3) Bo «La madurez de la conciencia»
« Mitzráim-Egipto señala la raíz de todas las Galuiót-Diásporas y como es sabido no hay Diáspora, o sea dispersión, sino la que resulta por la falta de comprensión. El mal surge y resurge y la humanidad continúa sin comprender que repite los mismos errore
Dijo IHV”H () a Moshé: Ve a Paró que yo he insensibilizado su corazón y el de sus servidores para llevar a cabo Mis designios en medio de él. Y para que hayas de relatar a oídos de tu hijo y el hijo de tu hijo cómo Yo trascendí por sobre Egipto-Mitzraim y Mis designios que puse allí y así sabrán que Yo soy IHV”H (
).
Cuando deseamos resolver una dificultad surgen inmediatamente cantidad de pensamientos hasta que logramos encontrar el cabo que logre desatar el enjambre de ideas que inunda nuestra mente. Entonces, finalmente, tomamos una dirección y de repente lo complicado se torna simple ¡La solución estaba ahí! ¿Cómo no la percibimos? Así como el orden es anterior al caos, ya que el caos no es sino la falta de orden, así la solución existe antes de que la dificultad se manifieste y la respuesta antes de que la pregunta surja. No obstante, nos es de suma importancia resolver la dificultad para aprehender integralmente la solución y formular la pregunta indicada con el propósito de conocer la respuesta, tal como precisamos del caos para apreciar el orden. Tomamos conciencia del valor de las cosas cuando esas nos faltan. Necesitamos discernir en la multiplicidad para percibir la unidad, la armonía que se revela cuando ordenamos el caos.
La unidad dentro de la multiplicidad
Nuestro mundo se caracteriza por lo cuantitativo y a medida que nos retrotraemos en el tiempo la cantidad, sea de habitantes, productos, etc. disminuye cada vez más y más. La multiplicidad de componentes que integran la realidad puede ocultar o revelar a la causa que los produjo. La multiplicidad sería como un puente, mientras que para algunos es visto como aquello que los separa, para otros es percibido como objeto de unión. Complejidad y sofisticación ocultan una relación simple que en primera instancia aun no estamos preparados para percibir. De la misma forma que el uno precede a los demás números y la unidad precede a la multiplicidad, existe una Causa que antecede a todas las causas.
El Uno sin segundo
El es Único y no tiene segundo y antes del Uno ¿qué puedes contar? Séfer Ietzirá-Libro de la Formación 1:7
La unidad es la conciencia del deseo en su estado original colmado por la plenitud que todos deseamos alcanzar. Ello es lo denominado en el lenguaje espiritual de Israel Ein Sof-Infinito. La Creación, en cambio, enmarca el lapso en que la conciencia del deseo está inmersa en la multiplicidad, en la pregunta que busca su respuesta, la plenitud. Ein Sof desactiva la búsqueda y activa la plenitud ya que así como la respuesta al ser comprendida colma la pregunta, el disfrute anula la búsqueda de placer, nadie pregunta lo que ya sabe ni busca lo que posee. Mientras que todo y todos no alcancemos el estado de Ein Sof la Creación permanece vigente. Posteriormente, la Creación como tal desaparece y con ella la búsqueda; entonces surge el disfrute infinito, el fin de los tiempos. La Creación brinda el espacio para que el deseo logre alcanzar lo infinito. El deseo prueba una y otra forma y, al ir descartando por conciencia o a través del sufrimiento, aprende a reconocer lo bueno y lo malo, lo que lo conduce a la plenitud y lo que lo aleja de ella.
Antes de la Creación
La conciencia infinita Ein Sof existe antes de que la Creación se manifieste. Ya vimos que el hombre percibe desde la multiplicidad hacia la unidad y así alcanza, a través de su libre albedrío, la unidad original que antecede su búsqueda, tal como lo expresa el libro Etz Jaim: «Antes de la emanación de las emanaciones y la creación de las creaciones la Luz Infinita llena toda la realidad». O sea que antes de que surja el deseo y el pensamiento la plenitud llena toda la realidad. Para comprenderlo mejor tomemos como ejemplo a nuestras emociones: cuando alguien está alegre y luego, por determinada circunstancia entristece, no significa que la alegría dejó de existir sino que ese individuo perdió momentáneamente su capacidad de estar alegre. Al recuperar los estímulos que generan alegría desaparece la tristeza y la alegría ocupará nuevamente su lugar.
La unidad en la diferencia
Todo ser y aspecto que conforma la realidad tiene su raíz en la Esencia de toda la Realidad-Ein Sof, y es creado con una naturaleza que se manifiesta circunstancialmente de diversas formas. Por ejemplo, el calor que se encuentra en el agua caliente es circunstancial, en tanto que el calor del fuego es parte de su propia naturaleza. Fuego y agua son uno en la Esencia Infinita, sólo que al manifestarse revelan natural y circunstancialmente diversos aspectos de la Esencia. Similar sucede con el hombre que en su Esencia es uno con el Uno en el Ein Sof pero que al manifestarse en la Creación revela una individualidad -su naturaleza- que es a su vez su forma de alcanzar la Esencia, la Plenitud Infinita y el potencial de ser uno con el Uno.
El vacío
El Kadósh Barúj Hú le dice a Moshé que se dirija a Paró, que se acerque a él y lo haga tomar conciencia que hay una Realidad Infinita. Moshé representa el discernimiento superior, Paró señala la conciencia del deseo limitada exclusivamente a sí mismo. Cuando el ser humano se identifica con el nivel de conciencia denominado Paró no percibe otro objetivo que a sí mismo y nunca encuentra armonía. Esa conciencia es necesaria transitoriamente, como un niño que en la primer etapa de su vida precisa reforzar su identidad y su ego. Pero cuando el hombre queda identificado con Paró a lo largo de toda su vida, ello señala que detuvo su desarrollo espiritual. Paró representa el Jalal Panúi-Espacio Vacío que describe la Kabalá y que surge posteriormente al Tzimtzúm-Contracción Original de la Plenitud Infinita. Esa conciencia sola no puede percibir al Ein Sof-Plenitud Infinita ya que surge posteriormente, producto del Tzimtzúm y por ende se percibe a sí misma como el principio y el fin. Así genera una realidad de búsqueda permanente, no para encontrar sino para seguir buscando como saciarse a sí mismo. Encontrar, en cambio, significa compromiso y asumir obligaciones.
Psicología evolutiva
Durante su desarrollo el niño necesita de modelos, aprende y discierne a partir de lo que recibe de sus padres y maestros. Llega a un mundo que lo antecede y que es regido por principios que deberá incorporar y respetar. El desarrollo del niño implica proyectarse hacia su entorno. En cambio, cuando se transforma en joven y luego en adulto y continúa sin desarrollar otro objetivo que vaya más allá de sí mismo, la vida se convierte en una constante justificación, autismo, y por lo tanto se hace imposible expandir la conciencia y definir objetivamente qué está bien y qué está mal. Para tomar decisiones realmente altruistas debemos aprender a no justificar nuestras debilidades. La armonía universal, la denominada Gueulá -restauración del deseo humano a la plenitud infinita- surge cuando los hombres, con personalidades y tendencias diferentes, confrontamos nuestra naturaleza a principios superiores objetivos. ¿Cómo podemos alcanzar esta sabiduría? En este punto se basa toda la discusión entre Moshé y Paró: Paró proclama que la mente humana puede determinar el bien y el mal de acuerdo a sus propios criterios. Moshé, en cambio, discierne en cómo implementar los principios superiores espirituales: No codiciar, no engañar, no robar, no adulterar, no asesinar, etc. que al ser objetivos pueden armonizar todas las tendencias existentes en los seres humanos pues no obedecen a intereses personales.
La expansión y la aprehensión de la Realidad
En la parashá Shemót Paró le pregunta a Moshé ¿¡Quién es IHV”H ()!?, Najmanides-Ramban nos enseña que Paró tenía conciencia del concepto Elokim (
) pero no de IHV”H. Elokim, como estudiamos en la parashá Vaerá, indica la conciencia cuando percibe desde los límites-Din. IHV”H, en cambio, señala la conciencia en expansión-Rajamím. Elokím señala cómo la realidad se manifiesta. IHV”H se refiere a cómo la aprehendemos. El Zóhar transmite este concepto cuando expresa «de arriba hacia abajo» y «de abajo hacia arriba». La Torá nos enseña a expandir la conciencia desde la realidad material-sensorial a la espiritual de «abajo hacia arriba», desde la multiplicidad hacia la unidad des-cubriendo en cada aspecto y tendencia existente otra forma de revelar la armonía universal. Por el contrario Paró, como un niño o una persona inmadura, limita la realidad a sí mismo: como yo siento y pienso así es la realidad y así seguramente todos piensan y sienten y si no, deberían hacerlo. Paró reduce la realidad a su mente, de «arriba hacia abajo». En lugar de «colocar» su cabeza en la Torá y discernir en los principios superiores, «pone» la Torá en su cabeza y limita todo a su concepción, a lo que le dicta «su lógica». Por ello Mitzráim-Egipto al igual que todas las civilizaciones e individuos que disciernen de esa forma, finalmente se aíslan de la Realidad y no son capaces de generar una continuidad espiritual.
Lo trascendente en lo temporal
El mal surge y resurge y la humanidad continúa sin tomar conciencia que repite incesantemente los mismos errores: justifica a Paró y culpa a Moshé. Nos enseñan nuestros Sabios que Mitzráim es la raíz de todas las Galuiót-Diásporas, de la concepción que reduce lo eterno a lo temporal «de arriba hacia abajo» transformando sistemáticamente las debilidades humanas en normas. A pesar de las dificultades y sufrimientos que en cada una de las Galuiót-Diásporas el pueblo de Israel vivenció, supo aprender de cada circunstacia discerniendo e incorporando nuevas experiencias. Quien conoce el objetivo de la Creación percibe cada situación como un eslabón más en pos de la Gueulá-restauración del deseo humano a la Plenitud Infinita. Esa visión es el resultado de miles de años de vida judía basada en el estudio de los Principios Universales-Torá y el desafío en realizar actos de bien-Mitzvót. Así Israel siempre supo des-cubrir lo trascendente en lo temporal inspirando a todos los hombres que buscan verdaderamente la Plenitud de la Luz Infinita para iluminar con altruismo a toda la humanidad.