Los signos del Mashiaj [2]
Extraído de “Los días están llegando” escrito por Ezriel Tauber
La segunda maldición es: yóker yamir, «las mercancías serán (elevadas) artificialmente». En otras palabras, esta segunda maldición se refiere a una elevación artificial de los precios.
Los economistas de la actualidad están desconcertados. Generalmente la recesión y la inflación no ocurren simultáneamente. Cuando hay inflación, no hay recesión. Cuando hay recesión, no hay inflación. En la actualidad, sin embargo, somos testigos de recesión e inflación al mismo tiempo. Existe suficiente mercancía, pero todavía está cara.
ésta es parte de la maldición. La mercancía va a estar cara no por falta de abastecimiento, sino por ambición humana. Y escuchamos, por ejemplo, cuántas toneladas de trigo y fruta se tiran al mar o se dejan pudrir en cuevas sólo para mantener los precios artificialmente altos. Mientras tanto, millones de personas se están muriendo de hambre y podrían ser alimentadas con esta comida. éste es un problema de proporciones globales.
Una traducción ligeramente diferente es que los «artículos caros van a ser artificiales». En otras palabras, la mercancía va a ser valuada solamente de acuerdo al costo. Las personas van a comprar por marcas. Van a pagar enormes sumas de dinero sólo por una marca (una marca que se usa en el exterior) para que otras personas sepan que ellas usan ropa cara.
¿Cómo se puede utilizar esto para bien? La respuesta es no comprando superficialmente por las marcas. Existe suficiente cantidad de mercancía. Si no compras por la marca, puedes obtener la misma calidad a un precio mucho más bajo. La persona honesta va a ser capaz de sobrevivir y usar su dinero productivamente porque se da cuenta que pagar dinero extra por una marca es absurdo y finalmente poco digno.
3. Vino Adictivo
La número tres es: haguéfen titén piryá vehayayin beyóker, «la viña va a dar fruto, no obstante el vino va a estar caro». ésta es una contradicción. Si hay abundancia de vino, ¿por qué deberá estar caro?
Esta maldición es similar a la anterior. La diferencia aquí es que se menciona específicamente «vino». Existen muchas explicaciones de lo que vino significa. Una es que es una referencia a una «vida buena». La persona se hará adicta a ella como un alcohólico a su licor. Nunca va a ser suficiente. Buenos vinos, restaurantes famosos, clubes exclusivos, entretenimientos de 24 horas; todo va a ser caro a pesar de la gran demanda porque va a ser elevado como una parte de la codiciada «buena vida».
Aquí el precio va a ser alto, no tanto por manipulación torcida, sino porque el «vino» es muy adictivo. Mientras más borracho se ponga un borracho, más vino quiere. Finalmente alcanza un punto en el que no puede ayudarse a sí mismo. Algunas personas se vuelven adictas al alcohol y otras a las excentricidades del materialismo. Ambos pagan un costo muy alto por su adicción, la consumación y la decadencia de su yo interno.
El uso positivo de esto es ver la futilidad y la autodestrucción del estilo de vida de «borracho», y darse cuenta que una vida con significado no puede obtenerse a través de perseguir ese estilo de vida. En forma similar, si uno ya tiene una «personalidad adictiva», puede aprender a unir esa personalidad a un propósito positivo como trabajos de caridad o erudición en la Torá.
Ezriel Tauber