Festejando
Shabat
Significado y Testimonios del Shabat
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Shabat: Refugio de la Esclavitud

(Selecciones extraídas del libro «El Ser Judío» por Rabbi Haym Halevi Donin, ©Departamento de Educación y Cultura Religiosa para la Diáspora)

…continuación de Recuerdo de la Creación

El Shabat como conmemoración del Exodo de Egipto.

 

Este tema nos llama a recordar nuestra esclavitud, que es la mejor manera de apreciar la libertad. Por una parte, el Shabat pone énfasis en nuestra servidumbre a D’s ; por la otra, también acentúa nuestra liberación de la servidumbre a amos humanos. Pone énfasis en la libertad del alma humana. En la libertad de la mente y del cuerpo. En este contexto, es importante anotar que la Torá prohibe también el trabajo llevado a cabo «por tu siervo, por tu sierva, por tu ganado, por el extranjero que este dentro de tus puertas». La liberación de la servidumbre en ese día era no solo para el propietario, el amo, el hombre libre -sino que aun en aquellos antiguos y primitivos tiempos estaba también destinada al extranjero, el siervo y a la bestia de carga.

«De esa manera, el Shabat es una protesta divina semanalmente reiterada contra la esclavitud y la opresión. A levantar la copa del Kidush el viernes por la noche, el judío vincula la creación del mundo con la libertad del hombre y declara a la esclavitud y a la opresión, pecados mortales contra los fundamentos mismos del universo. Resulta sorprendente entonces que tiranos de todos los tiempos prohibieran a Israel celebrar el Shabat ?»

Pero la esclavitud no consiste solamente en hacer labores forzadas por las cuales se recibe muy poco o nada de pago. La esclavitud no es solamente una situación en la que capataces crueles le dicen a uno que no puede detenerse, que debe finalizar la labor asignada antes de poder irse a su casa y descansar. Se detuvo usted alguna vez a pensar que usted mismo puede ser su capataz mas cruel, que puede forzarse a si mismo de manera tal como ningún amo obligo a sus esclavos ?

Usted debe finalizar su trabajo, usted no puede detenerse. Hay plazos, obligaciones que cumplir, asuntos que deben ser atendidos. Hay reuniones, compromisos comerciales. Existe la limpieza de la casa, de la ropa, las compras, la necesidad de prepararse para salir en la noche de visita. Nos forzamos a nosotros mismos sin pausa y pensamos que somos libres !

Aun cuando el hombre contemporáneo no vaya de hecho a su trabajo, que hace ? Sigue preocupándose. Transfiere de la oficina a las canchas de fútbol, los campos de golf, las carreteras, hasta cuando corta el césped o repara la casa, la misma tensión, el mismo espíritu competitivo, el mismo frenesí y la misma presión sobre su sistema nervioso, que cobran tantas vidas humanas. Piensa que no esta trabajando ! Puede ser que no reciba ningún pago por ello. Puede ser que goce mas que cuando trabaja para su subsistencia. Incluso puede ser que se divierta. Todo esto, si ! Pero no tiene descanso mental, emocional, ni físico, ni tranquilidad de mente y de alma. Lewis Mumford observo el problema un poco mas claramente cuando escribió :

«En nuestra cultura occidental, el día de descanso se convirtió en otro día de trabajo pleno, lleno de recreaciones y diversiones sin descanso, no muy diferentes de la rutinaria labor semanal, especialmente en América. Desde la nerviosa lectura matinal de los periódicos dominicales, hasta la distracción tediosa de una excursión en automóvil, activamos continuamente en el tiempo del ocio, en lugar de permitir que todo el trabajo y las obligaciones de rutina lleguen serenamente a una pausa».

Cuanta gente hay, que en medio de todas sus apremiantes obligaciones y compromisos, sus preocupaciones e inquietudes, personales y de trabajo, puedan simplemente parar todo y decir : «Si, tengo muchas cosas que hacer, pero durante las próximas veinticuatro horas soy una persona libre ; me separare del mundo y de todas sus preocupaciones y no haré nada, limitándome solamente a mis ocupaciones espirituales ?»

Cuantas personas pueden decir deliberada y conscientemente, no : -«Realmente termine, por lo tanto puedo descansar», sino «Aunque no haya terminado, es como si lo hubiera hecho ; ahora me detengo porque no existe una cosa tal como el debo hacer» ?

El observante del Shabat lo puede y lo hace ! No tiene capataces sobre si. Durante veinticuatro horas el es libre. Nada interfiere con su descanso, su tranquilidad mental o de espíritu, a menos que sea una cuestión de vida o muerte en la cual el desempeña un papel decisivo. Precisamente porque el Shabat se repite tan seguido, cada siete días, es la pausa refrescante que el judío observante encuentra en el. No es solamente cuestión de no trabajar físicamente, se trata también de no trabajar emocionalmente. Desde un enfoque positivo, es el desarrollo de un espíritu completamente nuevo y diferente. Nuestra tradición se refiere a esto como a un alma adicional, la neshama yetera. Es una actitud, un estado espiritual.

El gran sabio jerosolimitano Shelomo Iosef Zevin advierte que hay dos tipos de descanso. Uno es el reposo del desgaste resultante de la fatiga. Este descanso tiene por único objeto permitir al cuerpo continuar trabajando. Aunque proporciona alivio y descanso al cuerpo (es lo que Rashi llama menuja arait), no trae alegría al alma.

El segundo tipo de descanso es el que se logra luego de finalizar algún proyecto, de alcanzar alguna meta. Este tipo de descanso llega cuando se completa la tarea de uno, no como un «descanso» durante la misma. En este caso el hombre se sienta y contempla su logro o la obra de sus manos. Esta clase de descanso es una alegría para el alma. Proporciona una sensación de alivio, de liberación; brinda una satisfacción profunda acompañada de un sentimiento de paz y tranquilidad (lo que Rashi denomina menujat margoa).

El descanso que el día del Shabat esta destinado a brindar pertenece al segundo tipo. «Seis días trabajaras y harás todas tus labores». Imagínese a usted mismo a la llegada del Shabat, después de seis días de labor, en los que todo su trabajo ha sido completado. Así es como se siente el observante del Shabat. Y en esto radica el significado de su liberación de la servidumbre.

Se cita a Ajad Haam que dijo : «Mas de lo que Israel guardo el Shabat, fue el Shabat quien guardo a Israel». Fue el Shabat, repetido semanalmente, que elevo a la gente de los afanes y penosas fatigas de los otros seis días. La dignidad principesca del Shabat permitió a los judíos mas pobres encumbrarse por encima de la situación y las condiciones inferiores a que estaban sometidos. Fue el tiempo libre del Shabat lo que permitió a gente acosada por ocupaciones mantener su contacto con nuestras fuentes religiosas y sus clásicos, lo que les permitió permanecer cerca de la Torá y de su conocimiento, cada una de acuerdo a su propio nivel. Fue el Shabat semanal lo que brindo al judío su restauración física, emocional, espiritual, psicológica y le permitió superar las condiciones adversas. La necesidad del hombre contemporáneo por un día de descanso que sea mas que un descanso físico, un iom menuja, no es menos vital. Pensar que una sociedad mas opulenta tiene menos necesidad de ser liberada de sus propias formas de opresión, de tedio o de tráfago, es estar ciego ante las condiciones existentes.

El hombre moderno puede celebrar muchas fiestas, pero observa pocos días santos. Puede ser que tenga mas horas y días libres que las generaciones pasadas, pero carece de días de serenidad y tranquilidad.
El hombre moderno, de hecho, tiene frecuentemente la visión romántica e idílica de una isla aislada en el mar como el lugar donde puede encontrar esa calma pacifica. Es un sueño romántico de nuestra cultura : una isla para escaparse con aquellos que nos son queridos. Sin embargo, la adquisición de una isla como esa para un refugio personal esta mas allá del alcance de la mayoría de la gente. El Shabat, no firme del resto de la semana, proporcionando precisamente esa calma pacifica que el hombre contemporáneo busca pero casi nunca encuentra. Mas el Shabat esta a nuestro alcance !

El judío olvida el Shabat, aun en su propia tierra, esta condenado a la disipación y al desmoronamiento espiritual. Sea que los judíos vivan en los países de la diáspora, o en su propia tierra, en Israel, el Shabat no es menos decisivo hoy en día para mantener la singularidad de la cultura judía, de su fe y de su misión ; no es menos importante hoy para mantener a los judíos por doquier conscientes de si mismos y de su fe, y para mantenerlos espiritualmente dinámicos y fuertes.

 

Rabbi Haym Halevi Donin

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2 comentarios
  1. Ezequiel Cubillo Mor

    Estoy es una grande realidad; pero yo quiero ser completamente libre de toda esclavitud, y muchas gracias por abrir mis ojos, ¿Que bendición?

    02/01/2018 a las 12:49
  2. patricia

    Inspirador, cada pensamiento es tan claro tan vital, son pensamientos que vienen directamente de HaShem, el judio que no observa Shabat de seguro su mente esta absolutamente distraída que ha borrado la cualidad de elección que nos dio HaShem. Elige la muerte o la vida, la cualidad de separar Los dias normales del SHABAT!!! . El ELEGIR me hace sentir viva me hace sentir una persona LIBRE.

    04/01/2018 a las 14:47

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