Perlas de Mishlé
extraido de perlas del Mishle
El Mayor Bien
Oíd, mis amados hijos…y prestad atención… porque os he dado una buena enseñanza, Mi Torá; no la abandonéis.
(4:1-2)
En Avot (6:3) este versículo se cita para enseñar que «no hay nada que se considere verdaderamente bueno fuera de la Torá».
¿Por qué, entonces, encontramos la palabra «bueno» usada repetidamente en Bereshit por Hashem, Quien creó el Universo?
La respuesta es que este mundo fue creado y diseñado por y para la Torá. Por consiguiente, es «bueno» significa que es adecuado para la Torá, que es lo bueno.
Los Beneficios de la Sabiduría
La Adquisición de Hashem
Hashem me hizo [la Torá] como el principio de Su camino…
(8:22)
Rashi (Bereshit 1:1) cita este versículo para explicar que «por consideración a la Torá, Hashem creó el universo».
Este versículo también se cita en Avot (6:10) como la fuente para la primera de las cinco adquisiciones que Hashem tiene en este mundo.
Un kinián (método de adquisición) en la halajá es un acto que causa el apego de un artículo a un dueño. Mediante cinco caminos – la Torá, el cielo y la tierra, Abraham, Israel y el Bet Hamikdash – la presencia de Hashem baja para residir en este mundo. Todos poseen el común denominador de la habilidad de provocar una profunda conciencia de Hashem, que es lo que Lo acerca a nosotros.
Aprendemos a reconocer y a ser concientes de Hashem cuando observamos Sus creaciones, cuando aplicamos las enseñanzas del pilar del mundo, Abraham Abinu, cuando estudiamos la historia de la virtuosa nación de Israel y cuando vemos o contemplamos la Casa donde residió la Shejiná.
La Torá es el primero de estos cinco caminos porque es la fuente más efectiva para enseñar la conciencia de Hashem y porque le da eficacia a todas las demás adquisiciones (Rabí Avigdor Miller, Sing, You Righteous, pág. 548).
El Control de Hashem
Encontrando el Bien
…El murmurador aleja a sus amigos.
(16:28)
Este tipo de persona está incluida en las seis categorías de lashón hará (Rabenu Ioná, Sha’aré Teshuvá 3:211-231).
El que siempre encuentra motivos para quejarse perderá a sus amigos (Metzudat David), y Hashem también estará disgustado con él (Rashi).
Estamos obligados a buscar lo positivo y a encontrar lo bueno en todas las cosas y en todas las personas. Lo encontraremos cuando lo busquemos, porque está ahí. «Y vio Hashem todo lo que había hecho y he aquí que era muy bueno» (Bereshit 1:31).
Eshet Jail
Mujer virtuosa ¿quién puede hallarla? Su precio sobrepasa al de las perlas.
(31:10)
Eshet: Una Esposa
El término que se usa aquí para esposa es el mismo que el que se usa en Bereshit (2:23) cuando Adam, por primera vez, describe y nombra a su pareja: «Será llamada Ishá (mujer) porque fue sacada del Ish (hombre)».
¿Cuál fue el propósito de Adam al llamarla Ishá? Esta pregunta es reforzada por el hecho de que, más adelante, en Bereshit 3:20, la llama Javá (Eva). Nos damos cuenta de que Ishá es el nombre general de todas las mujeres y significa que ella es una ayudanta. Encontramos su singularidad ejemplificada por versículos tales como: «Alégrate con tu mujer… Recréate siempre en tu amor hacia ella» (Mishlé 5:18-19). «Disfruta la vida con la mujer que amas» (Kohelet 9:9).
Estos versículos, explican nuestros Sabios (Kidushim 30b), sirven como una parábola única. Una esposa es análoga a la Torá de Hashem, que está unida al pueblo judío. Por lo tanto, cuando estudiamos estos versículos, debemos tener en mente el nivel dual de entendimiento. La esposa virtuosa trae éxito a su esposo y a sí misma en este mundo, obteniendo de este modo las recompensas del Mundo Venidero. Ella es análoga a la Torá, que sirve para este mismo propósito de traernos éxito tanto en este mundo como en el Mundo Venidero.
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Mi Imtzá: ¿Quién Puede Hallarla?
Esta frase alude a Bereshit (2:20), donde la Torá enseña que hubo una búsqueda para encontrar una compañera para Adam. Primero Hashem dijo (2:18): «No es bueno que el hombre esté solo; le haré una compañera idónea». Luego, encontramos una búsqueda infructuosa entre todas las criaturas que Hashem había creado, hasta que la Torá concluye: «Pero para el hombre, no halló compañera idónea».
¿Por qué el Creador realizó una búsqueda para que Adam encontrara una esposa? Asimismo, ¿por qué el Rey Salomón, aquí en Mishlé, enseña que es difícil «encontrar» una mujer virtuosa?
Rabí Avigdor Miller explica: «Nos damos cuenta de que a Adam se lo estaba preparando para una esposa. El Creador empleó la estratagema de hacer que Adam buscara entre todas las criaturas que D’s había creado para enfatizar la gran necesidad de una compañera apropiada. Si a Adam se le hubiera ofrecido una esposa sin una introducción suficiente, quizá la habría considerado un estorbo o una competidora. Todo beneficio se aprecia más íntegramente si llega después de que se siente su necesidad» (The Beginning, pág. 78).
ésta puede ser una razón por la que Hashem parece impedir que algunas personas encuentren su pareja adecuada por mucho tiempo. Deben contemplar la necesidad de un cónyuge y pedir sinceramente la ayuda de Hashem en su búsqueda.
Como Mishlé sintetiza esta cuestión en un capítulo anterior (18:22): «¡Quien halla esposa halla el bien, y obtiene el favor de Hashem!»
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él Confía
Su marido confía en ella de todo corazón, y (como resultado) no carece de ningún tesoro.
(31:11)
La palabra para confianza (bitajón) se usa, por lo general, en relación con el confiar en Hashem. Por lo tanto, podemos preguntarnos ¿por qué este versículo considera apropiado que un esposo deposite la confianza en su esposa?
Este tema se vuelve aún más sorprendente cuando estudiamos la indicación inicial que Hashem le da al hombre con respecto a su relación con la esposa: «Por eso dejará el varón a su padre y a su madre, y se unirá (davak) a su mujer, y serán (como) una sola carne» (Bereshit 2:24). La palabra «unirse» es la misma que la que se usa con referencia a «unirse» a Hashem (Debarim 10:20). A un hombre se le indica formar un vínculo con su esposa hasta el punto que se vuelvan tan inseparables como si fueran una sola persona.
Por consiguiente, la confianza del hombre en su esposa es una directiva (mitzvá) de la Torá, que les enseña a formar una unión. Juntos, como una unidad, confían únicamente en Hashem, Quien los creó a ambos y los hizo el uno para el otro.
Moshe Goldberger