Santificación del Shabat: Kidush
(Exodo, Itró 20:8 / Talmud, Pesajim 106A, Berajot 51b y Shabat 150b) Cuándo, dónde y quién debe cumplirla En todo momento y lugar, hombres y mujeres
Kidush – La Oración de Santificación
El cuarto Mandamiento nos ordena recordar el dia de Shabat lekadshó, para santificarlo (Exodo 20:8). Ello se hace absteniéndose de toda labor. Pero la ley judía requiere que santifiquemos el Shabat, a su comienzo y a su conclusión, mediante una declaración verbal explicita. La oración a tal efecto es, al comienzo del Shabat, el Kidush; la oración del fin del Shabat es la Havdalá.
Cuando el Kidush y la Havdalá fueron instituidos por Ezra y los Varones de la Gran Asamblea, no constituían rituales independientes sino que formaban parte de la plegaria de la Amidá. Y ello se ha conservado. En la Amidá de la víspera del Shabat, la bendición intermedia proclama la santidad de ese día. Esto es el Kidush. Un pasaje agregado a la primera de las bendiciones intermedias de la Amidá de los días laborables que se reza al concluir el Shabat, proclama la distinción del Shabat de los otros días de la semana. Este pasaje es la Havdalá.
En épocas posteriores, cuando la empobrecida comunidad judía mejoró su situación y el vino se volvió más abundante, los Sabios establecieron que el Kidush y la Havdalá se pronuncien también sobre sendas copas de vino. Como símbolo de alegría y celebración, el vino agregaba significación a toda ocasión, por lo tanto se le reservaba para ocasiones especiales y para honrar a visitantes importantes ¿Y qué podría ser más especial e importante que el Shabat y las festividades?
Cabe señalar también que la libación de vino sobre el altar formaba parte del ritual de sacrificios en el Templo de Jerusalén. En esa parte de la ceremonia los levitas entonaban sus cánticos de alabanza a Dios. El servicio del Templo puede haber influido en la introducción del vino para el Kidush y la Havdalá. Incluso hay una sugerencia al respecto en el Talmud: Rav vincula el tipo de vino que se puede utilizar para Kidush con el tipo de vino apto para la libación sobre el altar. Y dice: «No se ha de decir Kidush a no ser sobre un vino que pueda ser vertido sobre el altar» (Bava Batra 97a).,
Después de prolongados debates acerca de si el Kidush sobre el vino ha de recitarse en la sinagoga o en el hogar, el veredicto halájico estableció que ello se haga en el hogar. De hecho, la decisión fue que el Kidush debe recitarse únicamente «cuando y donde uno se sienta para comer la comida shabática.». Un versiculo de Isaias es interpretado en apoyo de esta disposición: «Y llamarás al Shabat «delicia» » (Isaías 58:13). Esto significa que «Donde llamarás al Shabat (o sea, recitarás el Kidush), alli será tu delicia (o sea el comer y beber)» (Pesajim 101a, Tosafot sobre el término af yedei).
En Babilonia se acostumbraba también decir Kidush sobre el vino en la sinagoga, a la conclusión del servicio de la víspera del Shabat. Ello se debía a la frecuente presencia en la sinagoga de viajeros de paso, que quedaban en el lugar para comer y dormir. En la antigua Babilonia las sinagogas tenian anexos que servian de albergue donde se ofrecía comida y alojamiento a los viajeros. Para beneficio de esta gente se decía Kidush también en la sinagoga (Pesajim 101a, Tosafot sobre el término de-ajlú). Y si bien en la Diáspora se ha mantenido la costumbre de decir Kidush en la sinagoga, la obligación personal de recitar el Kidush o de escucharlo se cumple únicamente en la mesa donde se come. Cabe señalar que la costumbre de recitar el Kidush al concluir el servicio de oraciones de la víspera del Shabat nunca cundió en Eretz Israel, y hasta la fecha no se dice el Kidush en las sinagogas de Israel en la noche del viernes (Oraj jayim 269:1).
La recitación del Kidush en la comida no sólo sirve para santificar el día, sino también para reforzar la significación religiosa y la trascendencia espiritual de la comida en esta ocasión. El sabio del Talmud, Rava, señalaba que en el Shabat los judíos «comen y beben, pero lo preceden con las palabras de la Torá y alabanzas (al Señor)» (Meguilá 12b). El Kidush proporciona este comienzo adecuado.
Rabí Hayim David Halevy ve en la estrecha vinculación entre el Kidush y la comida la expresión de un ideal religioso judío, que es la fusión de lo espiritual y lo material, de lo sagrado y lo profano. La elevada espiritualidad y la profunda fe de los Sabios no les hacía repudiar las comodidades materiales ni afectaba su aprecio de las cosas buenas de la vida. «Tres cosas que amplian el espíritu del hombre son: una vivienda agradable, una esposa agradable y una vestimenta agradable» (Berajot 57b). El mundo espiritual y el material son compatibles, e incluso beneficiosos el uno para el otro. La perfección en este mundo, en el grado en que ello fuera posible, no puede obtenerse unicamente con uno solo de los aspectos de la vida. Lo material debe estar impregnado de lo espiritual; lo sagrado debe acompañar a lo profano. Al igual que la integridad natural del ser humano consiste tanto en lo físico como en lo espiritual de él, así también la integridad del Shabat (véase Mekor jayim Ha-Shalem III.-115, páginas 76-77).
Este pensamiento subraya el principio de que tal como uno no debe sentarse a comer en la víspera del Shabat sin recitar el Kidush, tampoco se debe decir el Kidush sin sentarse enseguida a comer. Por lo tanto, una persona que por alguna razón no pueda comer, no puede decir el Kidush, y deberá postergar su recitación hasta que esté en condiciones de comer (Oraj jayim 273:3). Si bien el momento más adecuado para decir Kidush es el viernes por la noche, en circunstancias atenuantes se puede decir Kidush a lo largo de todo el día de Shabat. En tal caso se omitirá el pasaje de introducción de Vayejulú (Y fueron acabados), que se refiere a la conclusión del sexto día de la Creación.
La norma general que exime a las mujeres del cumplimiento de mitzvot que dependen de un tiempo fijo, no se aplica al Kidush. Dado que la regla shabática es, que todo el que está obligado a observar las prohibiciones del Shabat también debe decir el Kídush, resulta que incluso las mujeres tienen la obligación de decirlo. Siendo así, la Halajá puede permitir que una mujer recite el Kidush, no sólo por si misma, sino también por otras mujeres cuando no hubiere un varón adulto que lo hiciere, e incluso por los varones que estuvieron presentes. (Mekor jayim Ha-Shalem III, 114:11; Yesodei Yeshurún III, pág. 209).
Hay divergencia de opiniones acerca de si el Kidush debe recitarse de pie junto a la mesa donde se va a comer, o sentado junto a ella. Las fuentes antiguas son ambiguas a este respecto. Rabí Moshé Isserles refleja esta indecisión al escribir que «se puede estar de pie para el Kidush, pero es mejor sentarse» (Oraj jayim 271:10, Rabí Mosbé Isserles). Esto significa sencillamente que ambas posiciones son correctas, y de hecho, ambas prácticas se observan entre los judíos ashkenazis. Por lo tanto, se debe seguir la tradición familiar en la materia, o la tradición que le hayan enseñado los maestros. La tradición sefaradi exige permanecer de pie durante el Kidush. Esta fue también la práctica emulada por los grupos jasídicos. La explicación de los cabalistas a la costumbre de ponerse de pie para estas bendiciones del Shabat, es que el Shabat es comparable a una novia, y las bendiciones a las novias se recitan de pie.
Por otra parte, algunos eruditos ashkenazis han establecido que hay que sentarse cuando se dice el Kidush. Si la persona que recita el Kidush se propone dar con ello cumplimiento a la obligación ritual que recae sobre las otras personas presentes en la habitación, estas personas deben establecerse como un grupo (keviut). Los que acostumbran ponerse de pie para el Kidush consideran el acto de reunirse alrededor de la mesa, suficiente para establecer esta condición de keviut.
Se acostumbra que las dos jalot enteras de la mesa shabática permanezcan cubiertas durante la recitación del Kidush. El cubrir las jalot nos permite invertir el orden de las bendiciones y recitar primero el Kidush sobre el vino antes de decir la bendición sobre el pan, ya que el acto de cubrirlas equivale a retirarlas de la mesa. Ello es necesario porque según la Halajá la bendición por el pan debe preceder a la bendición por el vino, dado que el trigo aparece mencionado en la Torá antes que el vino (Deuteronomio 8:8).
Si no se dispone de vino adecuado para el Kidush, o si uno no puede tomar vino, se permite decir el Kidush sobre los dos panes enteros de jalá. En ese caso, la bendición del pan sustituye en el Kidush a la del vino; todo lo demás queda igual. Cuando se dice el Kidush sobre jalot, se acostumbra poner la mano sobre la jalá mientras se recita el Kidush. Además, en tal caso, no hace falta cubrir las jalot.
El Kidush consiste en tres partes:
1.Una introducción: el pasaje de Génesis 2:1-3: Vayejulú (Y fueron acabados).
2.La bendición por el vino.
3.La bendición de santificación.
Vayejulú
A partir del siglo III de la Era Común se estableció la costumbre de recitar el pasaje del Génesis sobre la conclusión de la Creación en el servicio de oraciones de la noche del viernes. Posteriormente se introdujo la recitación de este mismo pasaje en el hogar como introducción al Kidush.
El día sexto. Y fueron acabados los cielos y la tierra, y todo el ejército de ellos. Y acabó Dios el día séptimo Su obra que había hecho. Y reposó en el dia séptimo de toda Su obra que había hecho. Y bendijo Dios el día séptimo y lo santificó. Porque en él reposó de toda Su obra que Dios había hecho al crear.
(Génesis 2:1-3)
Este pasaje bíblico expresa la principal razón del Shabat, que es la rememoración de la Creación. Se le recita primeramente en la Amidá del servicio de Maariv, y fue agregado al Kidush que se dice en el hogar a fin de permitir que todos los miembros de la familia, incluso los que no asistieron al servicio de oraciones en la sinagoga la vispera del Shabat, puedan recitar o escuchar este pasaje (Shabat 119b).
Las palabras Yom Hashishí (Dia Sexto), son, de hecho, las dos últimas palabras del pasaje bíblico que antecede al de Vayejulú: «Y hubo tarde y hubo mañana: día sexto» (Génesis 1:31). Se acostumbra agregar estas palabras al Kidush como prefacio del pasaje correspondiente. Los eruditos señalan el simbolismo comprendido en esta costumbre. Las primeras letras de estas dos palabras en hebreo, que son Y (yod) y H (he), más las primeras letras de las dos primeras palabras de Vayejulú, que son V (vav) y H (he), reunidas constituyen las cuatro letras que forman el Tetragrámaton.
La bendición del vino
La bendición del vino es precedida por las palabras Savrí Maranán VeRabotai (Con licencia de los Señores y Maestros, o: Atención, Señores y Maestros). Esta fórmula es similar a la utilizada por el que dirige la Bendición de Agradecimiento Después de Comer: Birshut Maranán VeRabotai (Con permiso de los Señores y Maestros). Con el pan se utiliza la palabra Birshut, y con el vino la palabra Savrí. Esta fórmula es usada para llamar la atención de los presentes sobre el hecho de que se va a pronunciar una bendición, y para obtener su tácito consentimiento a recitar el Kidush por ellos. Cada uno de los presentes sólo debe escuchar la bendición y responder «Amén», a fin de dar cumplimiento a su obligación individual de recitar el Kidush.
La bendición de santificación del Shabat
Bendito eres Tú, Señor, nuestro Dios, Rey del mundo, que nos has santificado con Tus preceptos y nos has agraciado, y Tu Shabat santo con amor y agrado nos has impartido, como rememoración de la obra de creación. Pues él es el primero de los días de convocación santa en recuerdo del Exodo de Egipto. Pues a nosotros nos has elegido, y a nosotros has santificado de entre todos los pueblos. Y Tu Shabat santo con amor y agrado nos has impartido. Bendito eres Tú, Señor, que santificas el Shabat.
El Shabat debe su principal característica y santidad a su condición de rememoración de la creación del universo por Dios. «Por tanto el Señor bendijo el día del Shabat y lo santificó» (Exodo 20:11). Al desistir de hacer labores el día séptimo, demostramos nuestro homenaje al Señor y testimoniamos que el mundo no es nuestro, sino de Dios. Al santificar el Shabat reconocemos a Dios como Creador y Señor de todo el universo.
Si bien la santidad del Shabat está implícita en la Creación y por lo tanto es cronológicamente anterior a la fe judía, el Shabat está destinado también a recordar a Israel su salida de Egipto, «Y acuérdate que tú fuiste siervo en la tierra de Egipto, y que el Señor, tu Dios, te sacó de allí… por tanto el Señor, tu Dios, te ha mandado que guardes el día del Shabat» (Deuteronomio 5:15).
Recordando la esclavitud sufrida por nuestros antepasados y la libertad que Dios nos proporcionó en el comienzo de nuestra historia como nación, estaremos en mejor disposición para apreciar la libertad mental y corporal que el Shabat brinda cada semana a quienes lo guardan fielmente. Si la observancia del Shabat atestigua nuestro sometimiento a la servidumbre de Dios, al mismo tiempo viene a establecer nuestra libertad de la servidumbre que nos imponen la sociedad y las responsabilidades que recaen sobre cada uno. En Shabat no necesitamos que un ser humano nos indique nuestras tareas. Durante veinticuatro horas no hay nada (salvo una cuestión de vida o muerte) que interfiera con el descanso, con la tranquilidad mental, con la liberación de las presiones de los asuntos cotidianos y de las tensiones del trabajo. El Shabat está destinado a evitar que retrocedamos a una mentalidad de esclavos, y a liberarnos de las preocupaciones mundanas.
El Exodo de Egipto es mencionado en el Kidush a fin de subrayar nuestra fe en la Divina Providencia, o sea que Dios interviene en la historia. La creencia de que El así lo hace es inseparable del credo judío de que Dios existe y es el Creador.
El Shabat es denominado » Tejilá le-mikraé kodesh» (el primero de los días de convocación santa). Es la primera celebración que aparece en Levítico, Capítulo 23, donde se pasa revista a todos los días santos del año judío.
Nuestro Eterno Padre y Rey les bendiga grandemente.
Como puede un bnei noaj guardar el shabat y si es lícito para un bnei noaj guardarlo
No, solo un judio nativo o un gentil converso puede guardar el shabat
es de sabios y obedientes guardar el Shabath en obediencia a su Palabra Sagrada y a sus Estatutos y Preceptos