¿Por qué un milagro de 8 días?
(Extraído de El Calendario Cabalístico, Noviembre -Kislev-«, Ben Itzjak, Editorial Edaf)
Considerando que el ocho y el milagro son la base de Jánuca, nos parece importante detenernos en una pregunta clásica acerca de la festividad.
De acuerdo con el relato talmúdico, los jashmonaím, al recuperar el Templo, encontraron nada más que una vasija de aceite puro, el cual alcanzaba para encender el candelabro durante una noche. Sin embargo, esta mínima cantidad, de modo milagroso, continuó encendida por el término de ocho noches, motivo por el cual se celebra Jánuca por el término de ocho días.
Pregunta: Si encontraron aceite para un día y milagrosamente permaneció encendido otros siete días más, ¿por qué decimos que el milagro duró ocho días? ¿Acaso no sería más correcto determinar que un día ardió de modo natural y siete de modo milagroso? De ser así, el milagro de Jánuca sería de siete días lo mismo que los días de la festividad.
Y si bien a lo largo de la historia se han propuesto cientos de respuestas, nosotros citaremos aquella que resulta más apropiada para nuestro enfoque.
Citemos un relato extraordinario (Taanit 25):
En cierta ocasión, en vísperas de un shabat, Rabí Janina ben Dosa regresó a su casa y encontró a su hija muy triste Le pregunto: ¿Qué te sucede? A lo que esta respondió: La vasija de vinagre se me confundió con la de aceite, y con el vinagre encendí las velas de shabat (es decir, se equivocó, y el vinagre no ardería y, como ya había entrado el shabat, no podía colocar aceite). Hija, le dijo Rabí Janina, ¿qué importancia tiene esto? Quien le dijo al aceite que arda, también le dirá al vinagre que lo haga. Se cuenta que el vinagre al fin ardió durante todo el día, hasta la finalización del shabat.
En pocas palabras, el mensaje talmúdico es tan sencillo como profundo: la naturaleza es un milagro al que ya nos hemos acostumbrado. Que al aceite arda nos resulta algo obvio, y cuando el agua arde comprendemos que estamos viviendo un hecho milagroso.
Mas esto es un error: ambas situaciones son absolutamente milagrosas.
La festividad de Jánuca se celebra durante ocho días para recordar que tanto en el primer día como los siete que le siguieron, la mano divina dejó su marca en el mundo.
Ben Itzjak
Excelente que Grande es el eterno que amor.
Muy hermoso. Definitivamente sin darnos cuenta cada dia nos olvidamos de cada milagro que sucede.
Este mensaje es impactante: «la naturaleza es un milagro al que ya nos hemos acostumbrado»