Sobre la Felicidad
Selección de enseñanzas extraídas del libro «Empieza Nuevamente Ahora», por Zelig Pliskin, ©Editorial Jerusalem de México
Época Moderna
Algunas personas están bajo la impresión de que en nuestra época moderna necesitamos nuevos conceptos para dominar la felicidad y una vida dichosa. Sin embargo, la naturaleza humana no cambia. Constantemente existen cambios en las condiciones externas y en el medio ambiente, pero la esencia de la persona, lo que la hace feliz o triste, sus deseos o ambiciones, básicamente permanecen igual. Se pueden desarrollar nuevas técnicas, pero el conocimiento básico para hacernos a nosotros mismos felices era conocido desde hace mucho. Puesto que muchas personas no aplican lo que está fácilmente disponible, tienden a pensar que necesitan nuevos conceptos cuando en realidad lo que necesitan es aplicar lo que ellos mismos ya conocen.
Piensa en tres conceptos clásicos que conoces pero no aplicas tan seguido como debieras. Decídete a aplicar por lo menos uno de ellos.
Felicidad
La alegría es una habilidad que puede ser aprendida. El factor esencial es tu actitud hacia la vida, hacia ti mismo, hacia otras personas y hacia los eventos y situaciones.
Es imposible definir la felicidad adecuadamente con palabras ya que la felicidad es un estado emocional que es una experiencia y no un concepto. Las emociones están contenidas en los estados psicológicos y cognoscitivos. Recuerda tan vívidamente uno de los momentos más felices en tu vida hasta que lo experimentes nuevamente y puedas tener el sentimiento de esa emoción.
Para dominar la felicidad:
a) Enfócate continuamente en pensamientos productores de felicidad en lugar de enfocarte en aquéllos que causan infelicidad.
b) Evalúa los eventos y las situaciones en formas que te estimulen.
c) Experimenta felicidad realizando buenas acciones y tomando acciones positivas, e incrementa el bien que haces.
Mantén un diario de felicidad. Cada día escribe las cosas buenas que experimentaste. Escribe por lo menos cinco cosas cada día. Al estar consciente de cosas que podías no haber notado antes, vas a ser capaz de añadir fácilmente más detalles a tu diario cada día. Lee el diario a intervalos frecuentes.
Para que la felicidad sea duradera debe estar basada en integridad, satisfacción al nivel más profundo y serenidad del alma. Una persona verdaderamente feliz no permite que su felicidad sea dependiente de ningún factor externo sobre el cual no tiene control. Aquél que hace su felicidad dependiente de la riqueza, la fama, el éxito u otro factor externo no va a ser capaz de dominar la felicidad. Los factores externos serán sus dueños. Busca la felicidad de una manera que dependa solamente de ti mismo.
Cuando hables con otros mantén tu atención en qué es lo que hay para apreciar y siente gratitud por ello. Discute los problemas y las dificultades con objeto de aligerar tu carga o encontrar soluciones.
Decide que estás totalmente comprometido a vivir una vida de felicidad. Haz una lista de los factores que te impiden experimentar la felicidad regularmente. ¿Qué cambios en tus acciones y pensamientos puedes hacer que te permitan vivir una vida feliz? Empieza el proceso de hacer esos cambios ahora mismo.
Cada vez que conozcas a alguien que parece llevar una vida feliz, entrevístalo. Pregúntale de actitudes y conductas específicas. Encuentra aspectos que te puedan servir a ti.
Haz una práctica regular pensar cómo lo haría una persona feliz. Habla en la forma en que una persona feliz hablaría. Ten la expresión facial de una persona feliz. Camina en la forma que una persona feliz caminaría. Cuando haces esto consistentemente, se convierte espontáneamente tu forma de ser.
Infelicidad
Algunas personas se acostumbran tanto a sentirse infelices que no se dan cuenta de la desdicha innecesaria que se causan a sí mismas. Construyen una prisión mental llenando su mente de resentimiento, odio, envidia y deseos. Pueden tolerar vivir una vida así, solamente porque están acostumbrados a esos pensamientos y creen que es el cuadro normal de la vida. Piensan equivocadamente que es imposible que la vida sea diferente.
Para la persona sabia, sin embargo, la vida está llena del placer de ganar conocimiento, hacer buenos hechos y desarrollar el carácter de uno mismo. Dominando las actitudes, comportamientos e imágenes conducentes a la felicidad, vas a vivir una vida feliz. Esto toma esfuerzo, pero el precio que pagas por dominar la felicidad no es tan alto como el precio que pagas cuando vives una vida infeliz.
Si experimentas infelicidad innecesaria, pregúntate a ti mismo, «¿En qué estados quiero estar? ¿Qué puedo hacer para entrar en el estado que deseo experimentar ahora?»
Una persona que se siente infeliz con frecuencia se debería preguntar a sí misma:
¿Qué cambios en mis pensamientos y en mis actitudes me van a permitir experimentar más felicidad?
¿Qué cambios en mi comportamiento y en mis acciones me van a permitir más felicidad?
¿Qué imágenes y visualizaciones me van a permitir experimentar más felicidad?
¿Qué cambios en mis relaciones me van a permitir experimentar más felicidad?
¿A quién puedo pedir ayuda para volverme una persona más feliz?
Zelig Pliskin