Sobre el Midrash
Extraido de Lehavin Ulehaskil. Edit. Bnei Sholem
¿Qué son Midrashím?
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La interpretación común de la palabra «Midrashim» como «leyendas», «fábulas» o «cuentos» no es solamente inadecuada, sino también, engañosa. El término «Midrashim» proviene de la raíz hebrea «darash» que significa buscar, investigar. El Midrash, por lo tanto, es una exposición de los pesukim (versículos) de la Torá que surge de nuestros sabios, después de haber sondeado en las profundidades de cada pasuk y en todas las palabras y letras del mismo en busca del verdadero significado interior. Según la tradición Sinaítica, las palabras de la Torá pueden ser interpretadas por los Sabios de la Torá en distintos niveles de comprensión. Todas ellas son verdaderas, pues el Creador moldeó la Torá de forma tal, que cada una de sus palabras y letras están cargadas de significado, permitiendo así un gran número de interpretaciones diferentes. Moshe y los Sabios, quienes lo seguían, cuidaron de preservar no solo los rollos escritos de la Tora sino también la Explicación Oral de los mismos. La estudiaron y la transmitieron de generación en generación. Sin embargo, llegó el momento en que los lideres de la Torá de una generación consideraron que la Torá Oral no podía ser conservada en la memoria únicamente como lo hicieran las generaciones anteriores. Las persecuciones y sufrimientos que el Pueblo Judío padecía en manos de los romanos afectaba su tranquilidad mental y poder de concentración. La Torá Oral corría peligro de ser olvidada, jas veshalom. Los Sabios, por lo tanto, aplicaron una regla Sinaítica, transmitida por Moshé, que autorizaba a los Sabios de la Torá líderes de una generación a tomar ciertas medidas de emergencia a fin de asegurar la supervivencia de la Torá. Dicha medida de emergencia a fin de preservar la integridad de la Torá, fue la de emprender la compilación de la Torá Oral en varios volúmenes escritos. Estos son conocidos como la Mishná y la Guemará (Talmud). Se trataba de una empresa gigantesca que solo podría ser lograda por varias generaciones de los estudiosos de Torá más brillantes (aprox. 3450- 4230). Fue concluida exitosamente con la obvia ayuda del Todopoderoso. Los Sabios codificaron adecuadamente las halajot, leyes religiosas que Hashem habla encomendado a Moshé. Sin embargo, surgió un problema, respecto de cómo registrar la ética Divina y las enseñanzas de moral que Hashem había revelado a Moshé. Estas contenían principios morales e ideológicamente profundos que, cuando estuvieran escritos, podrían ser leídos por estudiantes de carácter impuro. Los Sabios temieron que, cualquiera que no estuviese guiado por el Temor Divino y que estudiara la verdadera ética de la Torá, podría distorsionar su significado, aún si fuera un erudito. Y si los futuros estudiosos de éstas explicaciones, los Midrashím, fueran tambien ignorantes, seguramente sacarían deducciones erróneas. Sin embargo, los Sabios decidieron poner por escrito las enseñanzas morales de la Torá, pero mediante un código secreto. Sólo serían comprensibles para quienes poseyeran la clave del código maestro. Por lo tanto, disimularon dichas enseñanzas morales Divinas, los Midrashim, en cuentos, adivinanzas, parábolas y proverbios enigmáticos. Estos serían inteligibles para los legos, sólo serían descifrados por un circulo limitado de estudiosos de la Torá cuyos maestros les hubieran transmitido dichas claves. Estos, a su vez, revelaron a sus discípulos que el texto literal de los Midrashim es solamente una investidura exterior que disimula su alma y verdadera esencia. Si alguien leyera los Midrashim sin estar familiarizado con el código, eludiría su verdadero significado. A continuación figura una lista parcial de axiomas relacionadas con los Midrashim: – Para los principiantes, muchas máximas de nuestros Sabios parecen verdaderas en su sentido absoluto. En realidad, son únicamente aplicables a una esfera limitada – a un tiempo, lugar o sujeto determinado. Por lo tanto, un extraño que no está acostumbrado a su aplicación limitada o a un Mídrash en particular puede ser confundido. Para él contradice otra afirmación de los Sabios. – Los Sabios sabían, por tradición, que Hashem, cuando concibió la Torá, invistió cada palabra y cada letra con un vasto número de diferentes significados, todos ellos verdaderos. – Los Sabios, a veces, ocultaban una profunda moral tras principios aparentemente científicos, aceptables en su época. En realidad, no les preocupaba su validez científica, sino la lección moral que ocultaban. – Es imposible comprender Midrashim salvo que una persona se haya interiorizado previamente de ciertos conceptos fundamentales. Por ejemplo, es evidente que todas las leyes naturales están regidas por fuerzas espirituales- ángeles, shedim y mazikim. Las leyes de la naturaleza operan únicamente por el resplandor del Mundo Celestial. A la inversa, cada uno de los movimientos del hombre deja una huella espiritual en el Mundo Celestial. – También es importante tener en cuenta que si nuestros Sabios presentan diferentes puntos de vista sobre un mismo tema todos ellos contienen un determinado aspecto de la realidad. Aunque aparentemente resulte contradictorio, todos contienen la verdad en cierto sentido. – Nuestros Sabios sostenían una tradición por la cual cada pasuk de la Torá aparte de ser verdadero en su sentido más simple y obvio, también contenía un vasto número de alusiones a eventos pasados y futuros. Ellos explicaban los pesukim de acuerdo con las leyes Divinas para la interpretación de la Torá. Los Midrashim nos inspiran temor y amor hacia el Creador cuando se refieren a Su grandeza, la unicidad del pueblo Judío, la santidad de los tzadikim y la recompensa divina en éste mundo y en el mundo- por- venir. Por lo tanto, también se los llama «hagadot» que en Arameo deriva de la raíz «atraer», pues captura los corazones del lector, atrayéndolo a servir al Todopoderoso. Cuando leemos los Midrashím, debemos tener en cuenta que fueron registrados por nuestros Sabios, cuya talla y santidad era tal que podían vivir milagros. La Guemará relata un ejemplo (Taanit 24a) R..Elazar Ish Bartota distribuía entre los pobres hasta el último centavo que poseía. Era conocido por su caridad que no era proporcional a sus ingresos, por lo que se privaba de necesidades elementales. Por lo tanto, los recaudadores de caridad judíos trataban de evitarlo. R. Papa preguntó a Abaie – ¿Por qué somos diferentes a las generaciones anteriores en que no vivimos milagros como ellos? Y ésto a pesar de que nuestros conocimientos de la Torá supera los de ellos. El respondió La diferencia es, que las generaciones anteriores estaban preparadas para mayores sacrificios en aras de kidush Hashem (a fin de santificar el Nombre de Hashem) mientras nosotros no estamos preparados para lo mismo. Hashem actúa frente a un hombre de la misma manera que él se conduce. Como las generaciones anteriores demostraron tener un espíritu sobrenatural por el Honor Divino, El respondió con hechos sobrenaturales en sus vidas, con milagros. Las generaciones posteriores estaban dispuestas a sacrificar sus vidas por Hashem también, pero únicamente si se los exigía la halaja. Las generaciones anteriores, por el otro lado, desplegaban mesirut nefesh (abnegación), aún en los casos en que la Torá permitiera permanecer pasivo. «Hilel tenía ochenta discípulos. Treinta de ellos eran tan grandes que merecían la shejiná como la de Moshe Rabeinu. Treinta merecían que la órbita solar se detuviera como con Iehoshua Bin Nun. Veinte eran comunes. El más grande entre ellos era Ionathan ben Uziel, el menos importante, R. Iojanan ben Zakai. Acerca del menos importante, Iojanan ben Zakai, se decía que no había versículo de las Escrituras ni de la Mishna o del Talmud que no conociera; había estudiado todas las halajot, Midrashim, las complicadas alusiones ocultas de los versículos, y todas las normas de los Sabios – no había ningún tema de la Torá mayor o menor en el cual no estuviera versado. Entre los grandes, Ionatan ben Uziel, se decía que mientras estudiaba Torá los ángeles lo rodeaban para escucharlo. Como resultado del fuego espiritual que emanaba, cualquier pájaro que sobrevolaba sobre la cabeza de Ionatan ben Uziel mientras él estudiaba, se quemaba.» Lo que surge de lo anterior es que el estudio superficial de los Midrashim no le hacen justicia. Cada palabra de nuestros Sabios sagrados fué pronunciada con ruaj hakodesh (espíritu Divino) en ellas. No se registró ningún Midrash para contarnos un simple cuento – cada uno transmite un profundo mensaje.
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Rabino Moshe Weissman
Es interesante y sustantivo, es todo lo que el hombre necesita para vivir. Despierta sed y hambre de conocimiento, eleva el espiritu. Shalom
Donde puedo conseguir el midrash en español?
en https://www.libreriajudaica.com
Te deja el corazón anhelante de saber más y más …
hermoso me toca el corazón eso de que nuestra generación no esta preparada es verdad somos los mismos pero descuidados y entregados a la ilusión y a lo pasajero
si los comentarios hacen arder el corazon ?que hara la Tora misma?