M&M’s Kosher: Cómo añadir dulzura a tu vida
Nosotros los del mundo ortodoxo no podemos comer lunetas M&M´s nokosher, aunque se vean tan deliciosas. Pero Hashem nos ha dado unas mejores. Nos ha obsequiado «M&M´s kosher», Mitzvot y Midot (hechos buenos y buenos rasgos de carácter), en los cuales nos podemos enfocar para darnos una elevación real cuando estamos decaídos; no la elevación artificial que obtienes del azúcar, sino una elevación espiritual real que puede ser nuestra en cualquier momento del día o de la noche. Cualquier evento, no importa cuán doloroso, puede ser penetrado por los rayos de santidad si piensas cuál Mitzvápuede ser realizada en ese momento o qué Midot necesitas reforzar. Por ejemplo:
«La olla de presión explotó lanzando sopa por todo el techo. Estaba a punto de condenar a mi esposa por descuidada cuando pensé en M&M´s, como laMitzvá de ayudar a una persona en aflicción y la Midá de mantener mi boca cerrada».
«Mis hijos estaban cansados y malhumorados y yo también. Quería darles unas buenas y fuertes nalgadas y librarme de ellos. Luego pensé en los M&M´s, como poner algo de música y alegrar el ambiente, traer algo de alegría a nuestra casa y usar mis talentos creativos ocultos para hacerlos ir a la cama pacíficamente».
«Un pariente cercano me estaba despreciando últimamente. Era muy doloroso pero pensé en mis M&M´s, como dar el beneficio de la duda, hacer jeshbón hanefesh (instropeccion) y continuar siendo afectuosa y aceptarlo, aun si él no lo era conmigo».
Cada evento puede ser material en bruto para tu crecimiento espiritual. Ya sea que pierdas tu cartera o tengas una enfermedad, ya sea que los invitados aparecieron inesperadamente o cancelaron en el último minuto, ya sea que estés desilusionado de la gente o de la vida, te puedes forzar a enfocarte en tus M&M´s y disminuir tu dolor. La razón de este trabajo es porque la cantidad de dolor que sientes por la gente o por los sucesos es directamente proporcional a tu resistencia a su existencia. Mientras más pienses, «¡No es justo! ¡Esto no debería estar pasando! ¡La gente no debería ser así!» más te vas a sentir tenso, enojado y amargado. Sin embargo, cuando buscas M&M´s, eres capaz de usar el suceso como una experiencia de aprendizaje. Puedes estar noventa y nueve por ciento resistente y sólo uno por ciento aceptante, pero ese uno por ciento es suficiente para darte algo más en qué enfocarte además de tu enojo y desánimo.
Es útil hacer una lista de Midot y Mitzvot sobre las que tenemos que trabajar durante toda nuestra vida. Por ejemplo: aceptación, buen humor, compasión, decisión, diligencia, entusiasmo, flexibilidad, gentileza, humildad, esmero, amor, orden, paciencia, perseverancia, positivismo, respeto por uno mismo y por otros, ingenio, autodisciplina, silencio y veracidad. A través del día, piensa cómo puedes fortalecer tu carácter practicando estas disciplinas. Menciónalas también a los miembros de tu familia. Por ejemplo:
«Jaim, gracias por ayudar. Eso demuestra gentileza».
«Jaya, demostraste mucha paciencia al ayudar a tu hermano con su tarea. La paciencia es uno de primeros signos de madurez. Bien por ti».
«Yonatán, me di cuenta qué difícil era el problema para ti. No te rendiste. Tuviste persistencia y perseverancia».
Cuando tú o alguien alrededor tuyo comete un error, en lugar de atacar con tus condenas siempre listas (¡y todos las tenemos!) pregúntate a ti o a la persona, «¿Qué aprendiste?». El otro día mi hijo de siete años quería ayudarme a subir una bolsa pesada de víveres hasta nuestro apartamento. Sentía que era muy pesada para él, pero él insistió, así que lo dejé intentar. Como era de esperarse, a la mitad de la escalera la bolsa se le escapó de las manos y todos los comestibles se cayeron escalera abajo. Se sintió tan mal cuando sucedió que no tuve necesidad de aumentar su dolor con crítica. Simplemente le pregunté, «¿Qué aprendiste de esto?» Lo más importante fue que fui capaz de enfocarme en los M&M´s, lo que para mí fue convertir esto en una experiencia de aprendizaje para que él pudiera ver los errores de la vida, no como catástrofes por las cuales condenarse a uno mismo, sino como oportunidades para crecer.
Cuando estás enfermo, es una oportunidad para practicar sentir compasión por todos aquéllos que están enfermos. También es una oportunidad para ser agradecido por cualquiera de tus partes que están en buena salud y estar agradecido por la salud cuando regresa. Cuando ves a la gente actuando destructivamente, es una oportunidad para ser valiente y hablar sin temor si sientes que puedes ayudar, o permanecer en silencio y aceptar si sabes que nada de lo que digas va a ser útil. O puede ser una oportunidad para practicar ahavat jinam, amor incondicional por tu prójimo. Cada persona que conoces te enseña algo más acerca de la humanidad. Cada desilusión que enfrentas te enseña dónde estás situado en términos de tu fe en la sabiduría de Hashem y de amor por ti.
Existe un concepto interesante en fisiología llamado «la teoría de la puerta de control del dolor». Esta teoría afirma que existe un tipo de «puerta» en la parte dorsal de la columna vertebral donde los mensajes de todo el cuerpo convergen antes de ser enviados al cerebro. De acuerdo a los creadores de esta teoría, la «puerta» va a permitir entrar solamente cierto número de mensajes en un momento dado. Si otros mensajes están aglomerándose en la puerta, los mensajes de dolor no van a alcanzar el cerebro. Es por esto que las personas enfermas pueden olvidar su dolor temporalmente cuando están absortos viendo una película emocionante u otros eventos estimulantes.
El mismo fenómeno ocurre en el campo de la psicología. Si estás teniendo pensamientos que te hacen sentir resentimiento, amargura o abatimiento, puedes forzar tus músculos a hacer algo positivo, actos positivos, y forzar tu mente para tener pensamientos tranquilizadores, seguros, y fortalecedores. Trata esto la próxima vez que alguien no te diga «gracias», o sientas soledad o ansiedad, o algo se rompa, se desgaste o se pierda. Enfócate en tus M&M´s. Encima del fregadero de mi cocina hay un letrero que dice «ELECCIONES». Es la capacidad de enfocar nuestra mente, nuestro corazón y nuestros músculos en elecciones positivas que traigan buena salud mental.