Estudiando
8.Nitzavim
El Libro de Devarim (Deuteronomio)
+100%-

Reflexiones,

por Rabbi Ciner

Esta semana, el último Shabat antes de Rosh Hashana, leemos la parasha de Nitzavim. «Atem nitzavim ha»yom (Ustedes están de pie hoy) kulchem (todos ustedes)… delante de Hashem su D-os». 29:9.

En el día de su muerte, Moshe reunio a toda la nación judia a fin de pararlos delante de Hashem y sellar con Él el pacto. Los comentaristas explican que éste fue el pacto de «arvut», literalmente definido como el pacto del «garante». Es decir el pacto en el que cada uno tomara  responsabilidad colectiva.

Esta parasha siempre es leída en este Shabat porque se refiere a Rosh Hashanah. El Zohar enseña que cuando el pasuk (versiculo) dice: «Ustedes están de pie delante de Hashem «ha»yom» (hoy), se esta refiriendo al día de juicio en a Rosh Hashanah.

El Netivot Shalom desarrolla aun mas esta idea. La palabra «nitzavim» (estar parados) no significa estar parados solamente, sino estar parados de manera muy firme. Además, agrega, cuando el pasuk más adelante dice que Moshe habló a todo el pueblo de Israel, la palabra «kulchem» (todos ustedes) pareciera ser innecesaria.

El Netivot Shalom explica que, en un nivel más profundo, el pasuk nos enseña cómo podemos tener exito en el juicio que esta por delante en Rosh Hashanah, el Dia del Juicio. El consejo que el Netivot Shalom da, se puede resumir en la palabra «kulchem». Si aceptamos nuestra responsabilidad colectiva y somos garantes mutuos, asi nos hacemos socios del resto de la
nacion y tendremos el mérito colectivo y el respaldo de toda la nacion. Solo asi podremos estar parados con firmeza delante de Hashem en Rosh Hashanah.

Esto explica la famosa declaración de Rabi Akiva: «Ama a tu projimo como a ti mismo, pues esto es uno de los pilares fundamentales de la Tora». ¿Qué es lo tan único y especial de este fundamento que lo diferencia del resto de los muchos otros que enseñanza la Tora? Él explica que este principio fue lo que determino la fuerza del pueblo judío a lo largo de las generaciones. Sólo conectándose con el resto del klal (la nación) uno puede obtener la compasión especial que Hashem, Avinu Shebashamayim (Padre Celestial), tiene con Sus hijos.

La Yeshiva (lugar de estudio) de Mir había establecido temporalmente su sede en Shanghai cuando tuvo que escaparse de los nazis. Fue un epoca cargada de constantes peligros y dia a dia se vivia con temor a desaparecer. En la sinagoga donde la Yeshiva se establecio, algunos jovenes prefirieron sentarse con sus compañeros de estudio en una salon contiguo menos atestado y mas tranquilo que el salon de estudios principal. Cuando el Rav Chaim Shmuelovitz zt»l se entero de esto, les advirtio muy claramente. «Todo el mundo debe darse cuenta de que toda la yeshiva está siendo juzgada en Cielo solo por el mérito colectivo de todos y cada uno de los alumnos.
Cualquier persona que se separa del grupo será juzgada como un individuo y necesitará de una cantidad increíble de méritos personales para salvarse».

Un hombre una vez se acercó a Rav Sholom Shwadron zt»l después de su famoso discurso que daba los viernes por la noche y le conto la siguiente historia que le habia sucedido años atras. (Extraido del libro «The Maggid Speaks» por el Rab Paysach Krohn).

«Apenas despues de la Primera Guerra Mundial durante algunos años hubo una relativa libertad para los judíos de Rusia. En esa epoca estaba involucrado en el negocio de los diamantes y las cosas iban muy bien. Cada mañana estaba en mi oficina a las 8:00AM y estaba ocupado con negocios todo el día. Una cierta mañana habia decidido ir a mi oficina un poco mas temprano de lo habitual para poder terminar algún trabajo retrasado. Como siempre, llevaba conmigo mi maleta llena de diamantes y joyería. En el camino oí a un hombre gritandome desde una sinagoga pequeña pidiendo a un «tzenter» el décimo hombre para completar al minyan (el quórum necesario para la tefila – rezo). Cuando el hombre me vio que me dirigia hacia él, me gritó que entre pues me necesitaban para el minyan.

Al darme cuenta de que estaba mas temprano de lo habitual y con tiempo de sobra, resolví ayudar y ser el décimo hombre. Sin embargo, al entrar vi que allí sólo habian otros tres hombres, mientras que el hombre que me habia gritado volvia a la puerta y reanudó su búsqueda del un «tzenter».

Que bronca me dio el haber sido embaucado! Fui hacia el hombre en la puerta para quejárme que ni siquiera yo era la quinta persona… «No se preocupe,» el hombre grito desde la puerta. «Muchos judíos pasan por aquí y tendremos un minyan inmediatamente».

Tome mi libro y empecé a leer algunos Tehilim (salmos) durante los siguientes diez minutos. Para entonces el hombre sólo había logrado encontrar a una persona más, así es que me levanté para salir. «Por favor,» comenzó a suplicarme. «Hoy es yahrtzeit de mi padre (aniversario del fallecimiento) y estoy tratando de reunir un minyan tan rápido como sea posible para por decir Kaddish. Por favor quédese». «No puedo quedarme más,» protesté. «Debo estar en mi oficina ahora mismo, ya estoy tarde».

Cuando dije esto, el hombre se torno un poco agresivo: ¡»No lo dejo salir! Tengo el yahrtzeit y tengo que decir Kaddish. Tan pronto como reúno diez lo dejo salir». Renuentemente regresé a mi libro de salmos, pero cuando otros diez minutos pasaron, sólo había conseguido a dos personas y decidi otra vez abrirme paso hacia la puerta. El hombre me apuntó con su dedo me y dijo: «Si usted fuera el que tiene que decir Kaddish por su padre, seguramente querría que yo me quede y yo lo haría. ¡Ahora quiero que usted haga lo mismo por mí».

Al suplicarme de esa forma me hizo mirar la situación de manera diferente y decidí que, pase lo que pase, me quedaría. A eso de las 8:30 finalmente reunió su minyan. Pensé que él diría un Kaddish y nos dejaría ir, pero a mi asombro comenzó desde el principio del servicio matutino. En ese momento me di cuenta que no llegaria a mi oficina hasta después de las 9:00.

Continué esperando hasta que otro hombre entre en la sinagoga y me de permiso para retirarme, pero eso no ocurrió. Me tuve que quedar allí hasta el final de todo el rezo. Cuando termino, nos agradecio profundamente, sirvió unas galletas y bebidas y nos dejó salir.

Cuándo yo y mi maleta llena de joyería estabamos a dos cuadras de mi oficina, un conocido mio vino frenéticamente corriendo hacia mí. «Los bolcheviques asumieron el control del gobierno y varios de ellos entraron y mataron a los judíos en el mercado de diamantes, y estan saqueando todo lo que pueden. ¡Corra inmediatamente para salvar su vida».

Me escondí durante algunos días y finalmente pude escapar de Rusia. «Ama a tu projimo como a ti mismo…», para poder pararse firmemente delante de Hashem en Rosh Hashanah.

Shabat Shalom

Rabbi Ciner

1 comentario
  1. Gloria Rendina

    Estaba a punto de dormir cuando pensé probar si había internet en mi cas para más sobre la paras ha de la semana encontré en las reflexiones una enseñanza q necesitaba para poder hablar a mis amigos sobre el amor al prójimo mi país está pasando un periodo de mentira injusticia y falta de libertad Que mejor momento para hablar sobre el amor q nos debe unir y así venceremos a nuestros enemigos con la ayuda de HASHEm lo lograremos, Shabath Shalom HA SHANA TOVA

    01/10/2016 a las 02:23

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