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Todos contra los maskilim

extraido de jabad magazine

Una parte apasionante y desconocida por muchos de nuestra historia, que nos revela Rabí Iosef Itzjak Schneerson, El Rebe anterior de Lubavitch. Indudablemente uno de los documentos más fascinantes que emanan del movimiento Lubavitch es: “El Tzemaj Tzedek y el movimiento Haskalá”

Antes de sumergirnos en la discusión sobre los hechos reales que se describen en el libro, es necesaria una breve reseña sobre el contexto histórico de aquel entonces.

A mediados del siglo XVIII tres corrientes diferentes competían por las mentes y los corazones de los judíos de Europa del este: Mitnagdismo, Jasidismo y Haskalá. Los Mitnagdim (oponentes reconocidos por sus diferencias respecto del Jasidismo), era uno de los movimientos más antiguos, que intentó adherir al judaísmo rabínico antes que el Jasidismo comenzara con sus innovaciones. Actualmente tendemos a asociar al Mitnagdismo con Lituania, después de todo el líder de este movimiento fue el Gaón de Vilna, pero también existían lugares como Brody y Galicia, que eran sedes del Mitnagdismo.

Jasidismo y Haskala surgieron prácticamente en el mismo momento, aunque sus bases e ideas eran completamente diferentes, más bien opuestas. Haskalá (intelectualismo) o como era más conocido en el oeste Aufklarung (iluminismo), es vista como la creación de Moses Mendelsshon de Berlín; su motivación era la educación progresiva y a la adopción de la cultura Europea. El Jasidismo, por el otro lado, fundado por Israel Baal Shem Tov de Mezibosh, Podolia (en ese entonces una provincia de Polonia) era un movimiento que revivificaba la parte espiritual de la persona. Llamaba al ser humano a volver a su esencia y la espiritualidad de su Judaísmo como es enseñado en la Cabalá.

En esos tiempos, un joven hombre criado en la ciudad de Lituania, quién había recibido la clásica educación Talmúdica de aquel momento se aventuró en el mundo y decidió probar las dos corrientes que estaban emergiendo en ese momento, el Jasidismo y Haskala. Aquí tenemos entonces a Solomón Maimón de Nesvizh , yendo por primera vez al Bet Midrash de Lituania perteneciente al Maguid de Mezritch (2º generación de líderes del movimiento jasídico), más tarde vemos ese mismo personaje en el salón literario de Moisés Mendelssohn.. Rabi Menajem Mendel Ben Shalom Shajne (1789- 1866) o el Tzemaj Tzedek , como fue titulado luego de su libro de Halajá, nieto del fundador del Jasidismo Jabad, Rabi Shneur Zalman de Liadi, se convirtió en el 3º Rebe del movimiento cuando falleció su suegro (y tío materno) Rabi DovBer Shneur de Lubavitch en 1827.

En el momento en el que el Tzemaj Tzedek asumió el liderazgo de los Jasidim de Lubavitch, el movimiento con más influencia atravesaba por un de sus períodos de mayor agresividad. Los maskilim rusos nativos, junto a los impulsores alemanes de Iluminismo que en esos momentos eran quienes se encargaban de la difusión del movimiento reformista y confabuladores oficiales gubernamentales Zaristas, integraron una alianza que amenazaba la supervivencia de la Torá y el verdadero Judaísmo en Rusia, en ese entonces el lugar de mayor concentración de judíos en el mundo tanto espiritual como numéricamente.

Debemos señalar que el Haskalá tendió una trampa no solo a los Jasidim sino también a los talmúdicos de las Ieshivot Lituanas. Como Posner remarca en su introducción: “Aunque los Jasidim y los Mitnagdim tenían grandes diferencias actuaban en conjunto para combatir cualquier influencia que pudiese corromper el espíritu judío” (p3) “Estos factores plantearon una amenaza que hizo colisionar todas las facciones internas de la judería rusa” (p.4) De hecho, fue probablemente el enemigo en común, más que cualquier otro factor el que logró alguna leve medida de unión entre los Mitnagdim y los Jasidim.

Algunos van más allá y observan como un hecho simbólico el encuentro entre Rabi Itzele Volozhiner y Rabi Menajem Mendel de Lubavitch en 1843 en la Comisión convenida por el Gobierno, en. Petersburgo (aunque acorde a Heilman, durante la generación anterior Rabi Jaim Volozhiner (padre de Rabi Itzele) realizó un encuentro con Rabi Shneur Zalmen de Liadi); no hay duda de que el encuentro posterior fue más oficial y publicitado, además de asumir proporciones épicas. “El Tzemaj Tzedek y el Movimiento Haskalá” fue impulsado durante el 1840 y giraba en torno al Dr. Max Lilienthal (1815-1882) y su campaña de modernización (ver secularización) del sistema educativo judío en Rusia. Max Lilienthal un joven alemán, vino a Rusia para ocupar el puesto de Director en una escuela moderna dentro de la Comunidad Judía de Riga.

Al poco tiempo de su llegada el Conde Uvarov, Ministro de Educación, lo enlistó para que sirviera como encargado de la comunidad judía. (Una de las paradojas más trágicas dentro de este capítulo de la historia judía fue el doble discurso del Zar Nicolás I (1825-1855). El mismo autócrata que utilizó todo su poder para impedir que el innovador pensamiento alemán (especialmente el revolucionario sentimiento alemán de 1848) no contaminara sus contenidos cristianos. Hizo todo lo que estaba a su alcance para alentar a los judíos a aprender el lenguaje alemán y su mentalidad. Bajo la instigación del Conde Uvarov, Lilienthal fue enviado en una campaña de relaciones públicas que vendía a los judíos la idea de colegios judíos patrocinados por el gobierno.

Durante los años 1841-1842 Lilienthal visitó las comunidades Judías más prominentes de Vilna y Minsk. Este tour inicial fue un fiasco. Las propuestas de Lilienthal fueron rotundamente rechazadas y fue catalogado de manera muy negativa tanto por los líderes rabínicos como por el común de la gente. No fue hasta que Dr. Lilienthal se encontró con el Gaón Rabi Itzjak (Apodado Itzele), el Rosh Ieshivá (Director de la Ieshiva de Volozhin 1780-1843)- que lo convenció para que sirviera como delegado de una comisión propuesta en Petersburgo- que su suerte dio un giro repentino. El anuncio sobre la participación del venerable Gaon de Volozhin hizo que por arte de magia se pudiesen abrir muchas puertas antes cerradas.

Esta segunda vuelta, luego de un cordial recibimiento en el afamado Beit Hamidrash de Minsk, en Simjá Torá, Lilienthal recibió el honor de los Jasidim de Lubavitch de ser el Jatán Torá. La visita de Dr. Lilienthal de Volozhin es descrita tanto en su biografía como en las memorias que nos llegan del séquito que acompañaba a Rab Itzele. Hubiese sido interesante contrastar la impresión de Lilienthal durante el encuentro con el Rebe, con el propio relato del Rebe (el cual fue preservado por su bisnieto), de la misma manera que podemos comparar el documento que registra la misión de Lilienthal a Volozhin con el relato de los Volozhiners sobre el intercambio entre Dr Lilienthal y Rabi Itzeleh.

Es bien sabido que Rabi Itzele Volozhiner era una persona interesada en temas de medicina. Rabi Soloveichik de Chicago descendiente de Rabi Itzele compartió con el autor del presente artículo un dato que nos informa que uno de los objetivos de Rabi Iztele era estudiar medicina en Italia. Cuando su padre Rabi Jaim se dio cuenta de sus planes, fue a solicitarle consejo a su mentor, el Gaon de Vilna. Este le aconsejó abrir una Ieshivá y delegar la administración de la institución a su hijo Itzele. Así lo hizo y pronto la carrera de medicina fue olvidada. Esto avala la famosa anécdota que cuenta que Rabi Jaim puso la piedra fundacional de la Ieshivá y exclamó frente a los presentes: “Estoy en cada ladrillo junto a mi hijo”. Desafortunadamente, la porción del diario de Lilienthal que trata sobre los Jasidim fue perdida y nunca se pudo recuperar.

Finalmente en 1843 en Petersburgo, Lilienthal tuvo éxito en su propuesta de crear una comisión que se encargase, bajo los auspicios del Ministro de Educación, de discutir el futuro de la Judería Rusa. Los cuatro delegados eran el Gaon Rabi Itzjak (Itzele), hijo del Gaon, Rabi Jaim, rector de la gran Ieshivá de Volozhin, como representante de los Mitnagdim; Rabi Menajem Mendel de Lubavitch, representante de los Jasidim; y dos congregantes, Israel Halperín, un banquero y financista de Berditchev; y Bezalel Stern, el Presidente de una escuela moderna de Odessa, un denotado Maskil. Dr. Lilienthal actuó como representante gubernamental.

Pero los planes de Lilienthal iban más allá. Si hubiese logrado implementarlos toda la comunidad Judía tradicional hubiese quedado desenmarañada. Los colegios estatales habrían reemplazado a los jadarim -Ieshivot; el estudio del Talmud habría sido reemplazado por lecturas sobre el Maimónides. Dr. Lilientahl pensaba incluso, en acortar los textos del Jumash (Pentateuco) utilizado en las clases de grados inferiores, descartando algunas historias calificadas de “peligrosas” para ser enseñadas a los niños.

Las memorias de Rabi Shneerson preservan el párrafo específico que aborda este tema: Propuesta II: Extractos de la Biblia, Incluir porciones que sean acordes a la enseñanza de alumnos jóvenes, omitir las partes superfluas o inapropiadas. Ejemplos de lo anterior serían el encuentro de Bila y Reuben (Gen. 35:22) y el de Juda y Tamar (Gen.38)…” La respuesta del Tzemaj Tzedek, repleta de conceptos extraídos de su vasta erudición sobre el área judaica por la cual era famoso, fue la siguiente: “¿Como nos atrevemos a omitir porciones de la Torá…y declarar con pensamientos mortales que ellas no son “vitales” o “inapropiadas” para el alumno joven? “Aquel que asevera que una minúscula frase o palabra no salió de los labios de Hashem”….es considerado un no creyente de La Torá celestial”. “Esto no puede compararse con el edicto Talmúdico (Meguila 21ª) que dice que ciertos pasajes de la Torá no deben ser traducidos, por ejemplo el episodio entre Reubén y Bilá.

El Talmud discute sobre las traducciones hechas en el momento de la lectura pública de la Torá, cuando los iletrados oyen las palabras de Torá como simples historias…Habría un profundo desentendimiento de los conceptos bajo estas circunstancias. Pero dentro del ámbito escolar, el maestro o instructor hará las explicaciones pertinentes acorde a los comentarios de Rashi y Onkelos, que con máxima claridad y confianza traducen estos pasajes.” La repentina partida de Lilienthal de Rusia en 1845 está rodeada por un halo de misterio.

El consenso general logrado por los historiadores afirma que Lilienthal, aún confundido como estaba, en su fuero más íntimo era un fiel Judío. Cuando se dio cuenta que la verdadera intención del Gobierno Zarista y del Ministro de Educación, el Conde Uvarov en particular, era la conversión de los judíos, escapó rumbo a América. El historiador Michael Stanislawski rechaza la teoría de la desaparición de Lilienthal de la escena rusa como producto de lo mencionado anteriormente. Atribuye esta actitud al casamiento con su novia Pepi Nettre, y la consiguiente preocupación por la situación financiera de la familia.

Ya en Alemania se convirtió en uno de los más brillantes representantes del movimiento reformista. Cuando Lilienthal abandonó Rusia en 1845, fue sucedido por su asistente, un judío Lituano llamado Dr. León (Arye Leib) Mendelstamm (1819-1889). Mandelstamm era distinguido por haber sido el primer judío alistado en la Universidad Rusa. En 1844 se graduó de la Universidad de St. Petersburg con el título de Licenciado en Lenguas Orientales Fue Mendelstamm finalmente quien en 1850 bajo el auspicio de la Academia Imperial St. Petersburg, editó el infame “Mishné Torá Zarista”.

Eran cinco volúmenes condensados los cuales trataban el código Judío de leyes de Maimónides, titulado “Yad ha-Jazaká”. Fue completado con una traducción al alemán. Una de las ironías históricas, es que ambas ediciones, tanto la alemana como la hebrea, de esta ignominiosa edición del Rambam poseían en la portada el nombre de Rabi Menajem Mendel de Lubavitch como uno de los sponsors. El nombre Israel Halperín de Berditchev, quien junto a Rabi Itzjak de Volohzin y Menajem Mendel representaron a la población observante en la conferencia de 1943, también aparecen en la lista.

En lo que se refiere al “Mishné Torá Zarista”, una sorpresa aguarda al lector. Detrás de la inevitablemente incluidas “Cuatro epístolas sobre el deber de amar y obedecer al Emperador, y respetar a los Gentiles de hoy en día”, Mandelstamm conserva en los textos traducidos al alemán los ataques frontales que Maimónides formula criticando la fe y la doctrina cristiana. Acorde a Jacob Raisin “La versión compensada y traducida del Mishné Torá de Maimónides supervisada por León Mandelstamm le costó a los judíos rusos cientos de miles de rublos.”

Mandelstamm fue despedido en 1857, como resultado de las acusaciones de sus oponentes, producto de la lucha entre los maskilim y judíos ricos de Petersburgo, quienes lo acusaron de malgastar los fondos y utilizarlos para beneficio propio. Luego de una larga estadía en Alemania regresó a St. Petersburg donde falleció pobre y olvidado. Su biblioteca fue llevada a los Estados Unidos por el Banco A.M y más tarde fue vendida a la Biblioteca Pública de New York. El núcleo de la renombrada División Judía consiste en la desafortunada colección de Mandelstamm

Betzalel MAOR

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