Rabí Jaim Iosef David Azulay (HaJida)

Extraido de Revista Entre Todos. Centro Comunitario Sucath David
Su Infancia
En el mes de Siván del año 5484 (1724 de la E.C.) nació en Yerushalaim Rabí Jaim Iosef David Azulay Z.L. conocido abreviadamente como Rab J.I.D.A. – Su padre, Rabí Refael I. Zerajiáh era descendiente de una familia cuya procedencia era de España, en donde permaneció hasta la trágica expulsión en el año 1492. De allí se dirigió la familia la ciudad de Fes – Marruecos para instalarse en la comunidad judía marroquí. Del lado materno también gozaba de un importante linaje. Su mamá, era hija del Rabí Iosef Bialer – un gran estudioso de la Kabalá que ascendió a Yerushalaim junto al grupo de Rabí Yehuda Hajasid. Luego de unos años en Marruecos, se dirigió Rabí Abraham, el fundador de la familia Azulay y autor de importantes libros de Kabalá, hacia Tierra Santa, estableciéndose en la ciudad de Jebrón.
Según cuenta la historia, su nacimiento fue muy prematuro, a tal medida que los médicos no le daban más de unas horas de vida. No obstante, su abuela lo envolvió con mantas, cuidando de él hasta llegar al peso óptimo y convertirse en un niño sano. Ya desde temprana edad deslumbró a los que lo rodeaban con su mente prodigiosa. Siendo así, a los seis años de edad comenzó a frecuentar el Bet Midrash Bet Yaacob el cual encabezaba su tío y maestro Rabi Yoná Nabon. Este último, conociendo las aptitudes de su tierno alumno, lo instruyó de manera personalizada hasta que los primeros frutos estaban a la vista: el niño antes de llegar a la edad de Bar Mitzva ya tenía escritos sus propios comentarios de Torá como él mismo testifica en alguno de sus libros.
Con el Or Hajaím Z.L.
De joven, más precisamente a los 18 años de edad el Rab Azulay Z.L. conoció y recibió enseñazas de Torá de Rabi Jaim Ben Atar Z.L. conocido también como el Or Hajaim Hakadosh. Este gran cabalista arribó a Eretz Israel unos años antes e instaló su Yeshibá en la ciudad de Akko. Posteriormente, en el mes de Ab 5502 – 1742 de la E.C. fundó su Bet Midrash Kneset Israel en Yerushalaim. Pero, la alegría no duró mucho tiempo y a los 11 meses de haber inaugurado la Yeshibá falleció el Or Hajaim en Motzae Shabat 15 de Tamuz 5503 a los 47 años de edad. No obstante, el Rab Jidá asegura en sus libros que, pese a que fue corto el tiempo que estuvo con él, “He recibido de él grandes secretos de Torá”.
Asimismo, en muchas de sus obras, cita costumbres y enseñazas del Or Hajaim. Con omisión del Or Hajaim, el Rab Jida estudió también con Rabí Guedaliáh Hayun Z.L. y Rabi Itzjak Rapaport Z.L. autor del libro Bate Kehuná. Un tiempo más tarde, El Rab Jidá se incorporó a la Yeshibá de Bet E-l formando parte del grupo Ahabat Shalom constituido por los 12 mejores alumnos y allegados al Rabí Shalom Sharabi Z.L.
Su primer viaje
Aunque su permanencia en la Yeshibá era su felicidad, el Rab Jidá se vio forzado a salir de viaje a beneficio de la Comunidad Sefaradí de Yerushalaim. A raíz de los conflictos que surgieron en la ciudad, en los cuales estaban involucrados los miembros de la Delegación en representación del Comité Judío de Constantinopla, los Jajamim de Yerushalaim decidieron tomar riendas en el asunto y expropiarlos de sus puestos, luego de un intento de los anteriores de actuar en algunos campos de la vida comunitaria sin contar con las facultades necesarias para obrar. La discordia se agravaba día a día, y los Sabios decidieron hacerle Jerem (boicot) a uno de los integrantes del grupo llamado Rajamim Cohen.
Finalmente, los componentes de dicha junta renunciaron a sus cargos y las familias sefaradíes cuyo sustento económico dependía de Constantinopla, se vieron inmersas indirectamente en graves dificultades. Ante esta situación fue nombrado nuestro personaje para encabezar una delegación cuyo único objetivo era intentar renovar los lazos con Constantinopla. (Vale decirse que el beneficio de la relación con Turquía no era meramente por lo económico sino también por sus influencias en las autoridades locales. E.T.). A su viaje se sumaron para acompañarlo Rabí Yom Tob Elgazi, Rabí Shmuel Eljadif, Raabí Jaim Alfandari, y su hijo Rabí Yeshaiahu Azulay entre otros.
Antes de llegar a destino, el Rab se enteró de la reintegración de Rajamim Cohen al grupo y este hecho era suficiente motivo para regresar a casa. Sin embargo, la comunidad en Jerusalem le envió recados insistiendo que continuara en su rumbo. A esta altura, el Rab decidió permanecer en Egipto hasta clarificarse la situación. Mientras sucedían las cosas, el apoyo desde afuera no llegaba a la comunidad sefaradí y el hambre se empezó a sentir. Trescientas vidas se cobró la hambruna en esos días.
Los judíos de Egipto, al percatarse de la honorable visita que permanecía en la ciudad por un tiempo indefinido, se apuraron en nombrarlo Rabino principal de Egipto. El Rab, que no imaginó que todo se solucionaría tan rápido, se comprometió a estar al frente de la misma por un plazo de cinco años. Verdaderamente, un tiempo después logró hacer las paces con el Comité y muchos de los Jajamim que permanecían en Egipto a raíz de la situación, retornaron a Jerusalem.
Jebrón y su segundo viaje
Al finalizar su tarea en Egipto el Rab Azulay y su familia se instalaron en la ciudad de Jebron. En esta ciudad el Rab se dispuso a escribir la mayoría de su famoso libro de halajá Birke Yosef. Luego de tres años, la comunidad de Jebron se dirigió a él pidiendo que viajase al exterior para recaudar fondos. La necesidad económica generó este oficio ya muy habitual, consistente en enviar a los personajes más destacados de la ciudad como “meshulaj” (enviado) al extranjero.
En el caso del Rab Jidá, él fue elegido como tal a tan sólo 29 años de edad. En este viaje, el Rab visitó numerosos sitios incluyendo las principales ciudades de España, Italia, Francia, Holanda, Alemania e Inglaterra. No en todos lados le fue fácil. En Alemania por ejemplo, desconfiaron de él y las credenciales que había presentado fueron consideradas como falsas. Acto seguido, se le prohibió disertar en los Baté Kneset de la ciudad y ni siquiera le ofrecieron un decente alojamiento.
En Italia, fue muy bien recibido y atendido. La travesía duró cinco años. En otros de sus viajes a beneficio de Jebron, arribó a Túnez como una de las primeras paradas en su recorrido y junto con otros viajeros de Oriente, fue detenido por las autoridades durante cuarenta días. Sin embargo y pese a las dificultades y limitaciones que representa un calabozo, pudo preparar el libro Shem Haguedolim, el cual significó una de las obras magistrales para el bien de la trayectoria bibliográfica de Am Israel otorgando información sobre libros y sus respectivos autores de todas las épocas.
Al quedar en libertad, se dirigió a Livorno- Italia. Su intención en llegar allí, además de visitar a su hija, era imprimir dos de sus obras antes mencionadas. Al notar la calidad de las imprentas locales, y habiendo concluido su misión para la comunidad de Jebron, el Rab decidió quedarse en Italia. Desde su pequeño despacho, condujo y ayudó no sólo a los judíos de allí sino a numerosas comunidades de Túnez y Marruecos entre otras. Sus días en Livorno fueron dedicados enteramente al estudio de la Torá. Sin embargo, él tenía una enorme influencia en la vida comunitaria. Los estudiosos del lugar, reconociendo su grandeza, día a día le formulaban preguntas y consultas sobre muchas cuestiones. Aun así se negó a aceptar un cargo público, y rechazó la oferta para presidir como rabino jefe de Livorno.
A pesar del honor que fue concedido en el extranjero, ansiaba volver a Jerusalem. Sus razones para permanecer en Livorno hasta su fallecimiento no están claras. Se cree que él sabía que al volver Eretz Israel le nombrarían para el cargo de rabino jefe de la comunidad sefaradí, y por su humildad, él no quería aceptar.
La puesta del sol
El Rab Azulay Z.L., tras padecer muchas enfermedades durante toda su vida, falleció el 11 de Adar del 5466 a la edad de 83 años. El luto abarcó todas las ciudades las cuales visitó y guió a lo largo de su vida y, por supuesto, las ciudades de Eretz Israel tales como Jebron y Yerushalaim. Más de un siglo y medio después de haber sido enterrado en Livorno, empezaron los planes para trasladarlo a Israel y enterrarlo de nuevo en Har Hamenujot. Los trámites para el traslado de sus restos fueron encabezados por el Rab Harashi Itzjak Nissim Z.L. y realizados por el Rab Mordejai Eliahu Shlita.
La idea de traer sus restos a Eretz Israel se dio a partir de una noticia que preveía convertir el antiguo cementerio en el que fue enterrado en un parque público. Los responsables lo entrevistaron para combinar el traslado a una nueva parcela en otro cementerio. Ya tomada la decisión de remover el entierro, la alternativa de llevar a Eretz Israel quedaba asentada. Tras los intensivos trámites y preparativos, los cuales incluyeron ayunos y rezos, se dispusieron a traer el sagrado cuerpo a Israel. Según testigos oculares, el cuerpo se encontró intacto. Si bien en vida no pudo regresar, hoy el Keber del Rab Jida Z..L. yace en Har Hamenujot – Yerushalaim.