Farbrenguen: Likutei Sijot 1
Extraido de sijot en español
Bsd.
En ocasión de Shabat Parshat Vaishláj publicamos la primera parte de la Sijá correspondiente a la Sección Vaishláj, del Volumen I de Likutei Sijot.
‘’Si se mantiene distancia, la relación será mejor’’. Esta frase es escuchada usualmente por psicólogos y maestros de las comunicaciones interpersonales. Pero en realidad, la misma constituye un principio que se aplica en todas las cuestiones y ámbitos. Si uno quiere ser respetado, debe tomar distancia y respetar; si quiere ser escuchado, debe ‘’apartarse’’ y escuchar; del mismo modo un maestro, si quiere infuenciar en su educando y ‘’elevarlo’’, debe mantenerse ‘’fuera’’, por ‘’encima’’ del alumno, de otra forma, no tendrá éxito en su misión.
En esta Sijá el Rebe nos enseña, a partir de las experiencias de vida de nuestro Patriarca Iaacov, qué actitud tomar para que, al mismo tiempo de estar inmerso en la realidad mundana materialista, la misma no nos absorba y limite, sino todo lo contrario, seamos capaces de elevarla. El secreto está en saber mantenerse ‘’fuera’’.
Sijot en Español y Editorial Kehot Lubavitch agradecerán sus comentarios y/o correcciones. Contacto: info@sijotenespanol.org.ar y info@kehot.com.ar. Asimismo, para dedicar fascículos del Likutei Sijot contactarse con info@sijotenespanol.org.ar o al Teléfono 4504-1908.
Las frases entre corchetes [ ] son agregados de la edición en Español. A las notas originales se agregaron las notas de la versión Inglesa (NVI) y las de la edición en Español (NE). Cuando aparece en el texto ‘’Mi suegro, el Rebe (anterior)’’, el Rebe hace referencia a su antecesor Rabí Iosef Itzjak Schneersohn, 6to. Rebe de Jabad.
13 de Kislev de 5767
Textos originales: Likkutei Sichos (© Vaad Lehafotzas Sichos, Brooklyn, NY) Edición de Textos y Dirección General: Rabino David Stoler
Traducción: Equipo de Sijot en Español.
Revisión: Rabino Natán Grunblatt.
Esta traducción se realiza con la autorización expresa de Vaad Lehafotzas Sichos, Brooklyn, NY.
1. [Luego de que Iaacov formara su familia en Ur Casdim, en la casa de su suegro Lavan, inicio su retorno a la tierra de Canaan. No bien ingreso dentro de sus fronteras penso en una estrategia, como abordar el encuentro con su hermano Eisav].
Sobre el versiculo [que describe el mensaje que Iaacov envio a Eisav]: «Con Lavan vivi (garti)», Rashi comenta: «La palabra garti tiene el mismo valor numerico que la palabra tariag (=613) implicando que pese a haber vivido con el malvado de Lavan, he observado las 613 mitzvot [y no aprendi de sus actos].
[Visto a simple vista,] esto despierta una serie de interrogantes: 1) ¿Cuál es la relación entre la interpretación midráshica de “he observado las [613] tariág (término que se forma con las mismas letras que gárti) mitzvot” y el sentido literal (pshat) de la palabra gárti que se deriva de guer (“extranjero”, “ajeno”) [describiendo de ese modo la estadía de Iaacov, como un forastero, en la casa de Laván]? 2) ¿Con qué propósito informó Iaacov a Eisav que había observado las 613 mitzvot? 3) ¿Qué enseñanza nos brinda este pasaje de la Torá?
2. [La explicación del tema es la siguiente:]
[Laván es el paradigma de la codicia y la insolencia; para él no existían códigos ético-morales, todo valía. En ese contexto, el mensaje de Iaacov a Eisav,] “con Laván viví”, significaba que Iaacov consideraba todos los aspectos de Laván –es decir, todos los elementos físicos de “toro, burro, ganado, esclavos y sirvientas” [de los que se ocupó mientras trabajaba para Laván y que finalmente también adquirió para la manutención de su propia familia] no más que gárti – como cosas ajenas y extrañas a él. Estos no constituyeron, [de manera alguna,] su verdadero ser.
Su [prioridad y] ocupación [primordial, es decir aquello que para él era] “hogareño”, [aquello en lo que se “instalaron” sus fuerzas interiores,] era el alma y las cuestiones de Torá y mitzvot. Todos los asuntos materiales no fueron [considerados por Iaacov] más que [pasajeros, como alguien que se relaciona con estas cosas “de paso”, sin “meterse” en ellas, o sea, al estilo de] guerút (como la estadía [pasajera] de un forastero).
A este estilo de vida se refiere más adelante la Sección Semanal, cuando expresa que “construyó para sí una casa, y para su ganado hizo cabañas”: “Para sí”, es decir, para su esencia –[su verdadero ser:] el alma y todo lo que se relaciona con ella– construyó una casa, un sitio de residencia permanente; pero “para su ganado”, para los objetos materiales que son meramente adquiridos y secundarios –y por ende externos a su ser interior– hizo cabañas, moradas transitorias. (Pues el alma propiamente dicha, y especialmente en el estado en que ésta se encuentra en lo Alto [es decir, antes de descender e investirse en un cuerpo físico], no precisa “ganado”. De hecho, no tiene punto de contacto alguno con ello; sólo cuando desciende a este mundo físico “adquiere” objetos materiales).
El Rebe [anterior], mi suegro, citó cierta vez una máxima del Maguíd (Predicador) de Mezritch: “¡En la propia casa es diferente!” [Esta máxima enriquece el tema que nos ocupa, pues] en la propia casa la persona lo necesita todo, [quiere que siempre esté llena de lo mejor]. Sin embargo, [cuando uno se encuentra] en el camino, no importa si la morada no es bella [ni tan cómoda,] y si los muebles no son tan bellos, pues, después de todo, se está en el camino, [de paso].
Ahora podemos comprender la relacion que hay entre el sentido literal del versiculo y su interpretacion midrashica: Dado que «con Lavan garti» -es decir, en vista de que para Iaacov todas las cuestiones materiales eran vistas como algo ajeno, extraño a su persona- estas, en consecuencia, no perturbaron ni confundieron su vida espiritual, pudiendo [no obstante elas] observar [con tranquilidad] las «613 (tariag) mitzvot».
3. Es mas: Al relacionarse con las cuestiones materiales a modo de guerut -como algo foraneo [y lejano] a uno, la materia no solo no interfiere con [la vida de] el espiritu sino que la dimension espiritual se proyecta incluso sobre la materia, [y penetra en ella] al grado de transformar lo fisico en espiritu y santidad.
[En base a lo antedicho,] este seria el significado [profundo] de las palabras con que continua el versiculo: «Tuve (li / lit.: «fue para mi») toro y burro, ganado, esclavos y sirvientas». [Iaacov le esta diciendo:] Todas estas cosas pasaron a ser para mi; es decir, se volvieron subordinadas a mi principal y verdadera esencia, [el espiritu de Iaacov].
4. El Midrash Sobre el [recien citado] versiculo «Tuve toro y burro, ganado, esclavos y sirvientas», dice que Jamor («burro») alude al Rey Mashiaj, sobre el que se ha dicho [que se presentara como un] «hombre pobre, montando un burro…».
La llegada del Mashíaj depende de la avodá de birurím. O sea, las manifestaciones [Divinas características] de la futura Era Mesiánica se proyectarán gracias y merced al servicio a Di-s mediante el cual cada judío se esfuerza por refinar su cuerpo y Alma Animal y [elevar] su porción en este mundo, al ponerlos al servicio de propósitos sagrados.
La secuencia de los versículos alude a este concepto: “Con Laván gárti… y tuve toro y burro…”. Por causa de que Iaacov consideraba las cuestiones materiales como algo ajeno a sí mismo –guerút– y las utilizaba como vehículos para la Divinidad, ésta moraba [manifiestamente] en ellas. Así, el término gárti es interpretado en su sentido literal, como una referencia a que lo Divino moró (vivió) en lo físico; y por haberse dedicado a este tipo de servicio, él ya estaba listo y preparado para el Mashíaj: “Tuve… jamor – que se refiere al Rey Mashiaj”.
[De esta explicación entendemos que] a ello se debe que [Iaacov] enviara mensajeros a Eisav informándole que él ya había completado todos sus propios birurim y estaba listo para recibir al Mashíaj. El creía que también Eisav había completado los suyos, y que la Redención podía ser posible incluso de parte de Eisav.
Sin embargo, los mensajeros le trajeron como respuesta: “Fuimos a lo de tu hermano, a Eisav”, [expresando que] “En lo que a ti respecta, él ya es ‘tu hermano’, tú ya estás listo para la redención; pero él mismo, por su parte, todavía sigue siendo Eisav, aún está antes del birur, por lo que la redención aún no es posible”.
5. La Torá y sus enseñanzas son eternas y relevantes a cada judío en todos los tiempos y lugares. La lección [para cada uno de nosotros] que surge de lo antedicho es la siguiente: Cada judío debe saber que pese a que su entorno, el mundo, a duras penas está listo para la Redención –pues todavía no se ha purificado y re.nado–, él, de su parte, debe prepararse no obstante a sí mismo, junto con todo lo que le pertenece –“ganado, esclavos y sirvientas”– para la completa Redención.
Esta preparación se lleva a cabo mediante [el servicio a Di-s a modo de] “Con Laván gárti”, reconociendo que todo lo que concierne al mundo material no es más que gárti – “Yo soy un forastero (guer) en la tierra”. Todos los años de vida de la persona –“setenta, y si con vigor ochenta”, o bien “sus días serán ciento veinte años”– no son más que gárti, una travesía pasajera, como un extranjero en la tierra. Desde esta perspectiva, lo físico no entra en conflicto con lo espiritual. De hecho, la consecuencia de una actitud tal resultará en tener “toro y burro, ganado, esclavos y sirvientas”, prosperidad incluso en el plano terrenal.
A prepararse a sí mismo y a todos sus asuntos para la Redención, el judío afecta de un modo positivo al mundo [entero]. Dado que el mundo está en perfecto equilibrio [entre el bien y el mal], [apenas] una [única] buena acción de su parte inclinará la balanza [para el bien] en favor de todo el mundo, y traerá redención al mundo entero.
Así lo establece Maimónides como legislación: “Cuando Israel (el pueblo judío) haga teshuvá (retorne a Di-s), será redimidos miád (de inmediato)”; y el Alter Rebe añade: téikef umiád (ya mismo).
De esta manera, la conclusión es que –independientemente de la situación mundial– uno puede, por medio de teshuvá, causar su propia redención personal así como la Redención global del mundo entero.