La Tora y el Mal Instinto
Extraido del Zohar , vol. 6
La Torá prosigue relatando: «Y acontecía que cuando ella lo instaba día tras día, él no escuchaba su ruego de acostarse con ella, de estar con ella». Rabí Elazar abrió su enseñanza y dijo citando anteriormente otro versículo: «Para que te guarden de la mala mujer, de la blandura de la lengua de la mujer extraña» (Proverbios 6:24).
Bienaventurados son los justos que conocen los caminos del Santo, Bendito Sea, para marchar en ellos, debido a que éstos se esfuerzan en el estudio de la Torá, día y noche, porque todo el que se esfuerza en el estudio de la Torá día y noche hereda dos mundos: el mundo supremo y el mundo (190a) inferior.
Es decir: hereda este mundo aunque no se haya ocupado de ella la persona por el valor del estudio mismo, y hereda Ese Mundo supremo cuando la persona se ocupa de ella por el valor del estudio mismo.
Ven y observa: ¿qué está escrito? «el largor de los días a su derecha, y a su izquierda riqueza y honor» (Proverbios 3:16). Significa: «el largor de los días a su derecha»: aquél que se considera que marcha a la derecha de la Torá, es decir, la persona que estudia por el valor del estudio mismo, el largor de la vida que logra es para el Mundo Venidero, y hace méritos allí del honor de la Torá, el cual es el honor y la corona que sirve para revestirse sobre todo precepto que no sea el del estudio de la Torá por el valor del estudio mismo; y si observas que hay estudiosos que sufren privaciones en este mundo has de saber que la corona de la Torá es para Ese Mundo Venidero; «y a su izquierda riqueza y honor» se refiere a este mundo, ya que aunque no se ocupó de ella por el valor del estudio mismo se torna merecedor en este mundo de riqueza y honor.
Pues he aquí que Rabí Jía, cuando llegó de allí, de Babilonia, a la Tierra de Israel, estudió la Torá hasta que su rostro iluminaba como el Sol. Y cuando se incorporaban ante él todos aquellos que se ocupaban del estudio de la Torá, solía decir: «éste se esfuerza en la Torá por el valor del estudio mismo y éste, por el contrario, no se esfuerza en el estudio de la Torá por el valor del estudio mismo». Y elevaba su plegaria para que el que se ocupaba por el valor del estudio mismo continuara siempre así y se hiciera merecedor del Mundo Venidero, y elevaba su ruego por el que no se esforzaba por el valor del estudio mismo para que llegara a ocuparse de ella por el valor del estudio mismo y se hiciera merecedor de la vida eterna.
Un cierto día observó a un alumno que se encontraba estudiando la Torá y cuyo rostro estaba verdoso. Dijo para sí mismo: ciertamente está pensando acerca de algún pecado que cometió. Lo aferró y lo atrajo con palabras y profundas enseñanzas de la Torá hasta que se asentó su espíritu en su interior. A partir de ese día en adelante se propuso no marchar detrás de malos pensamientos, es decir, no dejarse arrastrar por ellos, y esforzarse en el estudio de la Torá por el valor del estudio mismo.
Dijo Rabí Iosei: cuando una persona observa que malos pensamientos llegan a él, debe ocuparse del estudio de la Torá y entonces pasarán de él y lo abandonarán. Dijo Rabí Elazar: cuando ese flanco malo viene a seducir a la persona, debe arrastrarlo hacia la Torá y se apartará de él.
Ven y observa lo que aprendimos que cuando el flanco malo se ubica delante del Santo, Bendito Sea, para descarriar y acusar al mundo debido a los actos malvados, el Santo, Bendito Sea se apiada del mundo y le da un consejo a la persona para salvarse del mismo, y gracias al mismo no puede ejercer su dominio sobre ellos y no sobre sus actos. ¿Y cuál es el consejo? Esforzarse en el estudio de la Torá y de este modo salvarse de él.
¿De dónde se aprende esto? De lo que está escrito: «Porque el precepto es lámpara, y la Torá es luz, y camino de vida las reprensiones éticas» (Proverbios 6:23). Y ¿qué está escrito después? «Para que te guarden de la mala mujer, de la blandura de la lengua de la mujer extraña» (6:24). Y éste es el flanco impuro del Otro Lado, que se encuentra siempre delante del Santo, Bendito Sea para descarriar por los pecados de las personas, y se ubica permanentemente para descarriar en lo bajo a los hombres. Es decir, se encuentra siempre en lo Alto para recordar los pecados de las personas y para descarriarlas por sus actos, para que sean entregadas en su poder y pueda actuar con ellas tal como hizo con Job.
Y así se ubica sobre ellos el Mal Instinto, sobre los hombres, para descarriarlos y recordar sus pecados en todo lo que hicieron, y más aun en esos momentos en los que el Santo, Bendito Sea, se dispone sobre ellos en Juicio, tal como durante Rosh Hashaná, el Día del Juicio. Entonces el Mal Instinto se ubica sobre ellos para descarriarlos y recordar sus pecados, y el Santo, Bendito Sea, se apiada de los miembros de Israel y les da un consejo para salvarse del mismo. ¿Y con qué lo llevan a cabo? Con el shofar en el día de Rosh Hashaná y en el Día de la Expiación, Iom Kipur, el Día del Perdón, con el chivo enviado, el chivo expiatorio que se le entrega al Mal para que se aparte de ellos y para que se esfuerce en su porción, y he aquí que ya ha sido explicado.
Ven y observa: ¿qué está escrito? «Sus pies descienden a la muerte; sus pasos conducen al Sheol» (Proverbios 5:5). Todo esto en alusión al aspecto femenino inferior relacionado con el Mal Instinto. Y sobre el misterio de la Fe, lo cual alude a la Shejiná, ¿qué está escrito? «Sus caminos son caminos deleitosos, y todos sus senderos, paz» (Proverbios 3:17). Y estos son los caminos y los senderos de la Torá, y todo es uno y un único asunto: este camino conduce a la paz y este otro sendero a la muerte.
Y en todo aspecto se oponen uno al otro. Bienaventurada es la porción de los integrantes de Israel ya que ellos se apegan a el Santo, Bendito Sea, como corresponde, y les otorgó un consejo para salvarse de todos los otros flancos del mal en el mundo, debido a que ellos son un pueblo sagrado, para que sean Su heredad y Su porción. Y por ello les dio un consejo acerca de todo a través del estudio de la Torá. Bienaventurados son ellos en este mundo y en el Mundo Venidero.
Ven y observa: cuando este flanco malo, el Mal Instinto, desciende y deambula por el mundo, y observa los actos de las personas y percibe que todas de algún modo se descarrían del camino del bien en el mundo, se eleva hacia lo Alto y los acusa. Y si no fuera porque el Santo, Bendito Sea, se apiada de la obra de sus manos, no permanecerían en el mundo persona alguna. ¿Qué está escrito? «Y acontecía que cuando ella lo instaba –kedabrá– día tras día, él no escuchaba su ruego de acostarse con ella, de estar con ella».
Ahora bien: kedabrá significa y alude a (190b) que se eleva y acusa en lo Alto día tras día y dice delante del Santo, Bendito Sea, una gran cantidad de maldades y una gran cantidad de habladuría para exterminar a los hombres del mundo. Pero ¿qué está escrito? «…él no escuchaba su ruego de acostarse con ella, de estar con ella». Significa: «él no escuchaba» las acusaciones del Satán porque El Eterno se apiada del mundo. Luego está escrito: «de acostarse con ella», pero ¿qué significa «de acostarse con ella»? Para darle dominio, para ejercer su dominio sobre el mundo, y no puede ejercer su dominio hasta que no le es otorgado el permiso.
Rabi Shimon bar Iojai