contienen su propio poder espiritual. Si son controlados, estos poderes pueden elevar al hombre por sobre la forma material que alberga su alma. Moisés es el paradigma de esta elevación. él purificó su cuerpo físico al punto en que su corporeidad se transformó en espiritualidad. La Torá es testigo de esto cuando relata que Moisés ascendió a los cielos y allí estuvo durante cuarenta días y cuarenta noches sin comer ni beber (Deuteronomio 9:9). Otro versículo afirma, Esta es la bendición con la cual Moisés, el hombre de Dios, bendijo al pueblo de Israel (Ibid. 33:1).

Moisés es llamado hombre de Dios porque logró transformar su cuerpo físico en un templo Divino para su espíritu (Devarim Rabah 11:4).

Así está escrito (éxodo 34:30), Cuando Moisés descendió del Monte Sinaí con las dos Tablas del Testimonio en sus manos… No supo que la piel de su rostro se haba vuelto luminosa pues [Dios] había hablado con él. Cuando Aarón y todos los hijos de Israel vieron que la piel del rostro de Moisés brillaba con una luz muy grande, tuvieron temor de acercarse a él.

* * * * *

En el Jardín del Edén

Uno de los primeros pasos que podemos dar hacia la verdadera espiritualidad es llegar a ser conscientes del significado espiritual de la anatomía humana. Para ello debemos primero reconocer la grandeza del alma y aprender cómo es que se relaciona con el cuerpo.

El Zohar (III, 105a, 281a; Tikuney Zohar 26, p.72a) dice que el alma se encuentra muy por encima del cuerpo y que éste es llamado un zapato respecto del alma. Sólo la baja extremidad del alma calza en el cuerpo. Mediante nuestro deseo de acercarnos a Dios, con nuestros pensamientos, emociones, palabras y acciones, podemos hacer descender de nuestra propia alma iluminaciones cada vez grandes. De esta manera, todos tenemos la capacidad de hacer que nuestro cuerpo físico sea una carroza o un templo para las partes elevadas del alma, tal como hizo Moisés.

El cuerpo humano no siempre fue tal cual lo conocemos hoy. El cuerpo de Adán era un cuerpo de luz e irradiaba Divinidad (Bereshit Rabah 20:12). Era tan asombroso que los ángeles se confundieron y hasta pensaron en adorarlo (ibid. 8:10). Incluso luego de haber pecado, siguió siendo un ser espiritual envestido en un cuerpo físico, irradiando espiritualidad. Pero, con respecto a su nivel anterior al pecado y, demás está decir, con respecto al nivel que se suponía que debía haber alcanzado, sus acciones produjeron un ocultamiento
de la Luz de Dios. Su cuerpo de luz (kotnot or, donde «or» se deletrea «alef-vav-resh»), que revelaba el alma, ahora la encerraba en un cuerpo de piel y cuero (kotnot or, donde «or» se deletrea «ain-vav-resh») que oculta el alma (ibid. 20:12).

Luz («or» con «alef») y piel («or» con «ain») corresponden a los dos árboles específicos del Jardín del Edén. Está escrito en la Torá (Génesis 2:8-9), Y el Señor Dios había plantado un jardín en Edén, al oriente, y puso allí al hombre que había formado. Y el Señor Dios había hecho brotar del suelo toda suerte de árboles gratos a la vista y buenos para comer y también el árbol de vida en medio del jardín y el árbol del conocimiento del bien y del mal. Poco después de esto se registra la advertencia de Dios (Ibid. 2:17), Mas del árbol del conocimiento del bien y del mal, no comerás, porque en el día que de él comieres, ciertamente morirás.

La Torá afirma explícitamente que Adán recibió la orden de no comer del árbol del Conocimiento. De acuerdo con la Kabalá, la prohibición incluía el árbol de Vida, pero sólo hasta la puesta del sol, la llegada del primer Shabat (cf. Sefer HaLikutim #3, p. 25-27).
Desde ese momento, comer del árbol de Vida se habría transformado en una mitzvá. Y una vez que Adán hubiera comido del árbol de Vida, también se le habría permitido comer del árbol del Conocimiento, pues habría alcanzado la capacidad de elevar el árbol del Conocimiento de retorno hacia su fuente en el árbol de Vida (pues los niveles superiores siempre incluyen a los inferiores)

Así, Dios colocó a Adán en el Jardín con estos dos árboles, para darle la oportunidad de alcanzar la elevada espiritualidad. Ambos árboles fueron creados por Dios, pero, como todo en la creación, Dios los diseñó para que representasen energías potencialmente opuestas o potencialmente complementarias dependiendo del uso que el hombre hiciera de ellos. El árbol de Vida corresponda al alma, a la espiritualidad.
El Arbol del Conocimiento del Bien y del Mal corresponda al cuerpo, específicamente a la potencialidad del cuerpo para revelar el alma e irradiar su santidad, o para ocultar y empaniar el alma. La misión de Adán era transformar el árbol del Conocimiento en el árbol de Vida, irradiar el cuerpo con el «or» (luz) del alma. En lugar de ello, Adán hizo que el alma fuera oscurecida por el «or» (piel) del cuerpo (ver Likutey Halajot, Orl 4:2).

Adán fue creado con la habilidad de discernir entre el bien y el mal. Por qué, entonces, fue tentado por el mal? é l anhelaba su fuente espiritual. Quería conocer a Dios y discernir Su presencia en todo y a través de todo, inclusive a través del mal. Pero el hombre era impetuoso y sutilmente engreído. Si sólo hubiera percibido la experiencia de la tentación como una oportunidad para aferrarse a Dios, para anhelar y clamar ser salvado de la tentación… Si sólo hubiera visto a Dios oculto en el dolor de esa tentación, percibiendo el árbol de Vida oculto dentro del árbol del Conocimiento…

Pero no, la conciencia de Dios que había estado esperando ser realizada ahora se vio activamente restringida. Adán perdió su exaltado nivel de profecía. Separado de los niveles altos de su alma, experimentó entonces la sensación de la muerte porque en el día que de él comieres, ciertamente morirás. Desde ese momento, ha sido la misión del hombre buscar lo espiritual y retornar a su nivel original (ver Hagadá de Breslov).

Jaim Kramer Con Abraham Sutton

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3 comentarios
  1. diane

    creo que este texto aún puede escribirse con lenguaje mucho mucho más comprensible para las personas que no estudian cábala, de no hacerse así de poco vale dar explicaciones, pues no se llega a una conclusión certera, aunque quizás ese sea el objetivo del texto, no lo sé…, pero si el objetivo es que la gente lo entienda, entonces, ustedes podrían escribirlo de forma inteligible para todos los interesados

    15/04/2018 a las 16:20
  2. diane

    Después que Adán pecó ya no podemos hacer nada de nada para revertir la situación?, el texto no da ninguna salida concreta para salir de la situación…, sí, «buscar lo espiritual» pero cómo, el cómo es el quid de la question, por eso me da coraje leer textos para no poder sacar nada en claro de ellos, finalmente

    15/04/2018 a las 17:10
  3. Editor - iojai

    Justamente viene la Tora a dar una instruccion sobre la reparacion universal y el papel de cada nacion en este trabajo

    19/04/2018 a las 11:48

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