Estudiando
Bereshit
Estudio de los libros de la Torá
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Vaierá

Primer comentario (Enseñanza semanal de Jabad Lubavitch, www.jabad.org.ar)

Segundo comentario (por Rab Moshe Hoffer)

Tercer comentario (por Rab Oppenheimer, www.ajdut.com.ar)

Cuarto comentario (por Rab Iosef Meta)

Primer comentario – «Toma a tu hijo» Cuando Hashem le ordenó a Abraham que debía ofrendar a su hijo Itzjak, le dijo: «Toma, por favor, a tu hijo». ésta era la décima prueba que Abraham debía atravesar, y como acota la Guemará, Hashem dijo: «Te he probado en diferentes ocasiones y siempre saliste airoso, ahora Te pido que pases esta prueba, para que nadie diga: las anteriores no tenían valor». Esta declaración despierta un fuerte interrogante: Si Abraham logró superar los obstáculos y cumplir con la Voluntad Divina en nueve oportunidades anteriores, por qué se diría ahora que no tienen valor?. Más aún: en Ur Casdim, Abraham fue arrojado por su fe a un horno encendido, y aparentemente esta actitud era de más valor que la Akeidá (ofrenda de Itzjak), ya que fue realizada por propia decisión, y no como consecuencia de la orden de Di-s.

Evaluación y conveniencia

Aquí encontramos lo especial y único de la prueba de la Akeidá, que es una fuente de mérito eterno para Am Israel delante de su Padre Celestial. Existieron muchas personas que entregaron su vida por su fe en Di-s, dentro de nuestro pueblo. Inclusive entre los gentiles. Pero la Akeidá es totalmente particular. Mesirut Nefesh (entrega total y auto-sacrificio) significa que la persona renuncia a su existencia y mismo ser, entregándolo todo al Creador. Pero no siempre quien ofrenda su vida, lo hace como un acto de entrega total. Por ejemplo, quien se inmola para lograr difusión del ideal, en realidad, está haciendo un canje, evaluando que la divulgación es preferible a su vida misma. No se trata entonces de «entrega total»(mesirut nefesh), sino de la preferencia de un acto específico para lograr el objetivo.

Preferible morir que vivir Resulta entonces que , inclusive quien elige inmolarse en pos de metas altruistas, también realiza una evaluación de ganancia y pérdida. Quizás porque prefiere la vida en el Paraíso, o porque elige morir antes de ser obligado a aceptar una fe contraria a sus creencias. En este caso se trata pues, de la preferencia y elección de un valor inmensamente superior a otro. La prueba de Ur Casdim podría verse de la siguiente forma: Abraham difundía la fe en Di-s, era conocido en el mundo como el portador del estandarte del monoteísmo. Renunciar a esa creencia era para él peor que la muerte, hasta punto tal de preferir ser arrojado al fuego en lugar de practicar idolatría.

Abraham no especula, se entrega Pero, la prueba de la Akeidá, era esencialmente diferente. Mientras que en Ur Casdim se santificó el nombre de Di-s, ya que había una multitud presente-se ganaba algo- la ofrenda de Itzjak se llevó a cabo en un lugar solitario, sin testigos. Más aún, Itzjak era el único heredero que continuaría en la senda de Abraham y si era sacrificado, la fe que difundía llegaría a su fin!!!. Todo análisis demostraba que se trataba de un acto sin «beneficio alguno». Al aceptar Abraham el mandato de Hashem, no solo deja de lado el instinto paternal y natural de amor a su hijo, sino inclusive lo hace en contra de su lógica y su deseo de transmitir la herencia de la fe en Di-s a las próximas generaciones. Con la Akeidá quedó a la vista la total entrega a Di-s de Abraham Avinu (nuestro patriarca). Sin condiciones ni lógica. Se manifestó su total unión con Di-s, por la cual estaba dispuesto a entregar toda su existencia, tanto material como espiritual. Y este Mesirut Nefesh (entrega total), heredamos todos los iehudim, que estamos unidos complemente a Hashem, más allá de las evaluaciones y conveniencias. La prueba de la Akeidá nos respalda y da fuerzas- generación tras generación.

Likutei Sijot, tomo 20, pag 73


Segundo comentario – El temor a Hashem es su tesoro

¿Se puede confiar en una persona que actua de manera correcta pero que no tiene temor a Hashem? ¿La buena conducta puede frenar la tentacion? Podemos afirmar que aunque es muy importante tener una buena conducta, no tenemos la garantia de que ese ser humano siga actuando correctamente si no tiene Irat Shamaim (temor de Hashem). En uno de los pasajes de nuestra perasha, aparece el relato de Abraham, el momento en que el se dirigio con Sara a Guerar y dijo que ella era su hermana. Nuestro patriarca temia que lo mataran alli. Abimelej, el Rey de Guerar, mando a buscar a Sara. Por la noche se le aparecio Hashem en un suenio y le dijo: «He aqui tu moriras por la mujer que tomaste y ella esta casada». Luego Abimelej le pregunta a Hashem: ¿Acaso a la gente justa tambien mataras? Los dos me dijeron ser hemanos y «con inocencia de mi corazon y con limpieza de mis palmas hice esto». D»s le respondio «Yo se que con inocencia de tu corazon actuaste, por eso no te permiti tocarla».

Si prestamos atencion, veremos que Abimelej argumento dos cosas ante Hashem pero el le reconocio solo una: la inocencia, pero no la limpieza de sus manos. Abimelej no toco a Sara simplemente porque Hashem se lo impidio, no por Irat Shamaim. el, al despertar conmovido de dicho sueño le pregunto a Abraham: ¿que fue lo que te hizo proceder asi? Entonces Abraham le contesto: «Solamente porque no hay temor de D»s en este lugar. Las palabras sobran, el buen nivel cultural, los buenos modales cuando no estan acompañados de temor a D»s no me garantizan que no me van a asesinar para llevarse a mi esposa».

Surge un planteo: las leyes que rigen un pais ¿no tienen fuerza como para impedir la transgresion? Precisamente eso era lo que Abraham temia, que al estar prohibido tomar una mujer casada, lo maten ocultamente y lo lleven. Por otro lado podian actuar mediante una nueva ley y eso tambien lo preocupaba. Cierta vez estaban cenando varios profesionales de alto nivel cutural. Discutian en la mesa diferentes temas. En la sobremesa sirvieron una porcion de torta de mas. Todos de vez en cuando observaban dicha porcion pero ninguno la tocaba, consideraban que «no era etico». De repente hubo un corte de luz y… al instante se reencendio. En ese momento aparecio una mano con un tenedor clavado en la torta y cuatro tenedores clavados en dicha mano…

El Gran Erudito Malbim explica: si vemos a un gran filosofo, con buenos modales que su conducta es merced a su logica, de todos modos no podemos confiar sobre esa persona o sobre ese pueblo. Pues en el momento que se encienda en el, el fuego de la codicia sobre una mujer casada o la fortuna de su amigo, sin que nadie lo vea, entonces su mente puede predisponerse a matar o a cometer adulterio y hacer todo mal. Solamente hay una fuerza que se encuentra en el alma del individuo. Ella es una cualidad: el temor a D»s. Esta es la beraja que le dio Ribi Iojanan a sus alumnos: «Que tengan temor de D»s como le temen a la gente». Sus alumnos le preguntaron: ¿Nada mas? A lo que el respondio: ¡Ojala! sepan que cuando uno va a cometer un pecado teme que lo vea la gente y no teme que lo vea D»s. En el cumplimiento con Hashem necesitamos el temor y el amor. El primero para no pecar y el segundo para obrar. ¿Que valor tiene ante los ojos de D»s nuestro temor hacia el? Todos los reyes en sus tesoros suelen guardar cosas muy valiosas que el comun de la gente no tiene. D»s es el dueño del mundo, ¿que puede tener guardado en su tesoro? Sobre esto dice el versiculo en Ieshaia 23: «El temor de D»s es su tesoro» Hashem guarda en su tesoro gente que lo teme; pues de esa clase hay pocos. Decia el Rey David: El principio de la sabiduria es el Irat Hashem. Aunque veamos mucha gente sabia que no teme a D»s, debemos saber que no siempre la sabiduria conduce a lo bueno. Somos testigos del gran nivel cultural de la Alemania nazi… ¿para que emplearon sus conocimientos? Solo para matar.

Ahora podemos comprender un poco mejor por que la sabiduria verdadera esta ligada al temor de Hashem, pues ella junto al Irat Shamaim, traera el bien a la humanidad.

Rab Moshe M Hoffer


Tercer comentario – ¡Bienvenido a Sdom!

El avión se acercaba a Sdom. Desde el aire se veía la más bella de las ciudades, sus calles inmaculadas, sus lagos y fuentes de agua limpios y sus imponentes y artísticas construcciones. Era exactamente como en las postales. No por nada, todos querían visitarla.

Bajando del avión, saqué mi pasaporte del bolsillo y dentro del gentío intenté buscar la fila adecuada para pasar el control de migraciones. El letrero luminoso declaraba a los recién llegados: «Bienvenido a Sdom – Immigration Service». Más abajo, los carteles dirigían a los viajeros a las cabinas donde serían atendidos. Las cabinas 1 a 4 estaban reservadas para residentes de Sdom en posesión de su «green card» que los identificaba como tales. Desde la 5 a la 8, estaban destinadas para los visitantes V.I.P. que ostentaban tarjetas de crédito «de oro» o dinero en efectivo suficiente para garantizar que su estadía no significaría un cargo al tesoro nacional que era por cierto muy preciso y no contemplaba la posibilidad de desperdiciar dinero en extranjeros inútiles a la economía local. Dado que yo venía como representante de una empresa multinacional e invitado especialmente por la gobernación local, me ubiqué en esa fila. Las filas 9 a 12 estaban marcadas para «indocumentados, colectores de limosnas desautorizados y desocupados en búsqueda de trabajo». Desde mi lugar intenté ver hacia dónde se orientaban a las personas que habían cruzado las cabinas. Todos los que desfilaban por las primeras ocho filas, seguían hacia las limusinas que los esperaban afuera con choferes de guantes blancos. Los demás, los llevaban a gritos hacia una sala que lucía la inscripción «Sala de instrucción cívica». Al lado, había otra sala en la que decía: «reincidentes». Primero pensé que se trataba de los que no habían aprobado la materia en la escuela. Sin embargo, a medida que adelantaba la fila y me acercaba hacia la cabina, escuché que los gritos venían de ambas salas. De repente, se entreabrió la puerta de la sala y pude alcanzar a divisar las personas que gritaban y algunos elementos de tortura. La puerta se cerró inmediatamente. Algunas personas habrían visto lo mismo que yo e intentaban pasarse de su fila a la nuestra, pero el inspector revisaba minuciosamente los documentos que presentaba cada uno para constatar su autenticidad. Por si acaso, controlé nuevamente mis documentos… ¿mi billetera? ¿mi tarjeta de crédito? ¿dónde la puse? ¡¿dónde la puse?! Empecé a buscar y pensar frenéticamente. ¿La dejé en el avión? ¿Me la olvidé en casa? ¿¡y si no me aceptan los papeles?! Comencé a transpirar profusamente… cuando, imprevistamente, sonó el despertador.

¡Bienvenido a Sdom!

La sola mención del nombre «Sdom» le hace pasar un escalofrío por la espalda. La Torá está colmada con historias de personas buenas y malas, de su infortunio y destino. Son todas fuentes de enseñanza para nosotros, que pertenecemos a las generaciones posteriores. Sin embargo, la idea de una ciudad que se tornó totalmente hasta que no quedara ningún vestigio de ella, llama profundamente la atención. Algo muy terrible debe haber ocurrido como para que tenga consecuencias de tal magnitud y quede registrado en la Torá para nuestro análisis.

¿Qué hicieron tan terrible?

La gente de Sdom no nació en un vacío histórico. Previamente, la generación del diluvio había sido penada por ladrona y violenta. No respetaban la propiedad y las pertenencias del prójimo. «El que dice lo tuyo es mío, y lo mío es mío, es un malvado» (Pirkéi Avot 5:13). Le siguió la generación de la construcción de la Torre de Bavel y a la posterior dispersión. No respetaron la individualidad moral del ser humano y fue su gesta rebelarse colectivamente en contra de D»s. «El que dice lo tuyo es mío, y lo mío es tuyo, es un ignorante». Luego de la dispersión le tocó a los habitantes de Sdom el lugar más fértil y económicamente privilegiado de toda la tierra. A escasos 52 años desde su fundación, no sentían que fuese su rol compartir esta ventaja con toda la humanidad. En fin, nunca podría una ciudad sola, resolver el problema de la desocupación y miseria de todo el planeta. Decidieron pues, imponer leyes de inmigración estrictas para evitar el constante flujo de personas desafortunadas que llegaban a la ciudad para probar su suerte allí.

Ahora bien. La ambición es una condición humana no poco frecuente. ¿Es, sin embargo, tan grave como para ser sancionada de modo tan severo? Veamos cómo examina la misma Mishná que mencionamos anteriormente la naturaleza de Sdom. «El que dice lo tuyo es tuyo, y lo mío es mío, es una persona promedio, y hay quienes dicen que esa era la característica de Sdom». La avaricia suele ser una característica «promedio». Promedio denota que es corriente. Lo cual no significa, en absoluto, que esté bien. La gran mayoría de la gente se ofendería si la tildaran abiertamente de avara. Es muy probable que no dirían las palabras textuales y contundentes: «lo mío es mío, lo tuyo es tuyo». Pero, hay modos más sutiles de expresar estos sentimientos. Por ejemplo: «vos te tenés que ocupar de lo tuyo», «no quiero que me pasen por encima», «vos ofrecés un dedo y te llevan toda la mano», «se están aprovechando de vos», «una cosa es ser bueno, otra es ser tonto». La sociedad inventó muchas maneras de manifestar la falta de colaboración sin que uno se deba sentir culpable o mezquino. El común de la gente sostiene, entonces, que vivir bajo la norma de lo aceptado por la sociedad es correcto. Si una persona sale de la norma y una vez de cada tanto da algo de sí, entonces, por eso solo, se siente que ya es un santo. Ese sentimiento es un exponente de la mediocridad ordinaria de la sociedad.

Sin embargo, mientras esto es una cuestión particular de cada uno, aun con lo grave que es, no llega a compararse con lo acontecido en Sdom. En Sdom, la actitud aislacionista y xenófoba era la política oficial del estado. No querían personas necesitadas en su «country exclusivo», porque quedaba mal, porque los haría sentir culpables y porque no querían gastar lo que sentían les pertenecía.

La mezquindad hacia terceros no solo era legal, sino ¡obligación cívica! Aun los propios Sdomitas serían castigados en caso de violar esta ley. Si todo esto nos parece lejano a la realidad, recordemos que los decretos antisemitas de Nüremberg, también fueron redactados por abogados expertos. La ley nunca puede ser espiritualmente superior a quien la redacta. En todo caso es peor, pues mientras una persona que está obrando fuera de la ley puede tomar conciencia del hecho de que está obrando mal, al momento de redactar leyes corruptas, esto le da un aire de urbanidad y civismo a la maldad.

Al describir la naturaleza de Sdom, los exegetas Onkelos y Rash»í explican el versículo que los describe como»inicuos y perversos»: «inicuos – con sus bienes, perversos – con su carne» (otras opiniones invierten el orden de ambos males). Es decir, que en su conducta se sumaba la ofensa de la avaricia con el descaro en la lujuria.

¿Existe alguna relación entre ambas impertinencias, o simplemente fue coincidencia que su comportamiento fallara en estos dos frentes?

Probablemente exista una relación íntima entre ambos males: tanto la inclinación a no compartir lo propio, como la búsqueda de placeres físicos provienen de la falta del reconocimiento de la Autoridad absoluta de D»s y de la consecuente soberbia humana que se cree poderlo todo. Hoy en día también los países desarrollados creen que son superiores por poseer economías más firmes y, no por casualidad, se convirtieron en el ejemplo de la corrupción moral más indigna que abarca públicamente a las familias monárquicas y a los mandatarios más célebres y poderosos, sin que esto causara la más mínima señal de vergüenza. El hedonismo y el egoísmo nacen de la misma fuente idólatra en aquel entonces, al igual que hoy.

Los habitantes de Sdom no podían creer lo que estaba por ocurrir: cuando Lot, sobrino de Avraham intentó anunciar la inminente destrucción a sus yernos, éstos se le rieron en la cara retrucándole: «¡hay música y alegría en este sitio, y tú hablas de catástrofe!» La altanería humana no admite, en su arrogancia, la contingencia de su derrumbe.

Al otro extremo del espectro moral estaba Avraham el prototipo de: «El que dice lo mío es tuyo, y lo tuyo es tuyo, es el piadoso». Avraham construyó el primer pilar de generosidad, sobre el cual se basaría el futuro pueblo de Israel.

Daniel Oppenheimer


Cuarto comentario – Ya Desde Aquel Momento……

De la lectura de esta semana, podemos ver el comienzo de la lucha de árabes contra judíos por la tierra de Israel, la cual perdura hasta nuestros días.

En realidad los motivos ya se vieron en la sección de la semana anterior, donde hay una aparente contradicción entre los versículos, cuando D-s promete a Abraham que su descendencia heredará la tierra.

«En aquel día hizo D-s un pacto con Abram diciendo: A tu simiente he dado esta tierra, desde el río de Egipto hasta el río grande, el río Eufrates; Al Quineo, al Quineceo, al Cadmoneo; Y los Hititas y los Prizitas y los Refaitas; Al Emoreo Al Canaaneo y los Guirgashitas y los Yevusitas» (Génesis 15.18-21)

Y dos capítulos más adelante achicó considerablemente los límites de la tierra de Israel, diciendo así: «Y te daré a ti, y a tu simiente después de ti la tierra de tus peregrinaciones, toda la tierra de Canaan, por posesión perpetua y seré el D-s de ellos. (Génesis 17.8) [es decir sólo la parte de Canaan].

¿Qué pasó? ¿Por qué lo redujo? ¿Por qué el cambio en tan poco tiempo?

Entre los versículos sucedió algo importante que cambió la historia: Nació Ishmael. Fíjate en Génesis, capítulo 16.

Por lo tanto, se cumple la promesa de D-s de manera integra, sólo que se dividió en dos partes: Isjak e Ishmael, ambos hijos legítimos de Abraham. La mayor parte la heredó Ishmael -como vemos hasta hoy día-.

Sólo la parte de Israel, al oeste, heredará Isjak, y cuando D-s le ordena a Abraham sobre la circuncisión (precepto que posibilitó el nacimiento de Isjak y es el mérito por el cual heredará Israel) le dice «a tu simiente después de ti, la tierra de tus peregrinaciones, toda la tierra de Canaan,» mientras que en la primer promesa solo le dice, «A tu simiente he dado esta tierra,».

Los dos fueron herederos, pero solo Isjak, fue el heredero espiritual, por eso lo considera simiente después de ti -no Ishmael que sólo lo considera tú simiente-.

Es decir D-s cumplió su promesa, sólo que Abraham provocó la división al procrear a Ishmael. En época mesiánica, la descendencia de Isjak heredará todos los límites de la promesa, sólo que con nuevas condiciones.

Pero volviendo a lo nuestro, tenemos el problema de Medio Oriente, que ya comenzó en la sección de Lej Leja, y prosigue en la nuestra. A Ishmael no le parece la división y quiere, desea y ambiciona también esa partecita que tiene Isjak llamada Israel, por lo que comienza a accionar para quitársela de cualquier forma.

Una de estas acciones, dice el versículo en Génesis 21.9: «Y vio Sara al hijo de Hagar la egipcia quien le dio un hijo a Abraham Mesajek» (se burla).

La palabra «Mesajek» tiene muchas explicaciones en el Midrash (ejemplo, idolatría depravación y asesinato), y todas tienen la misma finalidad: la herencia, lo que se deduce por la reacción de Sara, quien le dice a Abraham «Echa a esta sierva junto a su hijo, porque no heredará el hijo de esta sierva con mi hijo, Isjak.» (21.10).

Es decir, Ishmael creyó con todo su corazón que le correspondía a él ser el heredero de todo, incluso de las bendiciones espirituales, y por eso procuró matar o pervertir a Isjak.

Cuenta el Midrash, «Le dijo Ishmael a Isjak, vayamos a ver nuestro campo y llevaba consigo flechas y tiraba en dirección a Isjak, y se hacia como si estaba jugando».

Vemos que desde el comienzo hubo engaño e intento de asesinato, y eran los medios legítimos para decidir la cuestión. Según el Midrash, desde ese día se convirtió Israel en una tierra en litigio hasta hoy día.

Nuestros sabios «vieron» todo el futuro en esta sección y supieron que los sucesos de Bereshit se repetirían. Por eso anunciaron que en nuestro regreso a Israel, se levantarán contra nosotros la descendencia de Ishmael y harán todo para impedirlo (los primeros enemigos serán los últimos).

Hay muchos lugares donde los sabios dijeron ésto, como ser el Zohar (hace 1700 años aprox.): «Y en el futuro los descendientes de Ishmael, dominaran sobre la sagrada tierra mucho tiempo, mientras esta este vacía, tal como la circuncisión de ellos es incompleta, y ellos impedirán a los hijos de Israel retornar a su lugar hasta que les acabe el mérito (de la circuncisión, ya que los árabes también se circuncidan) de los hijos de Ishmael.» (Vaerá, Shemot 32)

«Y los hijos de Ishmael, en el futuro, intentarán llegar junto a otros pueblos (o con el apoyo) a Jerusalem y se juntarán todos los pueblos, y harán paz entre ellos para destruir a Israel y será un momento de sufrimiento para Israel, pero no serán destruidos pues de allí saldrá la salvación» (Zohar – Rab M. Kordobero)

La increíble visión de los sabios se demuestra en su capacidad de escribir estas palabras cuando no había señal alguna de que se pudiera llegar a esta situación. Parecería que fueron escritos hoy día, una especie de resumen noticioso del último año.

Nadie se olvida como Irán e Irak lucharon entre sí y probaron todo tipo de armas causando cientos de miles de víctimas. Así también recordamos que el conflicto no fue obstáculo alguno para aliarse contra Israel en la Guerra del Golfo.

Otra de las cosas increíbles que los sabios «vieron» fue la posición que adoptaría la opinión pública. Directa e indirectamente estuvo en contra de Israel y a favor de Ishmael (ONU). Todas cosas ilógicas.

La ideología sionista, que buscó un lugar físico para los judíos como gran solución contra las persecuciones sufridas por nuestro pueblo, nunca soñó que eso justamente sería la causa de muchos problemas a nivel internacional. Aunque ellos creyeron una cosa, la realidad demostró ser otra.

Nuestros sabios, que tenían la capacidad de ver espiritualmente, supieron esto de antemano y entendieron que el pueblo, en su regreso a Israel, deberá sortear los siguientes sucesos:

1.. Ataques sangrientos y violentos. 2.. Los hijos de Ishmael serán los enemigos más importantes. 3.. Estos serán exitosos incluso en recibir la ayuda de gran parte de la humanidad.

El hecho que sabían de antemano nos da una seguridad que ellos entendían cuáles son los motivos y cuáles las consecuencias.

Iosef Meta.

Nota: El nombre de Abram, es cambiado por D-s y pasa a ser Abraham. Ver Génesis 17.5.

2 comentarios
  1. Gloria Rendina

    Que importantes todas sus enseñanzas Baruj Hashem debemos seguir las tefilot por Israel. Hashem bendiga a Israel!Shabat Shalom Umevoraj

    04/11/2017 a las 01:01
  2. Franklin urdaneta

    Exelente Enseñanza, Hashem le siga dando sabiduría. ¡Shabbat Shalom!

    07/11/2020 a las 15:13

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