Si lo conociera sería El
« La Esencia es incognoscible y no posee nombre ya que todo nombre es un límite »
Del Kadósh Barúj Hú no tenemos aprehensión ni percepción en absoluto. Los cinco sentidos humanos sumados a lo máximo que nuestra imaginación pueda transmitirnos es, en el mejor de los casos, la manifestación del efecto de la actividad de la Esencia, pero nada pueden ofrecernos acerca de la Esencia en sí misma.
De acuerdo al judaísmo la Esencia es incognoscible y no posee nombre ya que todo nombre es un límite, una definición, y aquí nos estamos refiriendo al principio generador de toda la realidad, el cual es atemporal y aespacial. Los textos tradicionales judíos nunca definen la Esencia, sino que los nombres y denominaciones allí mencionados se refieren a las diferentes formas y manifestaciones a través de las cuales la percibimos.