Ascendiendo
Reshit Jojmá (El principio de la Sabiduría)
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Unificación de la Shejiná

Extraído del Portal del Amor, Del Rabí Eliahu de Vidas. Traducción de Simja H. Benyosef

El modo en que puedes unificar a la Shejiná por medio de tu estudio de Torá se explica en los Tikunim [1]:

El Fiel Pastor vino y cogió una honda. Luego dijo [los nombres de los Taamim (las notas musicales con las cuales se lee la Torá en la sinagoga) – zarká, makaf, shofar holej, segoltá – que aluden al mundo más elevado de Atsilut-Cercanía.]
Cogió tres piedras y las lanzó hacia arriba. Al lanzarlas, se aunaron, volviéndose una sola piedra. Dijo [Moshé] a los líderes de las academias celestiales: Acepten esta piedra, porque representa a la Shejiná en exilio, y no hay quien La estimule y La haga deseable a Su Amado. Además, cuántos sabios hay aquí que estudian la ley oral día y noche, analizando sus dificultades, y gritan como perros, «¡Dame, dame!» así como en Gehinom, donde todos gritan «¡Dame, dame!» Como dice el versículo [2]: «La tumba tiene dos hijas [que dicen]: ¡Dame, dame!» Danos riqueza en este mundo y también en el mundo venidero. Así lo enseñan nuestros sabios [3], «si estudias mucha Torá, recibirás una gran recompensa».

No hay quien estudie con la intención de elevar a la Shejiná de Su exilio y de unificarla con Su Amado. Es como si todos fueran ciegos y tuviesen el corazón bloqueado. Debido a esto, una voz proclama todas las noches cuando el Altísimo desciende al Jardín del Edén y las almas ascienden ante él. Como dice el versículo [4]: «Una voz grita: ¡Anunciad!» Decidles que estudien Torá para unificar a la Shejiná y al Altísimo, como David, que dijo [5], «no daré sueño a mis ojos, ni haré dormitar mis párpados, hasta que encuentre un lugar para el Eterno». David estudiaba Torá con el propósito de unificar a su Madre – acerca de quien está escrito [6], «no abandones las enseñanzas de tu Madre» – con Su Amado.

Del aspecto de jesed, la Shejiná se llama Bondad; del de guevurá-reserva, se llama Servicio; y del aspecto de la Columna central, tiferet-armonía, se llama Torá. Y no hay quien la estimule con estos rasgos con el propósito de unificarla con Su Amado, como dice el versículo [7]: «No hay quien La guíe entre todos los hijos que ha dado a luz, ni hay nadie que La lleve de la mano». Por resultado, dice una voz [8]: «¿Qué anunciaré? Que toda la carne es como hierba», es decir, que sólo estudian Torá para poder degollar carne. Estos son los ignorantes.

Y los que se esfuerzan por hacer obras de amor y de estudiar Torá lo hacen por su propio beneficio, como está escrito al respecto [9], «¡Toda su bondad es como la flor del campo!» Todos los que estudien con motivos ulteriores no tendrán Ruaj Hakodesh (espíritu de inspiración Divina); la Shejiná no vendrá a morar en ellos. Como está escrito [10], «porque se acordó de que no eran más que carne, un soplo que pasa y no vuelve».

La cita que precede explica el gran valor del estudio de la Torá cuando lo haces con la intención de unificar a la Shejiná. No lo hagas con un motivo personal, como el de adquirir sabiduría, o ganarte una recompensa en el mundo venidero, porque esto hace rugir a la Shejiná, y exclama, «¡Toda su bondad es como la flor del campo!» La actidud que se espera de ti es la del hijo, más que la del siervo, porque el hijo no piensa en recibir recompensa al servir a su padre, y quien sirve a Dios con la idea de recibir recompensa será castigado. Anotan los Tikunim [11]:

Quien ama y teme a Dios con la intención de ser recompensado es como un siervo – [y recibirá su recompensa del ángel Metatron, llamado «siervo», y no del Altísimo]; como dice el versículo,[12] «Por tres cosas se estremece la tierra… el siervo cuando reina…» [la tierra alude a la Shejiná, que tiembla de rabia cuando los hombres aumentan la importancia del «siervo» – Metatron – al llevar a cabo su servicio Divino con motivos ulteriores.]

Los Tikunim también mencionan tu obligación de estudiar la ley oral para unificar a la Shejiná: [13]

Dignos de alabanza son los que se esfuerzan por cumplir los preceptos de la Torá para favorecer a la Shejiná; [el Tikuné Zohar ahora explica el significado de «esforzarse por la Shejiná«.] Ella mora con todos los que se sumen en el complejo estudio de la halajá para aprender el cumplimiento de los preceptos con la intención de elevarla de Su exilio, porque dice el versículo[14], «por vuestras transgresiones fue repudiada vuestra madre», y para llevarla a Su Amado para que El la coja en Sus brazos. Como dice el versículo: «está Su mano izquierda debajo de mi cabeza», y «me abraza Su diestra». El «abrazo» será culminado por el yijud-unificación total.

Te piden estudiar Torá en el primer párrafo de la Shemá[15], «y llevarás dentro del corazón estos mandatos que te doy hoy». El mensaje es: las enseñanzas de la Torá han de estar «dentro de tu corazón». Estúdialas con tu corazón y con tu alma.

  • Los inculcarás a tus hijos»: las enseñanzas de la Torá han de estar en tus labios. [16]
    Las palabras que siguen son: [17]
  • Y hablarás de ellos»: piensa en ellas constantemente.
  • cuando estés en tu casa, cuando viajes, cuando te acuestes y cuando te levantes»: estas son cuatro veces en que debes estudiar Torá, de modo que no estés nunca sin Torá.

La Torá es el Arbol de la Vida y por consiguiente el elemento fundamental por medio del cual puedes vincularte al cielo, como lo explica el Zohar[18]:

El consejo principal que nos dan para nuestra estancia en este mundo es de estudiar la Torá día y noche, sin apartarnos de sus enseñanzas. Como dice el versículo,[19] «meditarás en él día y noche». ¡Ay de los que se separan de la Torá! Es como si se separasen de la vida.

La Shejiná también se unifica en el cielo por medio del estudio de Torá que hacen en la tierra. Como el estudio de Torá es el modo esencial de encender Su deseo, a través de este estudio se estimula el yijud-unificación amoroso entre Ella y el Altísimo. Como lo explica el Zohar:[20]

¡Ven y mira! La llave de este concepto esotérico es que la Comunidad de Israel – la Shejiná – sólo puede mantenerse delante del Rey mediante [la fuerza] de la Torá. Cuando el pueblo de Israel estudia Torá en la tierra, la Comunidad de Israel mora con ellos, pero cuando cesan de estudiar, no puede quedarse con ellos ni un instante. Así, pues, cuando se enciende [el deseo de] la Comunidad de Israel de estar con el Rey [a través de la fuerza de nuestro estudio de Torá en la tierra], Su propia fuerza aumenta y el Santo Rey se regocija al recibirla. Sin embargo, cuando la Comunidad de Israel se presenta ante el Rey y [la fuerza de la] Torá no la respalda, Su [propia] fuerza está disminuida. ¡Ay de los que debilitan el poder celestial! A la inversa ¡dignos de alabanza son los que persiguen con fervor sus estudios de Torá!

En forma análoga, el Zohar [21] explica el versículo[22], «pues él es tu vida y la prolongación de tus días, habitando en la tierra». El mensaje es que la Shejiná sólo mora con bienestar, en el cielo así como en la tierra, mediante el estudio de Torá.

He encontrado este secreto en las enseñanzas de Rabí Hamenuna el Anciano, que interpretó el verso anterior aplicándolo a la Comunidad de Israel. Como está escrito, [23]«no disminuirá su comida – [la shefa dirigida a la Shejiná desde tiferet-armonía] – su vestimenta – [las rectificaciones que recibe la Shejiná desde biná-entendimiento] – ni sus relaciones maritales – [la energía que recibe la Shejiná desde jojmá-sabiduría].» Y si se Le disminuyen ¿qué dice el versículo? [24]«Si no cumple con estas tres cosas para ella, ella se irá libre de cargo, sin pago», [se irá exilada], como está escrito[25]: «¿Dónde está la carta de divorcio de vuestra madre, con la cual Yo la repudié?», y también,[26] «Fuisteis vendidos por nada, y seréis rescatados sin dinero». Y negarle la Torá [a la Shejiná] es como impedir a un hombre de estar con su esposa, dejándola así como una viuda que no ha enviudado, como lo dice el versículo[27], «¡Se ha tornado [como una] viuda!»

En contraste con otras mitsvot, el estudio de la Torá favorece a la Shejiná de tres modos distintos, como lo sugiere el versículo, «no disminuirá su comida, su vestimenta ni sus relaciones maritales». Así, pues, como lo explica el Zohar que precede, no estudiar Torá equivale a separar a una mujer de su esposo; porque el marido provee para su mujer la comida, la vestimenta y la relación marital. De estos tres, la relación conyugal – infligirle al cuerpo el malestar de negarle la relación marital durante la semana con el fin de estudiar para favorecer a la Shejiná – es el más importante.

Por lo tanto, la Shejiná se rectifica mediante el estudio de Torá más que por cualquier otra mitsvá. El estudio de Torá es la mitsvá más importante y el núcleo de toda la Torá, porque el estudio te conduce a la obra, y así, a cumplir todas las mitsvot. Más aún, quien no estudia no cumple tampoco la Torá, como lo explican los sabios y como lo explicaremos en el próxima portal.

Shejiná

Imagina que la totalidad del pueblo judío estuviese reunida en cierto espacio. Las partes de sus almas fuera de sus cuerpos tienen niveles que llegan a Dios mismo. El centro de contacto donde se reúnen las almas judías no constituyen un punto sino una entidad completa que posee las características de una persona, salvo que esta «persona» no es física sino espiritual. Esta es la llamada Shejiná, o Maljut.

Como la Shejiná es la estructura colectiva de las almas judías, le afectan directamente las transgresiones humanas. A la inversa, cuando el individuo se supera en el cumplimiento de la Torá esforzándose en su servicio por amor a la Shejiná con la intención de aliviarla de Su aflicción, eleva la Shejiná al reino celestial y logra lo que se denomina un yijud (unificación).

La Cabalá distingue entre dos yijudim fundamentales: uno más bajo, de las Fuerzas Divinas Providenciales, y otro más excelso, de las Fuerzas Divinas Creativas. Ambas unificaciones causan que aumente el shefa dirigido al mundo material. Algunos piadosos depuran las partes de su cuerpo a través de los diversos aspectos de su servicio, de tal modo que ellos mismos se vuelven una morada para la Shejiná, y pueden estar plenamente conscientes del espíritu Divino residente en su interior.

Tal es el propósito esencial de la Creación: el ser humano ha de alcanzar por su propio esfuerzo, el oneg (deleite) del apego a la Presencia Divina mientras viva en este mundo, para poder continuar desarrollándolo cuando esté en el otro mundo. La dinámica de la realización de este propósito es lo que nos enseña Rabí De Vidas en su Principio de la Sabiduría.

1-Tikuné Zohar Jadash 97b.
2-Proverbios 30:15.
3-Avot 2:16.
4-Isaías 40:6.
5-Salmos 132:4-5.
6-Proverbios 1:8.
7-Isaías 51:18.
8-Isaías 40:6.
9-Isaías 40:6.
10-Salmos 78:39.
11-Tikuné Zohar 73b.
12-Proverbios 30:21.
13-Introducción al Tikuné Zohar 14b.
14-Cantar de los Cantares 2:6.
15-Deuteronomio 6:6.
16-Tratado Kidushín 30a.
17-Tratado Yomá 19b.
18-Zohar Vaetjanán 260a.
19-Josué 1:8.
20-Zohar Vayikrá 22a.
21-Zohar Vaetjanán 268a.
22-Deuteronomio 30:20.
23-éxodo 21:10.
24-éxodo 21:11.
25-Isaías 50:1.
26-Isaías 52:3.
27-Lamentaciones 1:1.

Rabí Eliahu de Vidas

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