Tu bishvat, Purim, Sucot y la curacion natural
Avraham Abrahami es MD PhD (Hom), Médico de Naturopatía y Homeopatía, L Eng, C M Eng, Profesor Emeritus
A. La Conexión Purím Tu BiShvat
En Tu BiShvat comemos numerosas frutas, peirot en hebreo.
Cuando miraba los nombres, purím y peirot, me llamó la atención cuán similares son. Dentro de estas palabras he descubierto nexos que vinculan la Torá, la Cabalá, y la curación natural.
Por supuesto, está la comida especial de frutas en Tu BiShvat y la Seudat Mitzvá (Comida Festiva) del día de Purím, además de las oportunidades de ambos que tienen algo en común.
Las palabras Purím y peirot tienen, cada una, 4 letras hebreas idénticas: Pei, Vav, Reish, y Iud. La única diferencia está en sus terminaciones. Tanto Purím como peirot contienen, cada una de ellas, las 3 letras de la palabra Pri, fruta. En Tu BiShvat bendecimos a Di-s y comemos frutas, al tiempo que reconocemos y damos gracias por la Divina abundancia del producto de la naturaleza. En Purím, por el otro lado, agradecemos a Di-s y nos regocijamos con otro tipo de fruta: la abundancia de Divino Jésed (Bondad) y salvación de las perversas manos de Hamán y sus secuaces.
Uno puede practicar la conexión entre Tu BiShvat y Purím mediante la mitzvá de Mishloaj Manot con un énfasis en las frutas. Ellas son ciertamente más saludables que las galletas y golosinas.
Una idea óptima es incorporar algunas nueces y frutas secas. Hay otro nexo entre Tu BiShvat y el Envío (Mishloaj) de frutas y porciones (Manot) de Oznei Hamán. La guematriá (valor numérico) de TU es 15. El valor numérico de la palabra Mishloaj es 384, y cuando sumas 3+8+4, tienes 15 o TU.
Volvamos a las 4 letras claves: Pei, Vav, Reish, y Iud. Ellas forman también la palabra hebrea Ripúi, que significa curación. Tu BiShvat nos recuerda que la curación de la naturaleza es provista dentro de las frutas, plantas y hierbas que el Omnipotente creó para que nosotros disfrutemos y explotemos. Purím, en paralelo, simboliza la curadora mano de Di-s que nos devolvió a la vida del borde de la muerte y destrucción total.
Esto se hizo también en el momento del Exodo de Egipto: «beIad Jazaká uBizróa Netuiá» (`Con mano fuerte y brazo extendido’). Iad, en guematriá, es 14 (10+4); una alusión al 14 de Adar, fecha en que cae Purím.
La Torá fue dada a Israel en Sinaí después del éxodo de Egipto. Sin embargo, antes del momento de los milagros de Purím, la Torá fue re aseverada y recibida nuevamente, esta vez con amor, por el pueblo judío (Guemará Meguilá). La experiencia de Purím está para enseñarnos que no hay nadie en el mundo en quien podamos confiar, excepto el Omnipotente, quien nos bendice y nos salva del apuro, cuando nos adherimos a Sus mandamientos. Cuando nos alejamos de El, Su paraguas protector deja de estar sobre nosotros para proveernos amparo. Los sucesos sumamente dolorosos que hemos experimentado por más de 2000 años testimonian esta simple verdad.
La palabra Meguilá (sin la letra Iud, como puede ser deletreada en hebreo) tiene el valor numérico de 78; sume 7+8, y obtendrá 15, como en TU, el 15 (de Shvat).
Entre Tu BiShvat y Purím (el 14 de Adar) hay 28 días. 2+8 suma 10, una pista de los 10 milagros que sucedían dentro del Beit HaMikdash (Pirké Avot), las 10 plagas con que Di-s golpeó a Egipto, los 10 milagros acaecidos sobre el Mar Rojo, etc.
La Guemará Meguilá (1,16) alude a la conexión que hay entre el vino y el regocijo por la salvación de Purím. Dice que Iosef envió a Iaacov un vino excelente, el mejor de Egipto. En la palabra Iad puede haber una pista de la dulce redención; sus letras son iniciales de: Iáin (vino) y Dvash (miel).
Iad también significa: Iud (10) Devarím (cosas: los 10 mandamientos, 10 plagas, 10 milagros, etc.).
La palabra Ilán (árbol) tiene el valor numérico de 91, que es también la guematriá de las iniciales del principal versículo del famoso Salmo que comienza con las palabras «Ashréi Ioshvéi Beiteja…«, específicamente: «Potéaj Et Iadéja» (`Tú abres Tu mano’, Pei [80], Alef [1], Iud [10]). Las letras finales de estas mismas 3 palabras son Jet, Taf, y Jaf, que suman 428. 4+2+8, es 14 (de Adar); ello alude a la abundancia de alimento enfatizada por las comidas especiales en Tu BiShvat y Purím.
El versículo de la Torá «…haAdam Etz haSadé» (`el hombre es el árbol del campo’), compara al hombre con el árbol Ilán; refuerza el concepto de crecer y rendir frutos. Las frutas son vistas en el sentido físico, y también dentro del marco de cumplir las mitzvot y hacer actos de bien, los que resultan del estudio de la Torá.
En cuanto al número 91, vale la pena notar que cuando respondemos Amén que tiene el mismo valor, 91 a la bendición pronunciada por otro, estamos abarcando los dos Nombres de Di-s: Y H V H (Havaiá, el Tetragrámaton), y A D N I (A do nai). Cada vez que recitamos una bendición y alguien contesta Amén, la Presencia Divina se acerca más, y trae bendición a lo que hacemos.
Cada vez que recitamos plegarias con sinceridad, nos abocamos al estudio de la Torá, y ejecutamos mitzvot, el efecto es idéntico. Esta es la razón principal por la que se deba rezar con Kavaná (concentración): para que Di-s responda positiva y generosamente a nuestras necesidades.
B. Introducción a Tu BiShvat
Recuerdo ser llevado de niño, junto con el resto de mi clase, a plantar un nuevo árbol en Israel en Tu BiShvat. Ahora más que nunca, cuando manos perversas terroristas prenden fuego a árboles en Eretz Israel, debemos recordar la importancia de los árboles y Tu BiShvat.
El 15 de Shvat es el año nuevo para los árboles y para distribuir el diezmo de las frutas del árbol.
Hay otros tres años nuevos (Mishná, Rosh HaShaná 1;1):
1] El 1 de Nisán para la cuenta de los reyes y ejercicios financieros, y para `Sheloshá Regalím‘ Pesaj, Shavuot, y Sucot.
2] El 1 de Elul para distribuir el diezmo de los ganados.
3] El 1 de Tishrei por el conteo de los años.
Los años nuevos mencionados implican la inseparable conexión entre Di-s, su amado pueblo de Israel y la naturaleza, durante las cuatro estaciones: primavera, verano, otoño, e invierno el eterno ciclo de lectura de toda la Torá y las Haftarot.
Beit Shamai afirmó que el año nuevo para los árboles debería comenzar el 1 de Shvat. Nosotros seguimos a Beit Hilel: el 15 de Shvat o `Tet Vav’ (leído en hebreo como `TU‘). Hilel explica (Guemará Rosh HaShaná, 14a) que la mayoría de las lluvias del año han pasado, la resina de los árboles ha crecido, y las fruta se encuentra formándose de ahora en más (Rashi). Esto es así porque el 15 de Shvat está en medio del `Período [invernal de] Tevet’; desde ese momento en adelante, la fuerza del invierno se debilita, y la formación de la fruta es progresiva (Meíri). En ese momento el pueblo de Israel distribuye el diezmo de la fruta de árbol que se ha formado durante la nueva temporada de crecimiento. Este diezmo de las frutas era apartado y entregado a los Levitas, en la época del Gran Templo.
Tu BiShvat significa la renovación del árbol frutal dentro de la naturaleza, pero hay aspectos más profundos en él, que tocaré brevemente al final de este artículo.
Tómese por ejemplo el famoso versículo: «Etz Jaím hi laMajazikím Ba» (Proverbios 3:18), por medio del cual la Torá se compara a un árbol de vida para aquellos que se aferran a ella. Las frutas de Torá son los actos de bien, el cumplimiento de mitzvot, y Divrei Torá (palabras de Torá) transmitidas por Talmidéi Jajamím (eruditos) y Rabíes. Otro ejemplo: el prólogo a las plegarias de Shajarit y Minjá en el Sidur Sefaradí y en algunos Sidurím jasídicos se llama: Pataj Eliahu (un texto cabalístico de la Introducción al Zohar). Bosqueja las diez Emanaciones Celestiales (llamadas Sefirot) en una estructura arbórea, como los canales a través de los cuales Di-s Se relaciona con nosotros. Las Sefirot también se corresponden con los principales órganos y centros de energía del cuerpo (o sea, `Jésed‘, Bondad, el brazo derecho; `Guevurá‘, Juicio; el brazo izquierdo, etc.).
C. Introducción a Tu BiShvat
Es una hermosa antigua costumbre sefaradí, seguida también por algunas comunidades jasídicas, preparar una mesa al estilo de la del Seder, tendida con una amplia variedad de frutas, en la noche o durante el día mismo de Tu BiShvat, y recitar bendiciones. También es deseable tener una fruta nueva para decir la bendición de Shehejeianu. Algunos hasta beben cuatro copas de vino y comen tartas de fruta. Y hay quienes acostumbran recitar porciones de la Biblia, la Mishná y el Zohar, basándose en el libro `Pri Etz Hadar‘ (Fruta de Arbol Esplendoroso) de Rabí Iaacov Rekaj.
Este libro relaciona la conexión entre tipos específicos de fruta y las secciones relevantes de la Torá, la Mishná y el Zohar. Antes de recitar estas porciones específicas, la parte introductoria del `Seder‘ incluye la lectura de secciones de Génesis (los árboles frutales se crearon el martes), Iejezkel, Ioel, Salmos, y el Zohar, creando el ambiente, para decirlo de alguna manera.
Destacados en la selección de frutas están los cinco tipos característicos de Israel: Guéfen (uvas, pasas y vino), Teená (higos), Rimón (granada), Záit (aceitunas, aceite de oliva), y Dvash (dátiles, jarabe de dátiles). Junto a Jitá (trigo) y Seorá (cebada), tenemos los Siete Frutos Especiales de Israel.
Hay, sin embargo, unos 20 tipos de frutas, nueces y semillas mencionados en Pri Etz Hadar, que sirven para recitar las bendiciones de Boré Pri haEtz y Boré Pri haAdamá.
El número 7 (de Shivát [7] haMiním [especies]), es significativo en la Biblia y en la vida judía, y muchas páginas pueden escribirse al respecto. Merece mención, sin embargo, que en la medicina natural, el 7 se relaciona directamente con los 7 principales sistemas del cuerpo (esquelético, nervioso, circulatorio, etc.). Tal como los 7 sistemas del cuerpo trabajan juntos por medio de una integrada red de tejidos y células, así los 7 tipos se combinan holísticamente para nutrir a la persona.
Quisiera concentrarme ahora en los cinco tipos de fruta, alguna de las cuales debe estar en la mesa de Tu BiShvat, entre otras.
He delineado brevemente algunos aspectos de Guéfen (vino), Teená (higos), Rimón (granada) y Záit (aceituna).
Guéfen (uvas, pasas, vino)
Tal como el aceite de oliva (comparado a Israel) no se mezcla con el agua (comparada a las demás naciones), la viña no debe combinarse con ningún otro árbol frutal para crecer y producir una fruta híbrida (Kiláim, en hebreo).
Guéfen se menciona en numerosos lugares, particularmente en la Biblia. El vino alegra el corazón y asiste a la circulación, cuando es bebido con moderación. Las uvas agudizan la mente, y ayudan en casos de hemorragias y mordeduras (aplicado externamente), inflamación e infección, falta de apetito, cálculos de riñón, flatulencia y enfermedades del pulmón. Aunque no contienen muchas vitaminas, son una excelente fuente de fructosa (azúcar natural de fruta), esencial para la regeneración de las células y para la diabetes. Yo como usualmente uvas una o dos horas antes de irme a dormir, y lo he encontrado una práctica óptima.
La palabra Iáin (vino) contiene la sigla: Iesharím (derechos/honestos), Ieréim (temerosos de Di s), Neviím (profetas) una definición de Israel.
Iáin en guematriá es 70, que al igual que el 7 y el 10, es un número especial en nuestro patrimonio. Israel y la Torá pueden compararse al delicioso vino dulce. Para mencionar varios indicios: 70 Ancianos de Israel, 70 caras de la Torá, 70 lenguas de las naciones, con las que se dieron los 10 mandamientos en Monte Sinaí.
Teená (higo)
Los higos se mencionan muchas veces en la Biblia y el Talmud. El célebre versículo: «Eretz Zavat Jalav uDvash» (`tierra que mana leche y miel’) se relaciona estrechamente con los higos. El hermosamente ilustrado libro `Marpé haBósem‘ (Especie Aromática Curadora) de Rabí Moshé Cohén Shauli declara que nuestros Sabios interpretaron este versículo de la siguiente manera:
Los jugosos y grandes higos de Eretz Israel gotean un meloso jarabe, que se mezcla con la leche que gotea de las ubres de las cabras que pastan debajo. Esta es una hermosa explicación.
Los higos tienen gran valor nutritivo, y la higuera perdura por muchos años. Los higos son excelentes contra el estreñimiento y la indigestión, ayudan a la circulación y la vitalidad, y externamente son útiles contra los furúnculos. También promueven el amor y la fertilidad, y pueden ayudar en casos de impotencia.
Rimón (granada)
La palabra Rimón viene de la palabra ram, elevado. La cima del Rimón se parece a una corona, y es apropiado que nuestros Rollos de la Torá estén coronados con Rimoním.
Kéter, corona, es el más superior atributo Divino de las diez sefirot. Kéter, en guematriá, suma 620, que es el número de mitzvot: 613 de la Torá, más 7 de los Sabios. Es una costumbre sefaradí decir en Rosh HaShaná: «Iehí Ratzón Milfaneja HaShem Elokenu sheIrbú Zejuiotenu kaRimón» Sea Tu voluntad, Di s Omnipotente, que nuestros méritos se incrementen como [las semillas de] el Rimón.
En el Rimón hay un indicio adicional de perdón y piedad en sus colores, rojo, rosado y blanco. Tal como la cinta roja alrededor del pescuezo del Chivo Emisario (Mishná, Iomá) se volvía blanca como señal de que las transgresiones de Israel habían sido expiadas, el Rimón significa una transformación similar.
Las letras hebreas de rimón, suman 306. 306 es también la guematriá de la palabra ishé (holocausto), que se refiere a los sacrificios del Templo que expiaban por el pueblo de Israel.
La granada es buena para mejorar el poder de la memoria, limpiar la sangre y el estómago (de gusanos), y también ayuda en casos de diarrea y llagas bucales (gárgaras de jugo de granada).
Záit (aceituna, aceite de oliva)
El árbol y la rama del olivo son símbolos de paz, longevidad, abundancia, frescura y verdor, en tanto que el aceite de oliva es un símbolo de pureza y del ungido, el rey y Mashíaj de Israel.
HaShémen, el aceite, puede ver sus letras reordenadas para formar la palabra neshamá, alma, o Mishná. Recitamos Mishnaiot para elevar el alma del difunto, pero significativamente tomamos aceite de oliva para mejorar nuestra salud, para que podamos continuar estudiando la Biblia, la Mishná, el Talmud y el Zohar. Así, el aceite de oliva ayuda en este mundo, y en el Mundo Venidero.
Los expertos del corazón coinciden en que una de las mejores cosas para el corazón y la salud de la circulación es el aceite de oliva (junto al aceite de pescado). El aceite de oliva, que ayuda al cuerpo a librarse del indeseable colesterol, y ayuda contra el endurecimiento de las arterias, también lubrica las articulaciones para moverse más fácilmente y menos dolorosamente. Una cucharada de aceite de oliva al día [puede] alejar las enfermedades del corazón. Además, el aceite de oliva es útil para el estreñimiento. Una pizca usada externamente junto con extracto de mirto, es excelente para refregar sobre la piel escamosa seca, cabello que se cae, encías inflamadas, y áreas dolorosas del cuerpo.
D. La conexión entre Sucot y Tu BiShvat
La conexión entre Sucot y Tu BiShvat es demostrada por aquellos que tradicionalmente comen una jalea hecha con el Etrog después de Sucot. Tu BiShvat significa, entre otras cosas, un hito importante en nuestra esperanza y plegaria de que los Etroguím recién formados sean grandes, abundantes y hermosos para el siguiente Sucot. Ahí está: tienes un renovable ciclo completo. El Etrog forma el nexo con los Arbaat haMiním (las Cuatro Especies) de Sucot, que se analizan más adelante.
Etrog (citrón)
La palabra hebrea Etrog, en guematriá, suma 610, que es también el valor numérico de la palabra Maasér (diezmo); un indicio de su conexión con Tu BiShvat.
Las letras de la palabra Etrog también son las iniciales de: Ahavá Shelemá [amor perfecto], Teshuvá Shelemá [arrepentimiento perfecto], Refuá Shelemá [curación perfecta], y Gueulá Shelemá [redención perfecta].
El Etrog simboliza la plenitud y perfección del corazón con Di-s. A través del perfecto amor a Di-s logramos el arrepentimiento perfecto, tras lo cual Di-s provee de curación perfecta a Israel de sus 2000 años de sufrir en el exilio, cuyo clímax es la venida del Mashíaj para redimirnos. No puedes lograr un concepto más holístico que éste.
Curiosamente, al fin de la Mishná Sotá se plantea un proceso de 10 pasos para traer la Redención.
El Etrog es bueno para el hígado y la presión inestable de la sangre. Problemas auditivos y dolores de oído puede mejorarse con gotas para los oídos hechas con aceite de Etrog. El Etrog genera un agradable aroma.
Aravá sauce
Aravá tiene el valor numérico de 277, que es Zéra, semilla; un indicio a la fertilidad en los hombres. El extracto de sauce es también bueno para el dolor de garganta, desórdenes de la piel y del canal urinario, hinchazón de glándulas, heridas, calmando las molestias y el dolor de cabeza.
Hadás mirto
Hadás suma en guematriá 69, el mismo valor que la palabra hebrea Hasovev, quien circula. Esto alude a la costumbre cabalística de dar vueltas en torno de la mesa de Shabat con ramas de mirto en cada mano: por las expresiones de Zajor (recuerda) y Shamor (cuida) enunciadas en los Diez Mandamientos respecto del Shabat.
Recientemente he preparado una útil combinación de extracto de mirto, aceite de oliva, romero y aceite de jojoba, para mantener saludables el cabello y la piel, y también contra la pérdida del cabello. También es excelente para el cuero cabelludo seco o que arde, la caspa, y masajear cualquier parte del cuerpo. El extracto de mirto puede usarse para la úlcera, las infecciones, sangrado excesivo, trastornos del estómago, y problemas de intestino.
Lulav ramas de palmera y dátiles
Lulav tiene el valor numérico de 68, que es también el valor de la palabra Jaím, vida. El famoso versículo de Tehilím: «Tzadik kaTamar Ifráj» (`el justo, que está, como la elevada palmera, más cerca del resplandor de lo Divino’), indica que tal como el dulce dátil, que madura en lo alto más cerca al sol y produce el dulce jarabe, así el justo genera dulces y hermosos Divréi Torá y actos de bien. La sigla TaMaR (dátil) forma: Teshuvat Máim Rabím (`respuesta a aguas abundantes’). El Tamar prospera en áreas desérticas con escasa agua; así lo hacen los justos, quienes pueden vivir sin demasiadas comodidades físicas. Abundantes/muchas aguas significa, en este contexto, la excesiva indulgencia y los placeres corporales de idólatras como los persas, los romanos y los griegos antiguos, quienes construyeron casas de baño para actos de inmoralidad. El pueblo de Israel, en contraste, emplea la Mikvé para purificarse a sí mismo para Avodat Hashem (la adoración del Unico Di-s).
Nuestros sabios dijeron (Berajot 57): «Quien ve un dátil en su sueño, es una señal de que sus transgresiones han sido borradas».
Los dátiles tienen gran valor nutritivo, proveen de energía y vitalidad, y ayudan a los problemas de intestino y digestivos, hemorroides, anemia y abatimiento general. Según `Marpé haBósem‘ los dátiles calientan y fortalecen el cuerpo, satisfacen el apetito, y ayudan al libre movimiento de las articulaciones.
E. Tu BiShvat, las Bendiciones, y sus Aspectos más Profundos
El aspecto más profundo de Tu BiShvat tiene que ver con la Rectificación Universal: `Tikún‘ en la terminología cabalística del reino del árbol frutal, y su conexión con la totalidad de la Creación.
Desde el pecado de Adán, la muerte e imperfección se introdujeron en el mundo dentro de los reinos humano, animal y vegetal. Las cosas no son como solían ser inmediatamente después de la Creación.
Nuestras bendiciones, generalmente y durante Tu BiShvat en particular ayudan a rectificar la imperfección, al traer Divinidad a nuestro mundo. Esta es una de las principales tareas del pueblo judío, a quien se dio la Torá: cuidar, y vivir, sus leyes.
El libro `Pri Etz Hadar‘ trae lo siguiente, en el contexto de cuán importante es decir bendiciones (Ierushalmi, Asará Iujsín):
«Dijo Rabí Ivón: El hombre tendrá que rendir cuentas por qué vio una variedad de delicias y no [dijo las bendiciones y] comió». Según Rabí Elazar: «Quien come sin [decir] la bendición previa se llama `ladrón'». Es así porque con la bendición hace que predomine la abundancia celestial, y el ángel responsable por esta fruta en particular se llena de abundancia del poder espiritual de la Berajá. Por lo tanto, recitar bendiciones es un vínculo inseparable de Divinidad con Sus planos celestiales y Sus hijos fieles, el pueblo de Israel.
Recitar bendiciones ayuda a elevar el alma, traer abundancia al alimento que comemos, y reunir las chispas de santidad que se dispersaron por todo el mundo tras el pecado de Adán. Si la persona no recita la bendición, es como si robara a Di-s, quien creó las frutas en el mundo, y todo lo demás.
Hay 32 dientes en la boca, correspondiéndose con el número de veces que el Nombre Divino Elokím se menciona en la obra del Génesis. Al pronunciar tantas bendiciones como sea posible, con concentración, uno eleva el reino de las plantas y los árboles, cuyas frutas comemos. Al recitar las bendiciones, también las almas de los difuntos se elevan. Para cada familia de árboles aquí abajo hay otra paralela arriba, que se nutre de nuestras bendiciones.
Nosotros no podemos ver hasta los planos superiores y comprender este concepto en la actualidad. Sin embargo, nuestros Sabios nos enseñan que después de la revelación del Mashíaj, la reconstrucción del Beit HaMikdash y la Resurrección de los Difuntos, la Divinidad se volverá tan obvia y evidente como saborear una fruta. El ocultamiento de Divinidad que ha predominado desde el pecado de Adán, no existirá más, y Su resplandor estará para que todos se vean permeados por él y lo disfruten.
El ocultamiento físico no es totalmente malo, en cuanto concierne a las frutas. Su cubierta las protege del daño. La piel exterior o cáscara, o la semilla (según corresponda), puede servir en la elaboración de medicinas naturales, si no son desechados por entero.
Así, el concepto holístico del Creador se torna obvio: nada se creó sin un propósito específico.
Está escrito: «Bereshit Bará Elokím et HaShamáim veEt haAretz» (`en el principio Di-s creó los cielos y la tierra’). Nuestros Sabios aprenden de esto que Di-s lo creó todo, de la ALEF (primer letra de et, a la TAF (última letra de et), abarcando las 22 letras del alfabeto hebreo.
Estas 22 letras comprenden todos los nombres de las cosas y formas de vida alguna vez creadas, que se alimentan de la piscina celestial de bendiciones, por medio de 22 tuberías. Un párrafo vinculado a este tema es leído por muchos sefaradím (del Ben Ish Jai) en la noche de Shabat, antes del Kidush.
El Nombre Elokím (sin la Vav) tiene el valor numérico de 86, que es igual al valor numérico de la palabra haTéva (la naturaleza). Por consiguiente, en el momento de Tu BiShvat debemos volver a la naturaleza y recordarnos de la Divinidad destilada en ella. Muy significativamente, deberíamos darnos cuenta de que para cada nombre de desorden que podamos experimentar, de Alef a Taf, Di-s creó un antídoto natural. Todo lo que tenemos que hacer es abrir nuestras mentes y corazones para aceptar esta realidad.
Por lo tanto, mi slogan es:
«NO OFREZCO CURA MARAVILLOSA, SINO LA EXPLOTACION HABIL DE LAS POTENTES FACULTADES CURADORAS DE LA NATURALEZA».
Nota:
El Profesor Abrahami ha investigado la conexión entre las plantas y hierbas bíblicas y la curación naturopática en el curso de los últimos años. El notable éxito del Aloe Vera, `Ohalot’, como planta curadora, mencionada en el Cantar de los Cantares y en los Salmos, ha provocado su interés en el tema. Ha desarrollado recientemente tinturas y pociones de plantas y hierbas bíblicas, que son efectivas y totalmente seguras, sin efectos colaterales.
Este artículo tiene sólo propósitos educativos y no está destinado a proveer de sustituto o consejo médico para el tratamiento adecuado. Cualquier persona que experimente con curación botánica lo hace totalmente bajo su propia responsabilidad.
Avraham Abrahami
Me parece muy lindo el consejo y la explicación.