La historia de Frankestein
Si no hubiera crimen no serían necesarios ni policías ni tribunales ni cárceles. Pero desde el comienzo de la historia Caín mató a Abel y por ello fue necesario instaurar sistemas que protejan la vida. El hombre naturalmente desea y cuando su deseo se manifiesta en forma salvaje destruye la ecología social, económica, etc.
Terror y confusión
El terror mundial nos desafía en el presente a buscar modelos educativos y formas de corregir esta nueva modalidad de salvajismo que ha conseguido confundir a gran cantidad de intelectuales y personas con buenas intenciones.
Un grano de arena en el desierto
Hace 56 años, luego de uno de los mayores genocidios cometidos contra una nación, y después de casi de 2000 años de deambular como nómades por el mundo y habiendo sufrido todo tipo de persecuciones, inquisiciones, pogroms, etc., el pueblo judío retornó a su Tierra ancestral. Israel ocupa aproximadamente el 0.3% del territorio que ocupa la nación árabe en el medio oriente. La nación árabe cuenta con decenas de países y más de un 1300 millones de personas. La nación hebrea sólo cuenta con Israel y aproximadamente 14 millones de personas.
David y Goliat
Desde el preciso momento que Israel proclama su independencia la nación árabe declara una guerra imperialista que hasta hoy no ha cesado. En varias oportunidades todos los ejércitos árabes pretendieron destruir a Israel. Después de varios intentos fallidos y viendo que no sólo no consiguieron materializar sus deseos de conquista, sino que cada intento les costaba una gran perdida territorial optaron por otro camino. La liga árabe denomina a los árabes que aún vivían en la Tierra de Israel palestinos y contrata a un egipcio Yasser Arafat como su líder.
Un hogar nacional
Israel desde entonces y aún hoy es el hogar de todo judío y persona de cualquier credo que así lo desee. Todo judío sabe que tiene un refugio en este pequeño y grandioso lugar denominado desde la más remota antigüedad Israel. Las naciones árabes, en cambio, no permitieron que los hijos de la nación islámica sean absorbidos en su imperio, fue mejor denominarlos palestinos. Sus «hermanos» le son más útiles molestando a Israel, ya que con esa excusa consiguen aliados en la «ingenuidad occidental». Así logran activar el clásico odio irracional que antes se denominó antisemitismo o judeofobia camuflado bajo el eslogan de Imperialismo Sionista.
El imperio del medio oriente
¿Cómo una de la naciones que más se ha dedicado a la conquista a través de toda la historia y que cuenta con más de un billón de personas y más de 5 millones de kilómetros cuadrados de territorio puede acusar a Israel de poseer ambiciones imperialistas?
El imperialismo de corte medieval de muchos líderes de la nación árabe ha sabido reciclar rápidamente al antisemitismo tradicional usando como chivo expiatorio a Israel para continuar con los sueños de Saladino.
La historia de Frankestein
Pero hoy está sucediendo algo nuevo. El terror se independizó y se reveló contra sus creadores y la «ingenuidad occidental». Como la historia de Frankenstein. Atentados en Arabia Saudita, Europa, etc.
La histora se repite el mal se autodestruye.
La verdad sale a luz a la velocidad de la luz
La Civilización, los valores que surgieron de los diez postulados, tiene una responsabilidad ante todo el mundo. También la tiene ante el Islam y el pueblo árabe, víctima de un liderazgo que lo mantiene en el oscurantismo medieval. El mundo de Saladino y de las cruzadas ya no existe. Hoy la información no nos deja mentir y la verdad sale a luz a la velocidad de la luz.
Conflictos de civilizaciones o distorsión de la civilización
Si analizamos la historia vemos que los imperios de la mentira fueron cada vez más cortos. Pero para que eso suceda también en el presente debemos unir la Luz que está dispersa en cada alma que busca el bien, sea en occidente sea en oriente.
Cuando comprendamos que no hay conflictos de civilizaciones sino distorsión de la civilización sabremos que estamos luchando contra la oscuridad que se oculta en la mentira y la demagogia que surge cuando el hombre olvida lo más sagrado que HaKadósh Barúj Hú nos dió: la Vida.