Primera entrega
La preocupación destruye la felicidad en tu vida.
1. La preocupación destruirá tu propia vida (Keser Jojmah 12 :16). Una vida plagada de preocupaciones provocara una desgraciada existencia. Sin tener en cuenta la magnitud de la buena fortuna que hayas tenido en tu vida, esta pasara al olvido. Si llenas tu mente con pensamientos preocupantes, odiarías a alguien que tratara de destruir tu vida, pero si persistes en preocuparte constantemente serás tu mismo quien estará destruyendo su propia vida. Tu primordial prioridad es la de cambiar tu forma de pensar, lo cual habrá de beneficiarte en muchos aspectos.
2. La verdadera libertad es la libertad de la mente. Solo una persona cuya mente este libre de preocupaciones, podrá considerarse auténticamente libre (Jojmah Umussar, Vol. 2, pag. 99). Se han sostenido muchas guerras para ganar la libertad. La gente se ha sometido voluntariamente a muchas penurias a fin de obtener la libertad. Tendría sentido entonces que realices un esfuerzo para liberar tu mente de innecesarias preocupaciones.
3. Aquel que se preocupa acerca del futuro jamas hallara la plena satisfacción. Cuando el futuro se convierta en presente, se preocupara entonces de un futuro posterior (Madraigas Haadam : darkai habitojen).
Preocuparse constituye una perdida de tiempo y energía.
4. El Talmud (Sanhedrin 100b) expresa lo siguiente : «No te preocupes acerca de lo que posiblemente pudiera marchar mal en el día de mañana. Nadie puede saber jamas lo que habrá de ocurrirle. Quizás mañana ya no estés en este mundo y no tendrás que preocuparte por un mundo que no es el tuyo».
5. Cuando una persona se preocupa acerca de la satisfacción de sus futuras necesidades materiales, esta suponiendo que todavía estará con vida en ese momento futuro. Quien le ha extendido una garantía que le asegure que continuara con vida durante un periodo determinado de tiempo ? De la misma manera como presumes que sobrevivirás, podrías igualmente suponer que te será posible satisfacer tus necesidades básicas. Supónte que vieras a una persona con aspecto preocupado y le preguntaras : «Mi querido amigo, por que estas tan lleno de ansiedad ?» Como reaccionarias si el te respondiera : «Las cosas me van muy bien en este momento, pero estoy preocupándome porque dentro de diez años podría faltarme algo ? Sin duda alguna, considerarías ridículo preocuparte por algo que sucederá en un futuro lejano. La verdad es que así como resulta inútil inquietarse por lo que ocurrirá dentro de diez años, tampoco será provechoso hacerlo por lo que sucederá en el termino de tan solo un día a partir de ahora (como opuesto a lo planificado), solo el momento presente esta ante ti, tu tarea será utilizarlo correctamente (Jayai Hamussar, Vol. 1, pags. 68-69).
6. Aquel que se de cuenta de lo efímero que resulta su permanencia sobre la tierra, no perderá su precioso tiempo preocupándose (Shaarey Kdushah 2 :1). Cuando te inquietes pregúntate lo siguiente, «Valdrá la pena emplear el corto tiempo del que dispongo sobre la tierra para pensar de una manera tan negativa ?».
La preocupación impide pensar con claridad.
7. Cuando una persona tiene un problema importante la preocupación le impide pensar en las formas practicas para resolverlo. Cuanto mayor sea tu calma, podrás razonar de la mejor manera para escoger el curso de acción mas sensato (Iosef Ometz).
8. En lugar de preocuparte de como podrás hacer bien una tarea, invierte tu tiempo en prepararla y practicarla adecuadamente. Concentra tu atención en la manera de superarte. Toma por ejemplo la enseñanza : la proporción del éxito y satisfacciones que experimentes al enseñar, dependerá de tu mayor grado de dedicación y de la preparación esmerada de cada clase que dictes. Si demuestras entusiasmo por la materia y deseas fervientemente transferir tu motivación a los educandos serás con toda seguridad un buen docente. Tu preocupación acerca de la forma en que cumples tu función, solo te tornara ansioso e ineficaz. Trabajar sobre las habilidades especificas que te ayudaran a mejorarte, te liberara de inquietudes y así podrás lograr un mayor rendimiento, como un educador eficiente.
Preocuparse es un habito que puedes superar.
9. Muchas personas que habitualmente se inclinan por la preocupación, creen que la misma forma parte de su naturaleza y en consecuencia les es imposible librarse de ella, pero se trata solamente de un habito. Algunas personas comenzaron a incorporar esta costumbre a una muy temprana edad, de tal modo que les parece que constituye su idiosincrasia. Sin embargo, tal persona puede llegar a aprender a llevar una vida libre de preocupaciones. Si la consideras como un mal habito que has contraído y tratas de pensar con mayor sensatez al respecto, podrás vencer esta tendencia negativa.
Aclara en que consiste realmente tu problema.
10. En algún momento una persona llega a usar sus preocupaciones a modo de excusa por no alcanzar sus logros. Justifica su inactividad sosteniendo que esta ocasionada por su temor ante un posible peligro. De manera ostensible alegara que no esta haciendo lo que debiera porque le resulta riesgoso hacerlo. La verdadera razón de su falta de accionar es sin embargo su inercia frente a los hechos. No es el temor el que lo induce a diferir su acción, sino en cambio es su tendencia a postergar la que le infunde ese temor (Ver Mesilas Yeshorim, Cap. 9).
Zelig Pliskin