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Rabi Moshe Leib de Sasov

Extraido de Todos juntos santidad

Los Tzadikim de Rozin se comportaban como si fuesen el Reino del Rey David.

 No rezaban junto al resto de la congregación, sino en otro cuarto pequeño al lado del Beit Hakneset. Allí el Rabi rezaba.

 El sagrado Rabino Rabi Itzjak de Bohosh, nieto del Rabi de Rozin, entró una vez a rezar Maariv (el rezo nocturno) y sintió una gran alegría.

 Preguntó entonces a gente: yo siento una gran elevación espiritual en este día, ¿sucedió algo especial el día de hoy?

 Ellos le dijeron: también nosotros sentimos algo especial, pero no sabemos qué es.

 El rezo de Maariv fue hasta el corazón del cielo, a pesar de que era un día de semana común y corriente …

 Luego del rezo él les preguntó: ¿qué día es hoy?

 Ellos contestaron: hoy es el siete de Shvat.

 Ah, ahora entiendo. Es el día del fallecimiento de Rabi Moshe Leib de Sasov.

 Esto no es algo simple …

 Rabi Moshe Leib de Sasov era la columna de amor en el pueblo de Israel.

 En el momento en que el Rabi comenzó a hablar, la gente lo rodeó en forma de media luna, y el Rabi comenzó a contar:

 Deben saber, que después que Rabi Moshe Leib de Sasov falleció, él se presentó ante el tribunal celestial quienes obviamente le dijeron: Rabi Moshe Leib, nuestro sagrado Rabino, te están esperando en el Paraíso …

 Él sabía, sin embargo, que no se puede llegar al Paraíso, sin atravesar antes el Infierno …

 Entonces los ángeles lo tomaron a Rabi Moshe Leib de Sasov, para hacerlo pasar rápidamente por el Infierno. Pero Rabi Moshe Leib de Sasov caminaba lentamente. Y vió a las pobres almas quebrantadas y sintió una gran compasión por ellas. Guevald.
Ustedes saben, el Infierno no está sólo arriba. Todo el que vive en este mundo en el Infierno, también en el mundo venidero permanecerá en el Infierno, y quién vive en este mundo en el Paraíso, permanecerá también allí en el Paraíso …

 Rabi Moshé Leib de Sasov caminaba lentamente …

 Los ángeles celestiales le dijeron entonces: Rabi Moshe, tenga compasión de nosotros, camine por favor un poco más rápido …

 Pero él caminaba despacio …

 De pronto, en el medio del Infierno, Rabi Moshe Leib de Sasov se detuvo y les dijo a los ángeles: Yo me quedo aquí. Yo no los puedo abandonar. ¡Cómo los voy a abandonar!

 Los ángeles le dijeron: Rabi Moshe Leib, escucha, tú debes venir con nosotros, este lugar no es para tí. Para tí es el Paraíso, aquí están solamente los transgresores …

 Rabi Moshe Leib les dijo: Yo de aquí no me muevo.
Ese momento fue la primera vez, desde que el Kadosh Baruj Hu creó los cielos y la tierra, que todo el Tribunal Celestial descendió al Infierno, para ver juntos que podían hacer con Rabi Moshe Leib de Sasov.

 El Gran Tribunal Celestial descendió al Infierno y dirigiéndose a Rabi Moshe Leib le preguntaron: Rabi Moshe Leib, ¿cuál es tu argumento?

 Él les dijo así: Si de verdad yo merezco estar en el Paraíso superior y disfrutar de la luz de la Presencia Divina, entonces yo merezco tener un placer absoluto … ¿Pero cómo voy a estar en el Paraíso y sentir placer y alegría todo el tiempo, sabiendo que aquí esta ardiendo el Infierno? ¡Yo no puedo estar en el Paraíso mientras haya alguien que permanezca en el Infierno!

 ¿Y qué quieres entonces Rabi Moshe Leib?

 Yo sólo salgo de aquí si todos se vienen conmigo …

 Lo que sucedió allí fue algo de no creer. Rabi Moshe Leib quería sacar a todas las personas que estaban en el Infierno. Guevald.

 Evidentemente, su postura era auténtica, pues él tenía un alma muy grande.

 El Gran Tribunal Celestial analizó el caso y finalmente dio su veredicto.

 Hay dos versiones sobre el veredicto, y ambas descienden a los rincones más íntimos del corazón.
Ellos le dijeron: Rabi Moshe Leib, si alguna vez en tu vida tuviste la oportunidad de hacerle el bien a alguien y no lo hiciste, entonces no podrás sacar a nadie del Infierno. Pero si jamás desperdiciaste una oportunidad, y cada vez que alguien te pidió un favor lo ayudaste con alegría, entonces los podrás sacar a todos …

 

Rab Shlomo Carlebaj

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