Israel, El Portón de la Esperanza
Rabino Jonathan Sacks para conmemorar Iom Haatzmaut y Iom HaZikaron
«Israel siempre fue un pequeño país, hogar de un pequeño pueblo, sin embargo, lo que nuestros antepasados lograron allí transformó el horizonte espiritual de la humanidad. Fue allí donde los profetas enseñaron la adoración al único Dios de quien somos hijos; fue allí que Elías habló verdad de poder, Oseas habló del amor de Dios, y Amos de su justicia; Allí fue que Miqueas dijo: ¿Qué quiere Dios de ti, sino que actúes justamente y ames la misericordia, y camines humildemente ante tu Dios. Fue allí que el rey David cantó salmos, y su hijo Salomón construyó el Templo. Y aunque la gente a menudo no estuvo a la altura de los altos ideales a los que Dios les había convocado, generación tras generación, se levantaron hombres y mujeres visionarios que recordaron a la gente su destino como pueblo santo en tierra santa. Sus enseñanzas nunca murieron, y aun tienen el poder de inspirarnos.»
«Los Judíos han vivido en casi todos los países bajo el sol. En cuatro mil años sólo en Israel han sido personas libres y autónomas. Sólo en Israel son capaces, si así lo eligen, de construir una agricultura, una sistema medico, una infraestructura económica en el espíritu de la Torá y su afán por la libertad, la justicia y la santidad de la vida. Sólo en Israel pueden los Judíos hablar el hebreo de la Biblia como la lengua del habla cotidiana. Sólo allí pueden ellos vivir el tiempo judío dentro de un calendario estructurado de acuerdo con los ritmos del año judío. Sólo en Israel pueden los Judíos vivir un judaísmo que no sea una edición editada. En Israel, y sólo allí, los Judíos pueden caminar por donde caminaron los profetas, subir a las montañas que Abraham escaló, levantar sus ojos a las colinas que David vio, y continuar la historia que comenzaron sus antepasados.»
«Es muy irónico que Israel sea llamado una potencia imperialista. Israel es la única nación que ha gobernado la tierra en los últimos cuatro mil años que no ha sido un imperio y nunca trató de convertirse en uno. Israel ha sido gobernada por muchos imperios: Egipto, Asiria, Babilonia, Persia, los Ptolomeos, Seléucidas y los Romanos, los Bizantinos, los Omeyas, Abasíes, Fatimíes, los Cruzados, Mamelucos y Otomanos. El único poder no-imperial gobernando la tierra fue y es Israel.»
«Israel permanece siendo el foco de esperanza de los Judíos. Dondequiera que los Judíos fueron, construyeron sinagogas, cada una de los cuales fue un fragmento simbólico del Templo en Jerusalén. Dondequiera que estuvieran, oraron sobre Jerusalén, mirando hacía Jerusalén. Ellos recordaron y lloraron por Jerusalén, como el salmo ha dicho, en cada momento de regocijo. Ellos nunca renunciaron a su reclamo a la tierra, y hubieron lugares, especialmente en el norte, de donde ellos nunca se fueron. El pueblo judío fue la circunferencia de un círculo en cuyo centro estaba la Tierra Santa y Jerusalén, la ciudad santa.»
«Aunque Israel ha tenido que pelear muchas guerras, desde el principio buscó la paz. El idioma hebreo tiene dos palabras para fuerza: Coaj y gevurá. Coaj es la fuerza que se necesita para ganar una guerra. Gevurá es el coraje que se necesita para hacer paz. Israel ha mostrado dos tipos de fuerza. Pero la paz es un dúo no un solo. No se puede conseguir por un lado únicamente. Si se pudiera, habría sido hecho hace mucho tiempo.»
«A través de Israel, el hebreo, el idioma de la Biblia, ha renacido como una lengua viva. Comunidades judías en peligro han sido rescatadas, incluyendo aquellos como los Judíos de Etiopía que tuvieron poco contacto con otros Judíos durante siglos. Los Judíos han llegado a Israel desde más de cien países, representando la totalidad del léxico de la diversidad cultural. Un paisaje desolado ha florecido de nuevo. Jerusalén ha sido reconstruido. El mundo erudito de la Torá, devastado por el Holocausto, se ha reavivado y el sonido del aprendizaje hace ecos por toda la tierra. Económicamente, políticamente, socialmente y culturalmente, los logros de Israel son incomparables para cualquier país de su edad y tamaño. Los sabios dijeron que, en el cruce del Mar Rojo, el más simple Judío vio los milagros que el mayor de los profetas posteriores no estaba destinado a ver. Eso sin duda, fue el privilegio de los que atestiguaron el renacimiento y juventud de Israel. El Mesías no ha llegado. Israel no está en paz. El Templo no ha sido reconstruido. Nuestro tiempo no es todavía la redención. Sin embargo, muchos, si no todos los rezos de dos mil años han sido respondidos. Nadie, revisando esta historia singular, puede dudar de que la fe hace la diferencia; que la historia de una nación está determinada por lo que cree.»
«¿Cómo se vive con la amenaza constante de la violencia y la guerra? Eso requiere de fe. Israel es el pueblo que siempre ha sido sostenidos por la fe, la fe en Dios, en el futuro, en la vida misma. Y aunque Israel es un Estado laico, su existencia es testimonio de fe: la fe de cien generaciones de que los Judíos regresarían; la fe que llevó a los pioneros a reconstruir una tierra contra aparentemente imposibles probabilidades; la fe de que después del Holocausto el pueblo judío podría vivir de nuevo; la fe de que, al confrontar la muerte, se siga diciendo: elijo la vida.»
«De alguna manera, de formas que no entiendo completamente, el pueblo judío ha sido tocado por un poder más grande que nosotros mismos, que ha llevado a nuestros antepasados y contemporáneos, una y otra vez, a desafiar a los parámetros normales de la historia. De alguna manera, el cielo y la tierra se reunieron en el corazón judío, levantando a la gente a hacer lo que de otra manera parecería imposible. Descartes dijo: Pienso, luego existo. El axioma judío es diferente. Ani maamin. Creo, luego existo»
«El viaje no ha terminado todavía. Israel aún no ha encontrado la paz. Y después de cuatro mil años los Judíos todavía encuentran difícil vivir su fe sin miedo. Sólo hay un Estado judío, un país de menos que un cuarto del uno por ciento de la masa de tierra del mundo árabe, el único lugar en la tierra donde los Judíos constituyen una mayoría, el único lugar en el que son capaces de hacer lo que casi todos los demás pueblos dan por hecho, construir una sociedad de acuerdo con sus valores, y poder ser capaces de defenderse. Por cada Judío vivo hoy hay 100 musulmanes, 183 cristianos. Sin embargo, todavía tenemos que luchar por el derecho a ser.»
«Llegará el día, cuando la historia de Israel en los tiempos modernos hablará no sólo a los Judíos, sino a todos los que creen en el poder del espíritu humano, para llegar a Dios, como un símbolo eterno de la victoria de la vida sobre la muerte, la esperanza sobre la desesperación. Israel ha logrado grandes cosas. Ha tomado una tierra árida y la ha hecho florecer de nuevo. Ha tomado una lengua antigua, el hebreo de la Biblia, y la hizo hablar de nuevo. Ha tomado la fe más antigua del Occidente y la hizo joven otra vez. Israel ha tomado una nación destrozada hecha jirones y la hizo vivir de nuevo. Israel es el país cuyo himno nacional, Hatikva, significa esperanza. Israel es el hogar de la esperanza.»
Rabino Jonathan Sacks
» yo elijo vivir »
Hermoso artículo, gracias.