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Los Beneficios de la Sabiduría

Extraído de Perlas de Mishlé. Editorial Perspectivas

¿Cuál es el propósito fundamental de nuestras vidas? En Tehilim (90:12) le pedimos a Hashem: «Enséñanos a contar nuestros días adecuadamente, y alcanzaremos un corazón dotado de sabiduría».

El punto central de este capítulo en Mishlé es realzar el valor de la sabiduría. El propósito fundamental de nuestras vidas es desarrollar nuestros corazones y nuestras mentes en la búsqueda del aprendizaje de la profunda sabiduría de Hashem proveniente de Su Torá y vivir en consecuencia.

Obteniendo Riqueza

Riquezas y honores están Conmigo.
(8:18)

El Talmud (Kidushín 39b) declara: «No hay recompensa para las mitzvot en este mundo», porque todo este mundo limitado no alcanzará para pagar los enormes méritos de servir a Hashem, Quien es infinito.

¿A qué nos referimos, entonces, cuando hablamos de la riqueza que acompaña a la sabiduría?
El Rambam (Hiljot Teshuvá 9:1) explica que dichas declaraciones se refieren a la ayuda y al estímulo que Hashem nos brinda a fin de ayudarnos a continuar y a tener éxito en Su servicio.
La prosperidad en este mundo tiene el propósito de ayudar a una persona a favorecer su progreso para adquirir la perfección en el servicio a Hashem.

Trescientos Diez Mundos

Concederé a los que Me aman iesh [sustancia].
(8:21)

La última Mishná en la Guemará (Uktzin 3:12) explica: «Hashem le dará a cada persona justa 310 mundos como se hace alusión en el valor numérico de la palabra iesh…».

¿Cómo nos unimos a este grupo de elite?
Avot (5:19) responde a esta pregunta: «Todos los que sigan tres rasgos son de los discípulos de Abraham Abinu… un buen ojo, un espíritu humilde y un alma sumisa… [ellos] merecen beneficiarse en este mundo y en el Mundo Venidero, como se expresa [aquí en Mishlé]…».

La Adquisición de Hashem

Hashem me hizo [la Torá] como el principio de Su camino…
(8:22)

Rashi (Bereshit 1:1) cita este versículo para explicar que «por consideración a la Torá, Hashem creó el universo».
Este versículo también se cita en Avot (6:10) como la fuente para la primera de las cinco adquisiciones que Hashem tiene en este mundo.

Un kinián (método de adquisición) en la halajá es un acto que causa el apego de un artículo a un dueño. Mediante cinco caminos – la Torá, el cielo y la tierra, Abraham, Israel y el Bet Hamikdash – la presencia de Hashem baja para residir en este mundo. Todos poseen el común denominador de la habilidad de provocar una profunda conciencia de Hashem, que es lo que Lo acerca a nosotros.

Aprendemos a reconocer y a ser concientes de Hashem cuando observamos Sus creaciones, cuando aplicamos las enseñanzas del pilar del mundo, Abraham Abinu, cuando estudiamos la historia de la virtuosa nación de Israel y cuando vemos o contemplamos la Casa donde residió la Shejiná.

La Torá es el primero de estos cinco caminos porque es la fuente más efectiva para enseñar la conciencia de Hashem y porque le da eficacia a todas las demás adquisiciones (Rabí Avigdor Miller, Sing, You Righteous, pág. 548).

Moshe Goldberger

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