Ascendiendo
4.La Esencia
el Infinito y el Alma
Introducción General a la Sabiduría de la Kabalá
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La Esencia, el Infinito y el Alma I

La generalidad de la realidad desde el punto de vista espiritual se divide en tres índoles:

ATZMUT

EIN- SOF

NESHAMA

ATZMUT: es la esencia inmanifestable, la mismidad del Creador y su «lugar» está por encima de la palabra y toda articulación posible. De acuerdo con los maestros de la Kabalá nada se puede expresar acerca de SU ATZMUT, ya que no tenemos alcance alguno. Todo lo que digamos acerca de la ATZMUT del CREADOR estará basado en meras suposiciones e imaginación, y la Kabalá sólo trata de lo que el hombre tiene la potencialidad de alcanzar mediante su esfuerzo y superación.

Por lo tanto, todo esfuerzo en dirección a definir la Esencia es contraproducente y no responde a los propósitos de la Kabalá.

Todo el vocabulario que maneja la Sabiduría de la Kabalá no tiene realidad en Atzmút, es decir en la Esencia del Creador, sino sólo en la Luz que se expande desde EL, en Su manifestación.

EIN-SOF: es el Infinito donde se encuentra el «programa de la Creación», cuya finalidad y voluntad es beneficiar a las creaturas infinitamente. Ein – Sof es el «lugar» de encuentro entre la Esencia del Creador y la Neshamá, entendiendo este vínculo como la voluntad original de dar placer y completitud a todas las creaturas. Por lo tanto Ein – Sof es el espacio de relación entre la Esencia del Creador/Atzmút y su Creación.

NESHAMA: es aquella a la cual le está destinada toda la plenitud, beneficio y completitud contenidos en el Ein – Sof.
Cinco nombres tiene el alma y éste es su orden de lo inferior a lo superior: Néfesh, Rúaj, Neshamá, Jaiá y Iejidá. Así comienza el libro «Shaar haGuilgulím»/ «El Pórtico de las Rotaciones del Alma», tal como lo recopiló el Rabino y Kabalista Jaím Vital según lo recibió de su maestro el Rabino y Sabio Kabalista Itzják Luria Ashkenazi, conocido como el Ariz’al.

La Luz del Infinito / Or Ein – Sof, al ingresar dentro del ámbito de la Creación adquiere voluntad y conciencia diferenciada, lo cual se traduce en diferentes seres y formas. Este proceso ocurre simultáneamente en todas las particularidades de la Creación, adoptando así la Luz del Infinito diversos grados e índoles. En el hombre estos grados de voluntad y conciencia conforman los diversos estratos del alma, llamados: Néfesh, Rúaj, Neshamá, Jaiá y Iejidá.

Los 5 estratos del alma con su infinidad de gradaciones son los grados de la Luz del Infinito revestidos en la conciencia, voluntad y deseos del hombre.

Estos 5 grados son las Luces que luego van a iluminar gradualmente los ocultamientos producidos por el acto del tzimtzúm / contracción original del deseo de recibir la Luz del Infinito, en los 5 mundos denominados : Adam Kadmón, Atzilút, Briá, Ietzirá y Asiá.

Jaim Zukerwar

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