El Profeta Eliahu: Más allá del tiempo
Extraído del 7mo Cielo. Escrito por Moshé Mykoff
luego del Shabat, los versículos
que mencionan al profeta Eliahu
y orar para que venga y anuncie
la Redención.
(Shuljan Aruj, Oraj Jaim 295:1)
El Profeta Eliahu,
Eliahu el Tishbita, Eliahu el Guiladita –
Pueda venir pronto,
anunciando al Mashíaj, el hijo de David.
La esclavitud, en el contexto de la vida moderna, aún está por ser abolida. Durante la semana estamos sometidos al mundo material y sojuzgados bajo sus numerosas demandas y presiones. En síntesis, somos esclavos: esclavos de nuestras ocupaciones y carreras; esclavos de nuestros compromisos y acreedores; esclavos de nuestra necesidad de proveer para nosotros mismos y para aquéllos que dependen de nosotros. Al afirmar nuestro control sobre el mundo – estampando nuestra marca en la sociedad – estamos de hecho esclavizados: nuestros cuerpos están esclavizados bajo la necesidad de lograr el cometido, nuestro tiempo está esclavizado bajo la carrera por el éxito.
La tradición judía enseña que el profeta Eliahu se hará presente en el momento de la Redención Final, para anunciar la llegada de Mashíaj. Dado que las leyes que prohiben viajar en el Shabat impiden que Mashíaj llegue durante el séptimo día, el primer momento de la semana durante el cual Eliahu podría llegar para anunciar la llegada del «ungido de Dios » (Mashíaj) es durante la noche que sigue al Shabat. Es por este motivo que cantamos entonces el nombre de Eliahu, llamándolo para «que llegue rápidamente, anunciando al Mashíaj, el hijo de David».
El profeta Eliahu personifica la conciencia que esperamos alcanzar cuando el Shabat queda detrás y comienza una nueva semana. Como dice la Biblia, Eliahu ascendió vivo al cielo. Su percepción de Dios había alcanzado un plano tan exaltado que su alma no necesitó separarse del cuerpo para ascender a una dimensión superior. él entró en el ámbito de «más allá del tiempo» investido aún en su forma física.
Es por esto que Eliahu está asociado con la noche que sigue al Shabat. Mediante la atmósfera relajada del Shabat obtenemos un atisbo de lo que significa estar más allá del tiempo; al abstenernos de toda labor creativa prohibida durante el santo día, disfrutamos de un mínimo de libertad de la esclavitud al materialismo y a lo corporal. Ahora, con la semana que está por comenzar – cuando las obligaciones semanales, que hemos dejado de lado al comienzo del Shabat, comienzan a resurgir y las preocupaciones diarias están por retornar – haríamos bien en emplear esta conciencia de más allá del tiempo para que nos ayude a dejar de lado las preocupaciones del día a día que gobiernan nuestra vidas y coartan nuestra libertad.
Al cantar la alabanza del profeta Eliahu, esperamos inspirarnos en su ejemplo; tal como Eliahu se liberó de las constricciones del tiempo y de la materia, nos atrevemos a esperar que también nosotros podamos liberarnos de las demandas y presiones del mundo material. Y oramos para que el mismo Eliahu, como heraldo de la Redención, pueda anunciar nuestra redención personal; que en la semana que está por comenzar podamos experimentar una libertad espiritual, emocional, física y práctica.
Tiempo más allá del Tiempo
El Shabat es un recordatorio del Mundo que Viene; es un anticipo, en el tiempo, de lo que está más allá del tiempo.
El tiempo fue creado mediante la limitación del infinito, cuando Dios construyó cada nuevo día a través de una constricción más de la eternidad. También nosotros, durante la semana, construimos nuestros días delimitando nuestro tiempo, usando herramientas contemporáneas tales como las hojas de planeamiento y las agendas electrónicas.
Pero durante el Shabat, los ritos y los rituales del día nos devuelven al ámbito de lo eterno, al origen del tiempo que está más allá de la construcción del tiempo. Entonces logramos una percepción de más allá del tiempo… del tiempo más allá, del Mundo que Viene.
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Vive los seis días de la semana con la conciencia de más allá del tiempo que obtienes durante el Shabat. Aprende a desligarte de las cadenas del tiempo y del trabajo y a liberarte de las ataduras mundanas que creías que te eran indispensables para la vida.
Likutey Halajot, Milá 4:10, 13)
Moshé Mykoff