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Honrar a los Padres

Extraido de una compilacion de los libros sagrados para el cumplimiento de esta mitzva. Por el Rabino Moshe Levy, Benei Brak, Israel.

Honra a tu padre y a tu madre, para que tus días se alarguen en la tierra que Hashem tu D-os te da.
(Shemot 20:12)
El hombre temerá a su madre y a su padre, y Mis Shabat guardaréis. Yo soy Hashem vuestro D-os.
(Vayikra 19:3)

CADA VEZ QUE OBEDECEMOS A NUESTROS PADRES CUMPLIMOS CON UNA GRAN MITZVÁ DE LA TORÁ

Y cada vez que una persona presta atención a la voz de su padre o a la voz de su madre cumple con una gran Mitzvá “Mideoraita” (De la Torá). Pele Yoetz, letra Jaf “

Honra a tu padre y a tu madre…” Hónralos con toda clase de honor, hazlos felices con buenas acciones, así como está escrito (Mishle 23:24): “El padre de los justos se regocijará grandemente”…De la misma manera que un hombre honra al Santo Bendito Sea, así debe honrar a su padre y a su madre, ya que tienen una asociación con el Santo Bendito Sea; y de la misma manera en que es necesario temer al Santo Bendito Sea, así es necesario temer a los padres y honrarlos con toda clase de honores.
(Zohar ha Kadosh Yitro 92b)

“Así como la recompensa por la Mitzvá de honrar a padre y madre es muy grande, el castigo por transgredirla es muy grande. Y quien aflige a sus padres hace que la Shejina [la presencia de Hashem] se separe de él y que duros decretos pesen sobre él, y recibe muchos sufrimientos. Y aún si la vida le sonríe en este mundo, seguramente será castigado en el Mundo Venidero”.

LAS LEYES SOBRE HONRAR/TEMER A LOS PADRES DEL CODIGO DE LEYES JUDIAS CAPITULO 143 KITZUR SHULJAN ARUJ

1. Uno debe ser extremadamente cuidadoso en temer y reverenciar al padre y a la madre, ya que las Escrituras lo comparan al honor y temor del Santo Bendito Sea. Los Sabios (Kidushin 30b) nos dicen: “Está escrito (Shemot/Exodo 20:12): ‘Honra a tu padre y a tu madre’. También está escrito (Mishlé/Proverbios 3:9): ‘Honra a Hashem con tus bienes’. También (Vayikrá/Levítico 19:3): ‘Cada uno temerá a su padre y a su madre’; y (Devarim/Deuteronomio 6:13): ‘Temerás a Hashem tu D-os’. Así, vemos que hemos de honrar al padre y a la madre de la misma manera en que honramos y tememos Su gran nombre. Tres socios comparten la creación del hombre: El Santo Bendito Sea, el padre y la madre. (El padre proporciona al hombre la sustancia blanca, la mujer la sustancia roja y el Santo Bendito Sea le insufla un alma y le otorga la facultad de la vista, el oído y el habla. (Nida, 31a). Cuando honramos a nuestro padre y madre, el Santo Bendito Sea dice: Yo lo considero como si viviera entre ellos y ellos Me honraran”.

2. No hay límite a la Mitzvá de honrar al padre y a la madre, ya que se trata de algo muy precioso y aquel que incrementa su cumplimiento es digno de elogio. Y quien cumple con la Mitzvá de honrar al padre y a la madre merece una larga vida y días placenteros en esta vida y en la vida del mundo venidero: él merece riqueza y éxito en todas sus empresas. Y también merece que sus hijos e hijas le honren, teman y respeten en su edad avanzada. Y para aquel que cumple con esta Mitzvá en la Tierra de Israel la recompensa es mayor que para aquel que la cumple fuera de la Tierra de Israel.

3. Todos deben amar a sus padres y madres como si se tratase de sus propios cuerpos (Zohar ha Kadosh). Y la persona los honrará y encontrará en ellos un rasgo bueno que tengan, y a través de éste los honrará y amará. Y cuando sus padres le pidan un favor, debe hacerlo inmediatamente y con gran diligencia.

4. De la misma manera que la recompensa por la Mitzvá de honrar al padre y a la madre es muy grande, el castigo por transgredirla es muy grande. Y aquel que aflige a sus padres ocasiona que la Shejina [la presencia de Hashem] se separe de él y duros decretos pendan sobre él, así como muchos sufrimientos. Y aún si la vida le sonríe en este mundo, seguramente será castigado en el mundo por venir.

5. Un hombre tiene la obligación de comprometerse con la Mitzvá de honrar a su padre y a su madre aun si éstos no le han pedido que lo haga. E incluso cuando otras personas atienden a sus padres y no les falta nada, de todos modos es una Mitzvá honrarlos.

6. ¿Qué constituye “temor”? Uno no debe ocupar el lugar designado para su padre en un consejo de ancianos o el lugar que le está reservado para rezar. Uno no debe ocupar el asiento en la mesa de la cena generalmente ocupado por el padre. Uno no debe contradecir al padre y ni siquiera corroborar sus palabras en su presencia, como decir: “Padre tiene razón”. ¿Hasta qué punto deben ser temidos los padres? Si un hijo, atildado en lujosos hábitos, hubiera de presidir una reunión, y llegasen su padre y su madre y le desgarraran los vestidos, le golpearan el rostro y le escupieran en la cara, él no debería ni insultarlos ni mostrar malestar en su presencia, ni exteriorizar cólera contra ellos; empero deberá permanecer en silencio y temer al Rey que es el Rey de reyes, el Santo Bendito Sea, quien así lo decretó. Puede, no obstante, buscar retribución legal por el daño que le han causado.

7. ¿Qué constituye “honor”? Uno debe proporcionarles comida y bebida, así como vestimenta. Uno debe llevarlos a casa y sacarlos afuera, y proporcionarles cariñosamente todo lo que necesiten. Los hijos que proporcionan a sus padres sustanciosos manjares, pero lo hacen sin gracia, incurren en el castigo Divino.

8. Si el padre o la madre están durmiendo y la llave del negocio está debajo de su almohada, uno no debe despertarlos, aun si al no hacerlo se pierde una gran ganancia. Sin embargo, si el padre se beneficiaría siendo despertado, y si el hijo al no despertarlo aquél penará por la pérdida de su ganancia, es su deber despertarlo, ya que esto le hará feliz. También es deber de los hijos despertar a su padre para ir a la sinagoga o para el cumplimiento de cualquier otro deber religioso, dado que todos están igualmente obligados a honrar al Todopoderoso, bendito Sea.

9. Si un hijo desea un favor de sus conciudadanos y sabe que le será concedido por mencionar a su padre, aunque sabe que también podría obtenerlo por cuenta propia, no debe decir sin embargo: “Hacedlo por mí”, sino más bien: “Hacedlo por mi padre”, a fin de atribuir el favor a la consideración que la gente tiene por su padre.

10. Si la madre le dice a uno que haga cierta cosa y subsiguientemente el padre le pregunta: “¿Quién te dijo que hicieras esto?”, si la persona siente que por decir que su madre le dijo que debía hacerlo su padre se disgustará con su madre, uno debiera más bien incurrir en la cólera del padre que implicar a la madre.

11. Los hijos deben levantarse y permanecer de pie en presencia de sus padres y madres.

12. Se debe honrar a sus padres incluso después de su muerte. Así, si el hijo menciona sus nombres dentro de los doce meses después de su partida, debiera decir: “Sea yo una expiación en su lugar (o el de ella)”. (Esto es, cualquier mal que haya de sobrevenir a su alma, o a la de ella, debe recaer sobre mí en cambio). Después de haber expirado doce meses (cuando ya no se imponen castigos, porque ni siquiera los malos son juzgados después del período de doce meses), uno debe añadir: “Sea su memoria una bendición en el mundo por venir”.

13. Aún si su padre es malo y un pecador, el hijo debe temerle y reverenciarle. Incluso un hijo ilegítimo está obligado a honrar y temer a su padre. Algunas autoridades sostienen que él no está obligado a honrar a su mal padre mientras éste no se arrepienta, y sólo se le prohíbe causarle pena. Como quiera que sea, lo mejor es atenerse a la primera opinión.

14. Cuando un hijo ve que su padre infringe una Ley Divina, no debe decirle: “Tú has violado un mandamiento de la Torá”, sino más bien debe formular una pregunta: “¿Padre, acaso no está escrito en la Torá esto y aquello…?” Como si pidiera información y no como si estuviera regañándolo; de modo que el padre pueda corregirse sin quedar avergonzado.

15. Un hijo no debe acatar a su padre cuando le diga que infrinja un precepto de la Torá, sea este un mandamiento positivo o negativo, o incluso un mandato rabínico. Ya que está escrito (Vayikrá/Levítico 19:3): “Cada uno temerá a su madre y a su padre, y mis Shabat [Shabetotai] guardaréis. Yo soy Hashem vuestro D-os”. La observancia del Shabat se menciona en yuxtaposición con el temor al padre y a la madre para significar: “Aunque os ordené temer a vuestro padre y madre, sin embargo, si os dicen que violéis el Shabat no debéis escucharlos, y lo mismo es verdad en lo concerniente a otros preceptos, porque yo soy Hashem vuestro D-os, y tanto tú como tus padres estáis igualmente obligados a honrarme. Por lo tanto, no debéis acatarlos para desobedecer Mi palabra.” Asimismo, los mandatos rabínicos son los mandamientos del Todopoderoso, bendito sea Su nombre, ya que está escrito (Devarim/Deuteronomio 17:11): “No te apartarás”, etc. Así, si un padre le dice a su hijo que no le hable a cierta persona con la que el hijo desea reconciliarse y perdonarla, éste debe pasar por alto la petición de su padre, porque está prohibido odiar a ningún judío, a menos que lo vea cometer un pecado. De esa manera, el padre le está diciendo al hijo que infrinja un mandamiento de la Torá.

16. Si el hijo desea ir a cierto lugar para estudiar la Torá, porque allí logrará más que en su propio sitio, pero el padre no lo consiente por alguna razón, aquél no está obligado a escucharle, porque el estudio de la Torá es mayor que el precepto de honrar a los padres. (Como lo encontramos en el caso de nuestro ancestro Yaakov , la paz sea con él, que cuando se alejó de Itzjak, se retiró a la casa de Eber por catorce años, donde se dedicó al estudio de la Torá. Tiempo después, se fue a la casa de Labán y si contamos el tiempo que le tomó cubrir el viaje, se mantuvo alejado durante veintidós años. Por estos veintidós años, durante los cuales no cumplió el precepto de honrar a su padre, fue castigado, y Yosef le fue ocultado durante veintidós años; pero por los catorce años que había pasado estudiando la Torá no fue castigado). Si el hijo desea casarse y el padre no lo consiente, tampoco en este caso el hijo está obligado a obedecerle.

17. Es deber tanto de hombres como de mujeres honrar a sus padres. No obstante, una mujer casada que le debe devoción a su marido, está exenta del deber de honrar a sus padres. Aun así, está obligada a hacer por sus padres todo lo que pueda, si su marido no pone objeciones.

18. Quienquiera que avergüence a su padre o a su madre, aunque sólo sea con simples palabras o gestos, está incluido entre aquellos a quienes el Todopoderoso ha maldecido, porque está escrito (Devarim/Deuteronomio 27:16): “Maldito el que deshonrare a su padre o a su madre”.

19. Si el padre o la madre tienen una punta de astilla clavada en la piel, no se le permite al hijo sacarla, no sea que intentándolo ocasione una herida (el cual acto está sujeto a la pena capital del estrangulamiento). Si el hijo es un médico, no le está permitido sangrar a sus padres o realizar en ellos una operación, aunque su intención al hacerlo sea curarlos. Lo antedicho es verdad sólo cuando hay otro médico para hacerlo; pero si no hay otro disponible, aquél puede sangrarlos y cortarlos tanto como sea necesario para propósitos de curación.

20. Si el padre o la madre de uno devienen dementes, el hijo debe tratar de actuar con ellos de acuerdo a su condición mental, hasta que Hashem se apiade de ellos. Sin embargo, si el hijo ya no puede soportarlo a causa de su condición agravada, él puede dejarlos y delegar en otros su cuidado.

21. Se prohíbe pegarle al hijo ya crecido. La palabra “crecido”, en este contexto, no se refiere a la edad sino a su madurez. Si hay razón para pensar que el hijo se rebelará y expresará ese resentimiento mediante palabras o hechos, aún si no ha llegado a la edad del Bar Mitzvá , está prohibido pegarle. En cambio, hay que razonar con él. Cualquiera que golpee a su hijo crecido ha de ser excomulgado porque infringe la Mitzvá (Vayikrá/Levítico 19:14): “No maldecirás al sordo, y delante del ciego no pondrás tropiezo”, porque si los hijos actúan agresivamente contra los padres, la reacción negativa de éstos es susceptible de atraer pecado y castigo sobre aquellos.

22. Un hombre debe respetar a su madrastra durante la vida de su padre, y a su padrastro durante la vida de su madre. Y es apropiado honrar a su madrastra o a su padrastro, incluso después de la muerte de los propios padres.

23. Una persona debe honrar a su hermano mayor, sea éste del mismo padre o de la misma madre. También debe honrar a su suegro y a su suegra (como lo hallamos en relación al Rey David, la paz sea con él, quien honró a su suegro el Rey Saúl llamándolo “mi padre”, así como está escrito [Shemuel Alef/Samuel I 24:12]: “Mi padre, sí, ved el faldón de vuestro atuendo en mi mano”, etc.). También debe honrar a sus abuelos. Pero el honor que se le debe a los padres es mayor que el que se le debe a los abuelos.

24. Aquel que verdaderamente desea honrar a su padre y a su madre debiera dedicarse al estudio de la Torá y a la realización de buenas acciones, porque este es el máximo honor a sus padres, ya que la gente dirá: “Felices los padres que criaron tal hijo”. Pero un hijo que no transita por el recto camino ocasiona reproches a sus padres y les causa desgracia de la manera más ignominiosa. Asimismo, un padre que está preocupado por el bienestar de sus hijos debiera dedicarse al estudio de la Torá y a la práctica de buenas acciones, de modo que pueda complacer a D-os y a los hombres, y así hacer que sus hijos estén orgullosos de él. Pero aquel que no transita por el camino recto ocasiona desgracia a sus hijos. Igualmente, los hijos mueren por los pecados de los padres, como está escrito (Shemot/Exodo 20:15): “Visito la maldad de los padres sobre los hijos”. No hay mayor crueldad que causar la muerte de los propios hijos a cuenta de los propios pecados. Y no hay nadie más piadoso hacia sus hijos que el hombre de rectitud, dado que su mérito prevalece durante mil generaciones.

25. Un converso al judaísmo no debe maldecir o despreciar a su padre no judío, no sea que se diga: “Pasó de una santidad más alta a una inferior”, sino que debiera tratarlo con un cierto grado de respeto.

Rabino Moshe Levy

5 comentarios
  1. Belén Ramírez

    Hola, me sirvió mucho este artículo, me gustaría hacer una pregunta. Lo que pasa es que yo antes era católica, pero ya renuncie a esa fe y me e decidido muy bien a ser judía. Me gustaría saber si alguien sabe los primeros pasos para poder ser una buena judía, me refiero a las oraciones, las reglas y todo eso, yo ya leí un par de cosas sobre el judaísmo pero aún no estoy muy clara. Estaría muy agradecida si me sacaran de esta duda. Gracias.

    09/12/2017 a las 18:03
  2. Editor - iojai

    esto requiere un proceso de conversion. Es una tema delicado que solo con un rabino se puede tratar en personal. Tiene muchas variables

    10/12/2017 a las 11:14
  3. jose

    Saludos y muchas gracias por la riqueza de las enseñanzas. Mucho le agradezco extienda un poco la explicación con respecto a «la mujer casada que le debe devoción a su marido», a que se refiere con devoción al marido. Muchas gracias.

    11/07/2019 a las 17:06
  4. Ajaron

    Estimado Rabino ud. Habla de que Jacob se fue a estudiar tora???cuál tora si no existía en esa época. Además los diez mandamientos no existía para esa época entonces como que Jacobo infringió el mandamiento del respeto a sus padres???.No tiene sentido lo que UD. Escribe. Si un padre tiene un alto motivo para no permitir que su hijo vaya a estudiar tora en otro lado,cómo va a permitir que le falte el respeto y se vuelva desobediente.?

    27/01/2020 a las 15:21
  5. Editor - iojai

    Si bien no se habia entregado la Tora en el monte Sinai, incluso el primer hombre , y por supuesto, los patriarcas , tenian tradicion e inspiracion Divina , de lo que luego seria la Tora revelada. Se debe alentar a los hijos al estudio de la Tora, solo cosas buenas pueden salir de eso

    29/01/2020 a las 11:46

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