Maor Hashabat: Punto…y Coma!

Editado por Maor Hashabat, de la comunidad Ahabat Ajim, Lanus, Argentina. Editor responsable:Eliahu Saiegh
Y comerás y te saciarás y bendecirás (Debarim 8:10)
Hace 80 años, en la Ieshibá de Mir, en Lituania, cientos de jóvenes escuchaban absortos y embelesados las palabras del Mashguiaj Rab Ierujam Leibobitz ZZ»L, el Mashguiaj de Mir, uno de los grandes pensadores de la doctrina judía de la generación anterior.
Una imagen maravillosa y palpitante.
Presenciar sus disertaciones, sus clases de reflexión, era una experiencia vibrante. Los oyentes tomaban nota de cada palabra que salía de su boca. Así fue como quedaron en nuestras manos los escritos de sus profundas conferencias.
En esa conferencia, vertió un concepto innovador – por no decir enigmático. Y estas fueron sus palabras: «La persona come y bendice el Birkat Hamazon. Hay quienes sostienen que por cuanto se alimentaron y satisficieron de la bondad de Hashem, pesa sobre ellos la obligación de agradecerle y bendecirlo.
Ellos piensan que el Birkat Hamazon es una consecuencia de la comida. Quien piensa de esta forma, es visto a mis ojos como insensato! Ya que no hay duda que la bendición no es una consecuencia de la comida! No bendecimos porque comimos – sino comemos para bendecir. De esto no hay ninguna duda…!».
No llegó a nuestros oídos como fueron aceptadas sus palabras por los participantes. Pero a nosotros, por lo menos, nos parecen extrañas. Reflexionamos: es posible que el Mashguiaj y sus alumnos fueran ángeles, comían para recitar el Birkat Hamazon. Pero nosotros no tenemos ningún dominio sobre un concepto de este tipo. Comemos porque tenemos hambre y porque la comida es sabrosa. Para nosotros, seguro que la bendición es un efecto colateral!
Detengámonos un instante y observemos: la comida del Mashguiaj duraba solo cinco minutos, durante los cuales también estaba concentrado en sus reflexiones. Y su Birkat Hamazon demoraba un cuarto de hora, con absoluta concentración. Siendo así, seguro que esto era principal y la comida secundaria, de menor importancia.
Nosotros demoramos en la comida, por lo menos, un cuarto de hora, y en el Birkat Hamazon, cinco minutos… soñando despiertos.
De todas formas, comprendemos que lo primordial depende de para quien.
Podríamos cerrar el tema aquí, encogernos de hombros y decir: «Esto no es para mí. él se dirigía a personas de otro nivel, ellos estaban en otra dimensión. Es cierto…
Pero si profundizamos, descubriremos frente a nuestros ojos un mundo nuevo, donde todo adquirirá un nuevo significado, que es del dominio de todos. También del nuestro!
Comenzaremos con una pequeña introducción.
Cuanto mayor es el avance de la ciencia, mayor es la sorpresa de los científicos al descubrir la composición del mundo. Desde equilibrio recíproco entre las diferentes galaxias y sus componentes, hasta nuestro sistema.
La distancia óptima entre las estrellas y el sol. Que no se acerquen demasiado, pero que tampoco se desconecten de él, que no se quemen, que no se congelen. La rotación diaria, la inclinación del eje. El equilibrio entre el agua y la tierra… hasta la composición y equilibrio del organismo del ser humano, sus órganos, la composición de las células y las numerosas e invisibles moléculas.
Un mundo que fue creado con tanta complejidad, no es posible que haya sido creado sin un propósito.
Nosotros sabemos para qué fue creado: Todo fue creado para la persona, como le dijo D-os al primer hombre.
¿Para qué fue creada la persona? Para reconocer la mano de D-os en la Creación. Agradecerle por Su bien y Su favor y para cumplir los preceptos…
El sol se sustenta por su cuenta, no necesita alimento ni combustible para calentar e iluminar. Aparentemente, también la persona podría haber sido creada de esta forma, un poco más completo, contando dentro de sí con los materiales necesarios para los ciento veinte años que pasará sobre la tierra, cargado con la batería adecuada…
Frente a lo complejo que es el cuerpo humano, esto no es más que un pequeño complemento, nos hubiera ahorrado gran parte de la tensión que pesa sobre nosotros, el trabajo desgastante para ganar dinero y adquirir alimentos, ¿todo esto para qué?
Esto fue lo que dijo Rabí Ierujam de Mir, no hay duda que la persona come para bendecir su alimento. ¿Por qué Sembró en nosotros este deseo de comer y satisfacernos? Porque fuimos creados para agradecer y reconocer Su Bondad.
De la misma forma que fue creada la persona, con necesidad de alimentarse, fueron creados el resto de los seres vivos, con la misma línea de creación. Sin embargo, que inmensa diferencia hay entre ellos. La vaca necesita ‘combustible’… el pasto se lo da. El elefante necesita ‘combustible’, lo encuentra en las cortezas de los árboles…
La persona también necesita ‘combustible’, pero no rumia pasto como la vaca, sino que tiene a su disposición un amplio abanico de sabores, colores, formas y además se esfuerza para mejorarlos con condimentos y aderezos, los cocina, los hornea.
Todo esto no es sino por una única causa: para que nuestro agradecimiento sea grande y sentido, para que nos impresionemos por cada fruto nuevo, por un nuevo alimento, por un nuevo sabor, y recitemos las bendiciones con más entusiasmo!
Este no es un punto para reflexionar… sino un signo de admiración!