Una rosa es una rosa

«Una rosa, aunque con otro nombre, olerá siempre dulce»
«Una rosa es siempre una rosa».
Estas dos frases son básicamente verdad cuando hablamos de una rosa, excepto cuando, por alguna razón ella crece en medio de una plantación de maíz. Entonces, por lo menos para el granjero, no se trata de una rosa sino de una maleza. ¡Y si posee cuantiosas, afiladas y sobresalientes espinas, es peor aún! La idea de que algo puede ser bueno, positivo o apreciado en un tipo de situación, pero considerado malo, negativo o no respetuoso en otras, no es sólo aplicable a las rosas. Por ejemplo, el Rebe Anterior de Lubavitch, Rabí Iosef Itzjak Schneerson, pronunció una frase de poderoso sentido: «En temas materiales la persona debe mirar siempre a quien se encuentra en una situación inferior a él, y agradecer a Di-s por su bondad. En cuanto a lo espiritual, el individuo debe mirar a quien lo supera y rogar a Di-s que le otorgue la inteligencia para poder aprender del otro, y la habilidad y fortaleza para elevarse aún más»
Seguramente, suena a algo que nuestras madres nos han dicho cuando éramos niños y deseábamos todo lo que veíamos en la juguetería, o por lo menos queríamos tener la misma bicicleta que tenía nuestro vecino de al lado.
«Puedes mirar hacia arriba o hacia abajo» nos decían. Esa reprimenda y el consejo del Rebe Anterior, son una sana recomendación para estos días de consumismo feroz y cuando los niños tienen todo lo que desean, ¿o no? Es importante, de todas formas, subrayar el énfasis que Rabí Iosef Itzjak pone en mirar hacia arriba y hacia abajo. En cuestiones físicas debes observar a quienes tienen menos, y entonces te sentirás satisfecho con lo que tienes. Pero cuando llegamos al terreno espiritual, debes buscar la guía y dirección de quienes pudieron desarrollarse y refinarse, logrando que esto se refleje en su relación con Di-s, más que tú.
Estos pensamientos se repiten en la responsa que envía Rabí Shneur Zalman de Liadí, fundador del movimiento Jasídico Jabad, a un joven genio, conocido por sus increíbles dones intelectuales. Pero él va un escalón más allá «Lo físico y lo espiritual son antagónicos en su esencia», le expresó a su alumno, «Algo que es una virtud en lo material, es un defecto en lo espiritual. En los temas físicos, «quien está conforme con lo que tiene», es una persona muy especial, y poseyendo este rasgo en su personalidad, podrá alcanzar un nivel muy elevado. Sin embargo, en los aspectos espirituales, sentirse satisfecho con lo logrado es la peor de las deficiencias, y conduce a -Di-s no lo permita- un descenso y caída».
Una rosa es una rosa, salvo cuando es una mala hierba.
(extraído de La enseñanza semanal de Jabad Lubavitch, www.jabad.org.ar).