Shabat Vaetjanan: Drasha,
Por Rabbi Mordechai Kamenetzky
( Para suscribirse, escriba a drasha-espanol-subscribe@torah.org)
Esta semana la nación judía es informada que deben cumplir con un estándar de conducta más elevado. La Tora nos ordena que prestemos atención a sus palabras y sigamos los jukim (los decretos), «pues (esas leyes) son tu sabiduría y discernimiento en los ojos de las naciones, que oirán todos estos decretos y declararán, «seguramente gente sabia y de discernimiento es ésta gran nación.»»
Esto se entiende fácilmente en el contexto de los Mishpatim, es decir las leyes que tienen aparentemente claros motivos. El sistema judicial de la Tora y la
codificación de ley de agravio son la heliografía del sitema del «common law» (derecho común) en todas partes del mundo. Pero la Tora no enfatiza la observancia de Mishpatim per se. Nos dice que para ser un ejemplo de
sabiduría para las naciones, debemos primero observar los jukim, aquellas leyes que son difíciles de comprender aun para quienes nacimos como judíos.
La pregunta es obvia: ¿No traería la observancia de las leyes esotéricas y oculatas del judaísmo desprecio en los ojos de las naciones? Por que sera que los jukim específicamente son aquellos actos a traves de los cuales el resto del mundo dira, «seguramente que gente sabia y de discernimiento es ésta gran nación».
En 1993, seis años después de la muerte de mi reverenciado abuelo, una biografía, «Reb Yaakov, la vida del Rabbi Yaakov Kamenetzky,» fue publicada por la editorial Mesorah Publications. Basado en los años de
investigación de mi tío, Rab Nosson Kamenetzky y la fina escritura de Yonason Rosenbloom, el libro fue un rotundo éxito. El libro muestra la vida de un gigante de la Tora, los aspectos quizá nunca conocidos por la mayoria de la gente. Además de la espléndida investigación biográfica, el libro esta lleno de cientos de encuentros con personalidades que quedaron impresionadas por el sabio Rab Yaakov. Desde niños jóvenes hasta primeros ministros y senadores de los Estados Unidos, Reb Yaakov supo como relacionarse con
cada uno de ellos a su nivel.
El libro también relata cómo el Senador Daniel Patrick Moynihan reveló a una publicación de una organizacion ortodoxa, cómo quedo sorprendido cuando Reb Yaakov le predijo que la Unión Soviética dejaría de existir.
Nuestra Yeshiva había comprado 10,000 copias del libro como una herramienta para juntar fondos, regalandolo a personas con recursos. No me di cuenta que el nombre del Senador estaba en nuestra lista de contactos a
quienes se le envio el libro, hasta que recibí una bella carta con el membrete oficial del Senado de los Estados Unidos. Después de agradecerme por haber
enviado el «maravilloso libro» el autor de la carta dijo, «Si puedo detenerme para aclarar un pequeño punto, en un capitulo el autor reporta que yo habia
quedado sorprendido por la predicción de la caída de la Unión Soviética. «La verdad es que nunca me sorprendio la prediccion del Rab Kamenetzky. Sólo
reafirmaron la promesa bíblica muy antigua que el conocimiento de la Tora y su sabiduría es la luz ante las naciones del mundo».
Firmado: Daniel Patrick Moynihan.
Tenemos una tendencia a mostrar el judaísmo con las leyes que todo el mundo comprende: honrando a los padres, caridad, y las doctrinas básicas de vida moral. Para el mundo exterior, sin embargo, cuidamos de no desplegar los temas «esotericos» y «difíciles»: las leyes de kashruth, shaatnez y cosas por el estilo. Tememos que sean demasiados atrevidas e incomprensibles. Pensamos que el mundo al vernos cumplirlas, pensara que no nos pueden designar como una luz para las naciones.
Esta semana, la Tora sin embargo nos exhorta que solo a través de los jukim seremos considerados como una «luz en las naciones». Después de que introdujimos las normas de moralidad y honradez, y ganamos estima en los
ojos de mundo, ninguna ley de la Tora será mirada como arcaica o inconcebible.
La Tora nos muestra esta semana que no hay nada en sus escrituras que nos debe avergonzar. Cualquier mandamiento, incluso el mas difícil de comprenderse, cuando hecho con fe, honradez, y compromiso, nos hara
una luz en las naciones.
Shabat Shalom!
Rabbi Mordechai Kamenetzky