Rab Shlomo Zalman y el ayuno
Extraido de Desde Jerusalem. Hanoch teller
Un estudiante se acercó a Reb Shlomo Zalman en nombre de un amigo, con una pregunta poco usual. El amigo quería saber cuántos días de ayuno debía aceptar sobre sí mismo para rectificar un mal acto.
Reb Shlomo Zalman dijo al joven que tenía que convencer a su amigo de no tomar sobre sí ningún ayuno.
-En la actualidad -dijo el Rab-, los ayunos pueden -y generalmente lo hacen- llevar a la tristeza y la tristeza es la raíz misma de la impureza. Si tu amigo está casado, el crimen de ayunar puede ser perverso, porque si cuando llega a casa a romper el ayuno la comida no está lista, puede que se enoje con su mujer. Y una vez que se enoja, por cualquier causa, pierde holgadamente, cualquier beneficio que hubiera adquirido ayunando.
Pero el joven insistió: – ¿Entonces qué le digo a mi amigo? El realmente quiere ayunar.
Reb Shlomo Zalman reiteró que haría bien en aconsejarle, especialmente si era un amigo, que no ayunara. Sin embargo, si se mantenía inflexible, entonces debía abstenerse de comer dos de sus platos favoritos durante un mes y no más que eso.
Nuevamente el joven se negó obstinadamente a aceptar la respuesta del Gaón. -Mi amigo va a sentir que su pregunta no recibió respuesta -objetó.
-Bueno, entonces -respondió Reb Shlomo Zalman encogiendo los hombros-, si no puedes convencerlo de hacer nada de lo anterior y continúa dispuesto a ayunar, que ayune los lunes y jueves durante el mes de Elul hasta el mediodía.
Hanoch Teller
