Estudiando
10. Haazinu
El Libro de Devarim (Deuteronomio)
+100%-

Reflexiones,

por Rabbi Ciner

Esta semana leemos la parasha de Ha`azinu. Moshe, antes de su muerte,llama a , los Cielos y la Tierra para que sean testigos de la advertencia que dará a los Bnei Israel. ¡»Oigan Cielos y hablaré! Y escuche la Tierra las palabras de mi boca». Deuteronomio 32:1.

Los Cielos y la Tierra seran testigos que los Bnei Israel aceptaron el pacto y estarán allí hasta el fin de los dias para brindar testimonio que han cumplido (o no) este pacto. ¡»Oigan Cielos y hablaré! Y escuche la Tierra las palabras de mi boca». El celebre comentarista Rashi explica este versiculo del siguiente modo: La Tora que les he dado a ustedes, hijos de Israel, es tambien la fuente de vida de mundo. Da fuerza y valor a aquellos que la estudian. Los actos de Hashem son perfectamente justos, y los justos recibirán su merecida recompensa, aunque tengan que esperar para recibirla hasta el mundo venidero. Los malvados recibirán pago completo por cualquier buen acto que realicen. Al pecar, sólo ellos se perjudican, no a Hashem. ¡Es asi cómo pagan los favores de Hashem? Una nación tonta se olvida de todo lo que les fue dado e ignoran las eventuales consecuencias de sus acciones. Rashi continua diciendo: Miren hacia atrás y recuerden lo que sucedió con los que enojaron a Hashem. Miren al futuro y dense cuenta de que Hashem puede traer el Mesías y el mundo venidero. Cuando Hashem castigó a las naciones, no las aniquilo pues ustedes, hijos de Israel, estaban destinados a descender de ellos. Ustedes permanecieron leales a Hashem en el desierto, aceptando Su reinado y Su Tora y continuaron demostrando esa confianza durante todo este tiempo. Hashem los condujo protegiendolos y ninguna fuerza fue capaz de luchar en contra de ustedes.

Los comentaristas explican que esta advertencia es muy diferente del resto de las advertencias que encontramos a lo largo de la Tora. En otros lugares nos es dicho que si cumplimos la Tora, recibiremos bendiciones específicas, mientras que si nos alejamos de la Tora, recibiremos por el contrario maldiciones que se describen con lujo de detalles. Aquí se nos dice algo muy diferente. Piensen. Contemplen. Calculen y decidan. Aqui no hay ningun tipo de «ultimátum». Ninguna amenaza. Piensen detenidamente y decidan con sentido comun que es lo mejor que deben hacer.

La parasha describe tambien nuestro pasado. ¡Miren en el nivel en el que estabamos! Quizá van a pensar que una vez que nos caímos de ese elevado nivel, nunca más podremos volver alli. La parasha describe nuestro futuro, la epoca del Mesias que nos aguarda con toda su grandeza!

Esta es nuestra escencia. Esto es lo qué verdaderamente nos define y en donde finalmente terminaremos. Decídan si van a apresurar este proceso o detenerlo. Decidan si lo quieren o si estan en contra. Sin amenazas – solo decidan…. Yom Kippur también es una gran oportunidad para vislumbrar esta travesia, pensar acerca de donde el mundo ha estado y hacia donde en definitiva se dirije. Al completar el primer día de la creación, la Tora escribe: «Y fue la noche, y fue el día, dia uno». No dice el «primer día», sino «dia uno». El Midrash enseña que esto se refiere al dia de Yom Kippur.

El Ohr Gedalyahu explica eso que en ese momento de la creación, ninguno de los «seres» todavía había sido creado. Habia una unicidad absoluta. Era el dia donde solo habia «Uno». Una vez que los ángeles, con las fuerzas del «ra» (el mal) fueron creados en el segundo día, esta unicidad paso a ser distinta. El mundo regresará a esta condición de unicidad del «dia uno» en la epoca del Mesias. Habrá claridad absoluta y el mundo entero reconocerá la soberanía de Hashem. «En ese día Su nombre será Uno». Asi seran las travesias del hombre, claridad absoluta al final de los dias pero un montón de confunsion durante el viaje.

Pero Hashem nos concedió un día cada año en el que podemos vislumbrar con absoluta claridad Su unicidad, esa unicidad que al final de los dias tambien tendremos. El valor numérico del Satán es 364. El año tiene 365 días. Hay un solo día donde el Satán no puede confundirnos con la ilusión que él tambien tiene poder. Esto es lo que el Midrash quiere enseñar cuando dice que ese «dia uno» se refiere a Yom Kippur. Ese día es designado para la anulación de «ra» (el mal). Hashem quita el ra externo y nosotros debemos eliminar nuestro «ra» interno, es el día del perdón y expiación. Donde el mundo ha estado y hacia dónde va… Ha`azinu (Oigan)!

Depende de nuestras decisiones…

Shabat Shalom y un g`mar jatima tova

Rabbi Ciner

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