Tehilim y lágrimas
Todos los padres desean saber cuál es la clave para tener éxito en el jinuj. ¿Cómo se transforma a un pequeño bebé, a lo largo de un período de años, en un hombre o una mujer delicado, decente y productivo que brinde honor a la familia, a klal Israel y –por encima de todo– a Hashem?
Hay una expresión famosa del Rab de Brisk respecto a que la única manera de lograr esto con razonables expectativas de éxito es con “Tehilim y treren”, invirtiendo en Tehilim y en lágrimas. No podemos esperar tener éxito educando adecuadamente a nuestros hijos sin la ayuda constante de intensas y sinceras sean las tefilot, mejores serán las posibilidades de llegar a tener éxito.
El Jazón Ish escribe que es sabido que todos nuestros esfuerzos en los negocios no son más que el hishtadlut que hacemos y que no merecemos ningún crédito por nuestro éxito. Esto también ocurre en los aspectos espirituales. Todo lo que podamos llegar a lograr se debe a Hashem y lo que hacemos no es más que hishtadlut. Cuando hacemos el esfuerzo y demostramos que eso es lo que deseamos, D´s nos tiene misericordia y hace que eso ocurra. En efecto, nuestro hishtadlut es como nuestra tefilá. Así es cómo funciona.
Por lo tanto, si el hishtadlut es efectivo porque se asemeja a la tefilá, la tefilá debe ser todavía más profunda. Lo mismo ocurre con respecto al jinuj. Si los padres tienen éxito, eso no se debe a que sean inteligentes o hábiles sino a que Hashem les regaló el éxito. Si fallan, no es porque no leyeron suficientes libros o porque no asistieron a demasiadas clases. Se debe a que D´s, por alguna razón, les niega el regalo del éxito. Quien desea tener éxito, debe pedirlo.
Eso es lo más efectivo que podemos hacer. Es necesario rezar con todo el corazón. Entonces Hashem nos enviará el éxito de muchas maneras diferentes. Él puede acomodar las circunstancias para que influyan de manera positiva sobre la vida del niño. Puede encaminarnos hacia los métodos y las estrategias que son adecuadas para nuestro hijo. No hay límite a la cantidad de formas en las cuales Él puede darnos éxito, siempre y cuando hagamos el hishtadlut correcto y –todavía más importante– recemos para ello.
Prestemos atención a las palabras de la tefilá del Mishná Berurá y podremos entender la clase de sentimientos que necesitamos invertir en nuestras aspiraciones para nuestros hijos. Como escribe el Mishná Berurá, tenemos que rezar y pedir que nuestros hijos estudien Torá, que sean tzadikim y que tengan buenas midot. Una de estas tefilot es: “Para que no nos esforcemos en vano y no demos lugar a la confusión”.
Tenemos que sentir que si nuestros hijos no alcanzan estos niveles básicos de logros –si no estudian Torá, si no son tzadikim, si no tienen buenas midot– entonces nos habremos esforzado en vano y habremos dado nacimiento a la confusión. Si sentimos esto y le suplicamos a Hashem que no permita que nuestras vidas se desperdicien dándonos menos que eso, entonces tendremos excelentes oportunidades de llegar a tener éxito educando a nuestros hijos. D´s nos dará las habilidades y el entendimiento que precisamos y, probablemente, no tendremos que enfrentar ningún problema significativo. A esto se refirió el Rab de Brisk al decir “Tehilim y lágrimas”.
Debes ser específico
En la colección de cartas del Jazón Ish hay una breve tefilá que él le dio una vez a una madre para decir por sus hijos en la berajá de Shemá Kolenu y que figura en algunos sidurim como la tefilá de la madre por su hijo. Dice lo siguiente: “Iehí ratzón milefaneja Hashem Elokenu veElokei avotenu sheterajem al beni vetahafoj et levavó leahavá uleirá et shemjá velishkod betoratej hakedoshá –Que sea Tu voluntad, Hashem nuestro D´s y el D´s de nuestros padres, que tengas misericordia de mi hijo (aquí debe mencionarse el nombre del niño y el nombre de la madre) y persuadas su corazón para amar y temer Tu Nombre y para trabajar diligentemente en Tu sagrada Torá”.
Los padres también tienen la responsabilidad de rezar por sus hijos pidiendo que se desarrollen adecuadamente y que estén protegidos de influencias negativas. Tener éxito en jinuj no es algo que dependa de nuestra elección. No es algo opcional. Y todo comienza con la tefilá. Los padres no pueden excusarse por sus fallas diciendo: “Intentamos esto y lo otro, invertimos mucho dinero”. ¿Qué diferencia hace que hayan invertido mucho dinero si no rezaron por sus hijos? ¿Cuántos tehilim dijeron y cuántas lágrimas derramaron por sus hijos? Esta es la pregunta pertinente. La responsabilidad de los padres es rezar y, si no lo hacen adecuadamente, son negligentes.
Una parte viva del jinuj
Vale la pena que los hijos sepan que sus padres rezan por ellos y que, cada vez que se presenta un problema, lo primero que hacen sus padres es abrir el Tehilim y derramar sus corazones y sus lágrimas ante Hashem, suplicándole Su ayuda. Es un excelente jinuj porque deja una gran huella en los niños. Si el niño se porta mal y ve que su madre responde abriendo el Tehilim, pensará dos veces lo que ha hecho. La idea misma de la tefilá debe convertirse en una parte viva y activa del jinuj.
En una ocasión oí una historia acerca del sidur de la madre del Jafetz Jaim. El Jafetz Jaim perdió a su madre cuando era un niño pequeño. Muchos años después, alguien le llevó el sidur con el cual su madre había rezado. Él lo tomó con sus manos temblorosas, lo besó y lloró. “¿Pueden imaginar cuántas tefilot rezó mi madre y cuántas lágrimas derramó para que el pequeño Israel Meir creciera?”, preguntó. El sidur de la madre es la clave del jinuj. Es el componente fundamental de todo el campo de la paternidad. A medida que avancemos, analizaremos muchas ideas respecto a la manera de enfrentar situaciones específicas pero todo comienza con la tefilá. En este sentido, este capítulo inicial es mucho más que una primera afirmación. Es la base del jinuj. Todo lo que sigue, si bien es importante y esclarecedor, es tan sólo secundario a la centralidad de la tefilá en el jinuj. Todo comienza con Tehilim y lágrimas.
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extraido de Con los Corazones llenos de Amor, de Rabi Matitiahu Salomon
Rabi Matitiahu Salomon
Gracias Hashem por estos hermosos consejos.
Bendito seas Hashem!!!