La conexión entre Sivan y Tamuz
Escrito por Rabbi Omer Yisroel Furmanski. Traducido para www.tora.org.ar por Ruth Shira. Agradecemos a http://www.kabbalaonline.org
La Opinión del Arizal
Según el Arizal (Rabino Yitzchak Luria, 1534-1572) en la versión de Sefer Yetzira (uno de los trabajos más antiguos de Kabala, tradicionalmente atribuido al patriarca Abraham!) la habilidad asociada con el mes de Sivan [Géminis] es el poder para caminar. El sentido asociado con el mes que le sigue, Tammuz [Cáncer] es la visión.
Sivan, el mes en que nosotros recibimos la Torá, se conecta con nuestra habilidad de caminar, es decir «movernos con decisión en nuestro servicio Divino». Durante Tamuz, tiempo en que transcurrió la parte principal de la travesía de los espías, el objetivo era «ver» la Tierra de Israel .
La opinión del Gaón de Vilna
El Gra [Rabino Eliyahu, el Gaón de Vilna, 1710-1797] discrepa. Él plantea que el mes de la visión debe ser Sivan, y el mes relacionado con el movimiento debe ser Tammuz. En Sivan todos vieron la revelación en el Monte Sinai. Incluso los sonidos se elevaron al nivel de la vista, porque todos pudieron ver la voz divina (Ex. 20:15 y comentarios). Mientras en Tammuz, los espías caminaron en la tierra.
Yo sugiero que estas dos opiniones son la raíz de dos filosofías bastante diferentes, y que la enseñanza del Arizal marca los fundamentos de la Jasidut. Pero primero voy a citar cómo la interpretación de la Torá clásica apoya el planteo del Arizal.
Los Espías y Los Ojos
En la parashat Shelaj, los espías fueron enviados recorrer (en hebreo, latur «) – caminar / ver – en la Tierra Santa (Num.13:17). ¿Pero cual es el elemento primario caminar o ver?
Según Rashi (el ibid. 25), los espías no caminaron mucho, porque tuvieron una «reducción milagrosa» del camino. En realidad, la distancia que ellos tenían que cubrir les debería haber tomado mucho más de los 40 días que llevó. Caminar, al parecer, no fue un problema para los espías, sin embargo, ellos fueron castigados por interpretar mal lo que vieron. Por ejemplo, en lugar de ver la fruta enorme como una expresión de la grandeza de la Tierra, ellos llegaron a la conclusión de que el tamaño indicaba que los habitantes de la Tierra eran gigantescos, y por consiguiente invencibles.
Cada lectura semanal es un todo orgánico; su principio esta conectado y también explica su final. La sección que concluye a la parashá Shelaj se refiere a los tzitzit, y constituye el tercer párrafo de la oración del Shema. En ella se ordena «no sigas a tus ojos» detrás de todas las cosas negativas del mundo, porque cuando miras algo luego tu corazón lo deseará. En cambio, mira el tzitzit, para que recuerdes todos los 613 preceptos. Claramente, el mensaje del tzitzit se refiere a la vista
Al principio de la perasha, Rashi, explica que el caminar no era la actividad principal de los espías. Al final de la porción, la propia Torá usa el mismo verbo ( latur ) respecto al tzitzit (ibid 14:39), y Rashi nota esto. Luego Rashi pone énfasis en que los ojos son los » espías del cuerpo » y aquí se establece una tercera conexión entre el mes de Tammuz y el sentido de visión. Así nosotros vemos que los conceptos establecidos por el Arizal están arraigados en la Torá.
Dos Opiniones, Dos Filosofías
Jasidut agrega una dimensión más profunda al pecado de los espías. Los espías creyeron que quedándose en el desierto adelantarían la causa de la Torá. Allí, todo les fue proporcionado – no tuvieron ninguna necesidad de preocuparse por la comida, el lavado, la ropa, la medicina, etc., Sólo necesitaban aprender Torá. Entrar a la tierra, sin embargo, haría necesario involucrarse con el mundo físico y tratar con los numerosos asuntos mundanos. Por consiguiente, los espías tuvieron miedo que los judíos pudieran perder su perspectiva, ponerse demasiado mundanos, y esto podría comprometer su conexión con la Torá.
Esta actitud es similar a la perspectiva que propone que el estado ideal es estar en la yeshiva – seguramente a resguardo en la santidad del estudio incesante de la Torá. Por esta razón, según el Gaon de Vilna, el mes de la visión es Sivan. Si quieres ver a D-os, lo verás en la yeshiva: el ambiente aislado, ideal, dónde estaras protegido, y libre para aprender Torá, y donde su poder es el más fuerte. Si no puedes mantener una situación tal, o si no sabes como estudiar, estarás por fuera donde apenas esperas, paseas. Es peligroso, porque puedes ser atraído por el mundo, y corromper tu vida. El poder de la Torá para protegerte afuera es menor.
El punto de vista de Jasidut en cambio, siguiendo al Arizal, es exactamente el contrario. El significado central de Sivan es que el poder de Torá le da la habilidad de caminar. Sólo cuando entras a la tierra, sales al mundo es allí dónde comprendes cómo la Torá está dándote energía para reparar e iluminar al mundo, es allí donde realmente se puede ver a D-os. La oscuridad fuera, en el mundo, es la forma más alta de revelación de la divinidad.
D-os revela su poder infinito vistiéndose en los preceptos de la Torá que te alimentan para salir y enseñar al mundo cómo organizarse dentro de las fronteras divinas de la Torá. Si te restringes a tu propio habitat, nunca conseguirás comprender cómo la Torá permite que la oscuridad que hay en el mundo revele su divinidad. Cuanto más se conecta la persona con el mundo, más entra en contacto con el espectro entero de divinidad – oculto y revelado.
En particular, hay posibilidad de estar más sensible a cómo D-os habla en los aspectos secretos de la Creación, en cómo Él usa el ocultamiento para atraer al hombre allí dónde es necesario. Esto otorga un nuevo significado a los aspectos revelados de la luz divina. Antes de contactarte con la oscuridad, la luz de la Torá te inspiró debido a su brillo. Pero cuando sales al mundo te impresionarás más aun con la Torá. Allí se puede ver el poder increíble para difundir e iluminar la oscuridad externa, haciendo realidad que la Torá no sólo gobierna la yeshiva y la sinagoga, sino el mundo entero. Esto es lo que se denomina «viendo a la divinidad» . D-os nos habla más desde la oscuridad que desde la luz revelada.
De la Oscuridad a la Luz
El mismo concepto se aplica a Adán en el Jardín del Edén; era parte del Plan Divino para ellos dejar Edén, para que ellos (y sus descendientes) pudieran purificar la oscuridad exterior. La salida de Adán dio un nuevo significado al Jardín: hasta ese momento era simplemente un lugar bonito; de repente se volvió una luz para iluminar la oscuridad.
En otros palabras, la oscuridad sólo existe fuera del Jardín para atraer la luz desde adentro, y mostrar allí donde necesita brillar. Es el estímulo para que nosotros revelemos cada vez más la presencia divina , mucho más que si nosotros apenas nos restringiésemos al dominio del Edén, el dominio del desierto del Sinai.
Los no jasidicos aportan una mirada particular dentro del Judaísmo interpretando el concepto de tzimtzum como causa de la oscuridad (es decir aquellos dominios de la realidad donde la divinidad esta oculta por cierta clase de klipa / cáscara) como un lugar donde la divinidad no existe, y por lo tanto debe ser evitado a toda costa. En contraste, la interpretación jasidica del tzimtzum permite ver la oscuridad como un lugar en el que es necesario enfocar el uso de los aspectos revelados de santidad para exponer la divinidad oculta en el mundo.
Jasidut ve el mundo como un teatro divino en el que D-os, el director, ha encendido Su luz completamente, mientras el » reflector » que Él usa es oscuro para llamar nuestra atención, y mostrarnos dónde mirar. De esta manera, nosotros vemos dónde enfocar nuestros esfuerzos cuando salimos a revelar la divinidad escondida en el mundo, para que el escenario completo se encienda. Esto explica la conexión entre Sivan y Tammuz.
Rabbi Omer Yisroel Furmanski