HALEL
El origen del tiempo y el espacio
El tiempo y el sí mismo
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La Voluntad, el Tiempo y el Espacio III

« La Sabiduría de la Kabalá se dirige al interior del hombre, a nuestro deseo y voluntad de recibir la Plenitud Infinita (Kabalá = recepción) »

La voluntad y el deseo están por encima del espacio y del tiempo.

La comprobación más contundente de ello es que cuando deseo realmente algo genero el tiempo y el espacio para conseguirlo. Siempre tenemos tiempo para lo que realmente deseamos.
Más aún, si ese deseo llega al grado de necesidad, el tiempo y el espacio no son más que coordenadas en donde la voluntad se expande para lograr su objetivo.
La voluntad supera lo temporal y lo espacial y es lo que crea, moldea y dirige a estas dimensiones.
La voluntad da forma y dirección a todo lo existente dentro de estas dos coordenadas, como ser el pensamiento, la emoción y la acción.
Debido a esto, la educación judía busca el desarrollo y fortalecimiento de la voluntad, lo que por ende mejora y refina el pensamiento, la emoción y nuestros actos. Nuestra voluntad debe actuar dentro de las leyes objetivas que rigen la Creación, sino caeríamos bajo influencias pasajeras, es decir que simplemente estaríamos esclavizados a nuestros deseos y emocionestemporales olvidándonos del objetivo de plenitud que abarca a todos los seres y a todos los aspectos de la realidad.

El hombre debe educarse para pensar dentro de las leyes objetivas que rigen los planos materiales, emocionales, mentales y espirituales como un todo indivisible.
Dichas leyes se encuentran codificadas en la Sabiduría Interior de la Torá: la Kabalá.

La Sabiduría de la Kabalá se dirige al interior del hombre, a nuestro deseo y voluntad de recibir la Plenitud Infinita (Kabalá = recepción).

Todas las expresiones de la Sabiduría de la Kabalá sobre lo temporal y espacial, no se refieren al espacio y al tiempo como los entendemos en nuestra realidad material y sensorial.
En el lenguaje de la Kabalá los términos antes y después significan causa y consecuencia, siendo antes la causa y después la consecuencia.

Los conceptos superior – elevación se refieren a la medida de refinamiento del deseo mientras que, por el contrario, los conceptos inferior – descenso son medidas de densificación del mismo. Cuando se dice que un estado se elevó, significa que el
estado inferior refinó su voluntad y deseo fusionándose con el estado superior, es decir que superó su deseo de recibir egoísta transformándolo en altruismo.

Al profundizar en los códigos y el lenguaje de la Kabalá comenzamos a percibir el orden que ocupa cada aspecto de la realidad. A partir de allí podemos entender la vida en forma objetiva, de lo contrario viviríamos en un mundo caótico reaccionando constantemente ante todo lo que sucede sin percibir como cada particularidad tiene su función y lugar en el Todo.

El estudio y la aplicación de la Kabalá a través de las mitzvót debe estar integrado completamente a nuestra vida cotidiana, ya que la substancia a la cual la Kabalá se refiere es el deseo, y es precisamente el deseo lo que la Torá nos exige refinar en nuestro trabajo espiritual.
De acuerdo a la Torá, tanto mejor es el hombre cuanto superiores son sus deseos, es decir que sus deseos generan el bien. Y esto es lo que expresó Rabí Janiná ben Akashiá : «quiso el Kadósh Barúj Hú refinar a Israel y para ello le dió abundancia de Torá y mitzvót«, con el propósito de acercarnos a EL, Raíz y Fuente de todo lo creado.

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