Israel, el mundo árabe y occidente
Antes que D-s ofrezca la Tora al pueblo de Israel, los hijos de Ishmael (mundo árabe actual) y los hijos de Esav (prácticamente lo que sería occidente de hoy en día), tambien tuvieron su oportunidad (Rashi, DEBARIM cap. 33 versículo 2). El Creador les ofreció la Torá y ellos preguntaron qué esta escrito en ella. Los decendientes de Ishmael al descubrir la prohibición de cometer adulterio se resistieron. Los de Esav, en cambio, lo hicieron al enterarse que la Torá no permite el asesinato. A continuación llegó el turno al pueblo de Israel y estos afirmaron «haremos y luego escucharemos de que se trata (Naasé Venishmá)«.
Explica el Gaon de Vilna (Aderet Eliahu) que en ese momento los hijos de Ishmael y de Esav nos dieron «regalos»: el poder de «escuchar», y el poder de «hacer», y asi pudieron afirmar Naasé Venishmá. ¿A qué se refiere el Gaon?.
Para cumplir la Tora hacen falta el poder de «hacer» y el de «escuchar» (estudio). Ishmael, como su nombre lo indica (Shemá) tiene este caracter de «escuchar». Esav, en cambio centraliza la «acción», el poder de hacer (Esav proviene de la raiz en hebreo Aase, que significa «hacer»). Al ser que ellos se negaron a recibir la Tora, nosotros heredamos estos poderes, y esos son los regalos que recibimos de ellos. Son las dos fuerzas que posee el hombre, el poder de «escuchar», o mejor dicho el poder de la palabra, y la capacidad de «hacer».
Es por eso que Ishmael, domina exclusivamente el mundo de la palabra, mas allá de los hechos. Para él, la palabra es todo, y no se ajusta a la realidad. Lo que se habla es lo que fija la «realidad», sin importar si ocurre así verdaderamente. Eso explica la capacidad que poseen hasta hoy en día de mentir abiertamente, sin ninguna vergüenza, ya que para ellos, si se pronuncia ya se convierte automaticamente en realidad. Así es que viven en la ficción, donde lo que se habla es lo principal.
Esav, en cambio, domina la acción. Es hombre de pocas palabras, lo importante es hacer. Así le dijo Itzak, su padre, «con tu espada vivirás». Sin necesidad de explicaciones.
(Es terrible pensar que ocurriría hoy en dia, si los árabes tuviesen el poder de efectividad en el campo de acción, como lo tiene occidente, nunca olvidaremos los 6 millones de judios que cayeron en manos de los alemanes…).
Hoy en día por supuesto, intercambiaron entre sí parte de sus caracteristicas. Pero en general, en el mundo, se encuentran personas que viven en la «palabra», ellos son los románticos, que en el extremo conduce al adulterio. Otras, a su vez, son pura acción, lo importante es hacer, y si se falla se enojan y eso, en situaciones extremas, puede conducir al asesinato. De esta forma se entiende por qué los hijos de Ishmael se negaron a recibir la Torá al escuchar la prohibición de cometer adulterio, y los hijos de Esav, lo hicieron, al saber acerca del asesinato.
Estos son los «regalos» que recibimos de ellos, el poder del «hacer», sin importar las palabras. Que utilizado sin criterio puede ser fatal, pero correctamente dirigido lleva a la afirmación «haremos y luego escucharemos». Tambien nos legaron el poder de aislarse de la realidad y vivir en el mundo de la palabra. Que puede dar lugar a vivir en la fantasía, o correctamente aprovechado, permite el estudio desinteresado de la Torá (es por eso que muchas veces se estudian temas que nunca se llevarán a la practica, como el tema del «niño rebelde, que nunca existió ni existirá).
(Adaptado de una clase del Rab Moshe Shapira, por R. Yomtov Shayo, quien enseña en la Ieshibá-Kolel Zejer Dov. Este nuevo programa de estudios de Tora se desarrolla en el seno de la prestigiosa Ieshibá Tora Or de Jerusalem. En el cual se logra aprovechar la sabiduría de sus grandes Rabanim (encabezados por el Gaon Harab Haim P. Scheinberg Shlita) en un ambiente cálido y de habla hispana. Solicitar información a rav_g-roth@neto.bezequint.net o a yshayo@neto.bezequint.net )
R. Moshe Shapira