El Servicio del Rezo Matutino
Extraido de El Camino de Dios.
Las lecturas asociadas con los sacrificios (Korbanot) pretenden purificar al mundo como un todo y quitar todos los obstáculos y barreras que pueden detener la más alta influencia.
La lectura de los Salmos (Psukei Dezimra) está dirigida a provocar que la Luz del rostro divino sea revelada. Dios hizo depender esta influencia de la pronunciación de estas alabanzas y éste es el significado del pasaje: «Él elige la entonación de cánticos de oración…».
Aunque ya hemos explicado el significado del Shemá y sus bendiciones en general, ellas también incluyen otros aspectos. El orden y los sistemas que existen en la creación han sido ya presentados en la primera parte. Todas las cosas existen en una secuencia de pasos, desde las Fuerzas fundamentales hasta el mundo físico.
La Suprema Sabiduría decretó que, para que todas las cosas pudieran recibir la influencia de Dios, deben primero unirse ellas mismas, las unas a las otras. Las más bajas deben unirse a las que están sobre ellas y a su vez éstas a las que están aún más alto, continuando de esta manera hasta llegar a las Raíces, las cuales a su vez dependen directamente de Dios. Su influencia es entonces extendida a esas Fuerzas, cubriendo hacia abajo apropiadamente a todos los niveles de la creación. De esta manera todos ellos recobran nuevamente su nivel ordenado y su función.
Las bendiciones del Shemá fueron ordenadas de tal forma que se relacionan con estos misterios. A través de esta liturgia, cada nivel de la creación se eleva a sí mismo hasta que cada uno se apega al inmediatamente superior. Cuando ellos están unidos y dependientes de la luz divina, la influencia puede ser transmitida a toda la obra de Dios. Y esto es lo que se realiza a través de la pronunciación de las dieciocho bendiciones, la Amidá.
11) Es necesario saber que las influencias de Dios en general están relacionadas con toda la creación a través del Tetragrama, el inefable Nombre de cuatro letras (Iud, Hei, Vav, Hei). Las más altas influencias están divididas en tres categorías principales y éstas incluyen todo tipo de influencia y sus detalles. Estas tres categorías son aludidas por las primeras tres letras del Tetragrama. Para que toda la creación sea perfeccionada, estas tres letras deben unirse y su interconexión es aludida por la Hei final.
Estas tres categorías primarias están también aludidas en las calificaciones de Dios que se encuentran en la Amidá, es decir, «El Grande, Poderoso y Temible».
El concepto que transmiten adecuadamente estas tres categorías es en mérito de los tres patriarcas, Abraham, Isaac y Jacob, lo cual, a su vez, se completa con el mérito del rey David, que los asocia para determinar la rectificación de Israel.
Las tres primeras bendiciones de la Amidá fueron ordenadas en paralelo con estas tres categorías y a través de ellas se transmite la más alta influencia a nivel general, mientras que las trece bendiciones intermedias transmiten su influencia hacia lo particular, según lo necesario. Finalmente, a través de las tres últimas bendiciones, esta influencia es fortalecida e integrada en sus receptores a través de la alabanza que Le otorgan. Ésta es la corrección lograda a través del rezo.
12) Éste es el orden que se establece para todos los días de la semana. En días festivos, sin embargo, sólo siete bendiciones fueron ordenadas para la Amidá. Estos días tienen su propia bendición intrínseca y santificada la cual transmite la influencia de Dios y, por lo tanto, sólo es necesario que el hombre se esfuerce en el nivel general y éste consiste de las siete bendiciones de la Amidá del día sagrado.
Estas siete bendiciones son las tres primeras y las tres últimas, similares a las que se pronuncian en los servicios de los días de semana, las cuales pertenecen a las tres categorías generales mencionadas. La bendición intermedia de la festividad refiere a la santidad general del día haciendo que se fortalezca, brille y ejerza dominio para colaborar y perfeccionar todo detalle de la creación. Aclararemos esto más adelante.
13) Es también necesario comprender que, en general, hay cuatro mundos.
Este mundo consiste en dos partes, la superior y la inferior -astronómico y terrenal. El astronómico es el reino de las estrellas y planetas, mientras que el terrenal es el mundo bajo en el cual vivimos nosotros. Los dos juntos constituyen un único mundo.
Sobre éste hay otro mundo que es el de los ángeles.
Más alto que éste hay otro que es el mundo de las Altas Fuerzas ya mencionadas y éste es el mundo del Trono.
En un nivel aún más alto podemos hablar de las influencias de Dios en general. Esto consiste en la revelación de Su Luz, de la cual deriva toda la existencia y de la cual todo depende, como vimos anteriormente. En términos figurativos, estas influencias en general pueden ser llamadas a constituir un mundo y es usualmente considerado como el mundo de la divinidad.
El término «mundo» no se aplica realmente a este dominio más alto sino de una forma figurativa. Cada uno de los otros tres mundos puede ser llamado apropiadamente de esta manera.
La razón de esto es que un mundo se define como una reunión de muchas entidades diversas, divididas e interrelacionadas en diferentes formas en un único espacio conceptual. Esta definición de mundo se aplica a pesar de que sus miembros individuales sean espirituales o físicos.
El mundo físico es considerado de esta manera porque reúne entidades terrenales y astronómicas dentro de un concepto de espacio singular. Lo mismo es verdad para el mundo de los ángeles, ya que se trata de una reunión de ángeles en el espacio conceptual que les pertenece. El mundo del Trono es también considerado como tal, dado que contiene numerosas Fuerzas en un espacio conceptual similar.
Las influencias de Dios, sin embargo, no pueden ser consideradas entidades plurales o entes de cualquier manera que sean. Por el contrario, son aspectos y revelaciones de la luz de Dios, diferenciadas sólo por el hecho de que Dios avala las diversas cosas que Él creó e influye en ellas de acuerdo con sus variados asuntos y aspectos. La única razón por la cual estas influencias conforman un «mundo» es esta división, orden y secuencia que distingue a estas influencias de acuerdo con lo apropiado para sus receptores. Ellas son las Raíces de todas las divisiones, órdenes y secuencias, como vimos anteriormente. Debido a esta razón, lo consideramos como un «mundo» y lo calificamos como más alto que los otros tres, siguiendo la secuencia general. La creación como un todo sigue esta secuencia: lo físico depende de los ángeles y los ángeles de los que están por encima de ellos, es decir, el Trono y sus distintos niveles. El Trono, a su vez, depende de las influencias de Dios y de la revelación de su Luz, que es la verdadera Raíz de todo.
14) Las cuatro partes del servicio diario siguen este orden. Las primeras tres partes rectifican a los tres mundos más bajos. La lectura de los sacrificios (Korvanot) corresponde al mundo físico, los salmos y demás oraciones (Psukei Dezimra) al mundo de los ángeles, y el Shemá y sus bendiciones al mundo del Trono. Esto es seguido por la Amidá, la cual corresponde al mundo de la Esencia Divina, transmitiendo las influencias de aquel mundo de acuerdo con sus diferentes aspectos.
La Amidá es seguida por otros tres rezos: la Kedushá del Órden (en Uvá Letzión) en primer lugar, el cántico de cada día de los Levitas en segundo lugar y «Nadie es como nuestro Dios» (Ein KeElokeinu). Concluimos el servicio con el Aleinu, el cual se refiere al reino de Dios y lo proclama Rey sobre todos los mundos tras ser bendecidos por Dios.
15) Relacionado con esto hay otras tres oraciones destinadas a despertar la piedad de Dios y multiplicar la bendición. Éstas son la Confesión (Vidui), la pronunciación de los Trece Atributos, y la sección denominada Tajanun.
El objeto de la confesión es acallar a los acusadores que intentan causar que el servicio sea desechado.
Recitamos los Trece Atributos de misericordia porque tienen el poder de causar que Dios se incline hacia Su piedad y, a partir del dominio de su grandeza, desatienda al pecado y tenga compasión aun cuando se carezca de mérito.
El rezo de Tajanun implica un alto grado de sumisión delante de Dios. Por lo tanto, tiene el poder de apaciguar el atributo de justicia y suscitar gran piedad. La influencia de Dios puede entonces ser transmitida con — abundancia.
Éste es el orden general del servicio diario. El orden preciso de los salmos, los pasajes bíblicos y otros aspectos dependen de lo que el servicio intenta lograr.
Rab Jaim Luzzato
Realmente esto del Judaísmo siempre ha tocado mi alma, mis padres venezolanos hijos en primera linea de Españoles, siempre les pregunte: ¿hasta que punto no habrá una conexión con algún Judío? eso siempre ha llamado mi atención… sin embargo todo estos temas los he amado hasta el punto de ponerlos en practica según mi conocimiento me lo permite, por lo menos amo hacer tefila, Shajarit, Minja y Arvit, Gracias por tan valiosa informacion. Shalom ubrajot.