Individualidad y Unidad
[Nisan/Aries, Iyar/Tauro y Sivan/Géminis]
Extraído de Autoestima del Rab Ezriel Tauber
Nisan, Iyar y Siván. El mazal -el signo del zodíaco – de estos meses es paralelo a los tres principios de Hashem, Israel y Torá.
El mazal del mes de Nissán es la oveja. Las ovejas, por naturaleza, se juntan en grupo y pierden su individualidad por el rebaño. Simbolizan la comunidad también en el hecho de que el korbán Pésaj (cordero pascual) comido en Pésaj debe ser asado al fuego. Sus huesos no pueden romperse; no puede asarse por partes. Así, la oveja y el mes de Nisán representan la unidad causada por Hashem manifestando Su presencia.
En contraste, el mazal del mes de Iyar es un toro. El toro es el rey de los animales kasher. Representa la individualidad, jalando el arado y haciendo otras faenas usualmente por sí solo. Más aún, en Rosh Hashaná no se nos permite soplar el shofar usando un cuerno de toro porque el cuerno del toro crece en capas y por lo tanto, se considera por la halajá como si fueran muchos shofarot. Son numerosos shofarot individuales en uno. Así, el toro y el mes de Iyar son lo opuesto a la oveja y al mes de Nisán. Representan la individualidad. (Y es por esto que la mayoría de los discípulos de Rabí Akiva murieron en el mes de Iyar). Trataron de vivir con el mazal de Nisán, unidad, pero la suya era la prueba de la individualidad, el mes de Iyar. Fue en ese mes cuando murieron.
El mazal del mes de Siván es los gemelos. Esto simboliza que en Siván ambos desafíos, preocupación por la comunidad y por el individuo, deben tomarse en cuenta. Un judío debe exhibir ambos, la individualidad, que es el toro y la capacidad de unificar, que es la oveja. Si cualquiera de los dos falta, nuestra capacidad para absorber Torá se atrofiará.
Surge una pregunta: si como decimos, una persona tiene que desarrollar primero sus rasgos de carácter individuales, ¿por qué Nisán viene antes de Iyar? ¿Por qué la oveja, la habilidad de convertirse en uno con la gran comunidad precede al toro, el representante de la individualidad?
La respuesta es que cuando estuvimos en Mitzraim no éramos nada; no habíamos ni siquiera nacido. Antes de poder desarrollar nuestra individualidad primero debemos existir. (No obstante que existíamos en un sentido físico, en un sentido espiritual no existíamos como el Pueblo Elegido hasta que Hashem nos sacó de Mitzraim). Éste fue el propósito de yetziat Mitzraim, el éxodo de Egipto. Fue como sacar un bebé del vientre de su madre. Aportó al mundo el potencial del yo del cual podemos crear nuestra individualidad.
Así, Nisán creó el potencial de combinarse con el conjunto mayor. Sin embargo, no fue sino hasta Iyar -el toro individual -que tenemos ante nosotros la tarea de desarrollar nuestra individualidad Y después, -en Siván, los gemelos – podremos acoplarnos adecuadamente de nuevo con el todo.
Rab Ezriel Tauber