El desafío de elegir frente a la oposición
Extraído de Camino a la grandeza. Editorial Perspectivas
Quizá se haya planteado la siguiente pregunta: Existen personas en mi vida que siempre parecen estar haciendo mal las cosas y luego me culpan por ello. ¿Por qué me sucede eso? ¿Cómo puedo hacerles ver que son culpables de echarme su culpa? (¿Será que Hashem elige atormentarme o permite que otros lo hagan sin motivo?).
Existe un concepto fascinante basado en Kohelet (7:14):
Hashem ha creado una cosa en oposición a la otra.
La Guemará lo explica con un ejemplo específico:
Hashem creó a los justos y él creó a los malvados [para equilibrar a cada uno y al mundo]
(Jaguigá 15a)
Hashem, Quien creó todo con la máxima cantidad de planificación y de propósito, diseñó todos los fenómenos de este mundo para que cooperen entre sí. Existe un sistema de colaboración entre cada componente del mundo. Por ejemplo, el sol hace elevar vapor de agua de los océanos, que luego es transportado tierra adentro por el viento en forma de nubes. La fuerza de gravedad participa en ayudar a que la lluvia precipite y haga crecer la vida.
Similarmente, los justos y los malvados están conectados entre sí. ¿Cómo y por qué? Hashem no obliga a nadie a ser bueno o lo contrario. El principio fundamental de libre albedrío es que Hashem, generalmente, no interfiere en las elecciones de una persona, pese a que él prevé lo que ella elegirá (Rambam, Hiljot Teshuvá 5:5). Hashem dispone desafíos para cada persona con el propósito de ayudarla a promover su uso del libre albedrío. Por lo tanto, los malos son, en realidad, colocados por Hashem para que nos rodeen, en nuestro beneficio.
El Talmud enumera ejemplos en los cuales los perversos nos ayudan:
Que Nimrod venga y atestigüe la virtud de Abraham; Laván atestiguará que Iaacov fue 100 por ciento honesto; la esposa de Potifar atestigüará que Iosef fue completamente inocente de pecado; Dariavesh atestiguará que Daniel jamás dejó de decir sus plegarias.
(Avodá Zará 3a)
Todos estos ejemplos son revelaciones. (Ver Awake My Glory por Rab A. Miller zt’l, cap. 9, «Los Malos Nos Hacen Grandes»). Los malvados son ubicados por Hashem en la vida de un tzadik para probar su piedad hacia Hashem en todas las formas de perfección, incluyendo la humildad, la paciencia y la benevolencia. Todo esto es parte del exclusivo programa de asistencia de Hashem para ayudar a aquellos que buscan purificarse.
1) Abraham fue el segundo hombre más grande de la historia. (Moshé fue el más grande). Todos nosotros somos considerados discípulos de Abraham (Avot 5.19). él fundó nuestro pueblo y es, por ende, llamado el pilar del mundo (Rambam). Pero ¿quién ayudó a motivar a Abraham? Un poderoso tirano que lo desafió a tal punto que hasta ordenó que lo arrojaran a un horno encendido. Estas pruebas ayudaron a desarrollar la grandeza de Abraham.
2) Iaacov tuvo que tratar con un fuerte competidor desde su nacimiento. En cada paso de su vida estuvo obligado a enfrentarse con su hermano, Esav. Subsiguientemente, Laván lo ayudó a perfeccionarse. Durante veinte largos años fue puesto a prueba por su suegro, Laván, cuya maldad y deshonestidad fueron una tortura permanente. Iaacov pasó su martirio en forma victoriosa y sirvió a Laván continuamente con todas sus fuerzas (Bereshit 31:6).
Iaacov tuvo que quebrantar constantemente su espíritu de orgullo y enojo como ofrendas para Hashem. Por este motivo fue llamado Israel, «puesto que conquistaste ángeles y personas» (Bereshit 32:29).
3) Daniel estaba recluido en el palacio de un rey. Sin embargo, las Escrituras atestiguan que tres veces por día solía rezar junto a su ventana, dirigida hacia Jerusalem, como siempre lo había hecho anteriormente a pesar del decreto real (Daniel 6:11). Esto era el cumplimiento de la enseñanza en Tehilim (55:18): «Por la tarde, por la mañana y al mediodía imploro y clamo [a Hashem], y él escucha mi voz».
Un dueño de vivienda, inquilino, competidor, vecino, cónyuge, compañero de trabajo o pariente político que parece causarle problemas, es realmente puesto en su vida para su beneficio. Hashem ha dispuesto que ellos lo prueben y lo ayuden a convertirse en una gran persona.
«Todo se encuentra en Manos del Cielo…» (Berajot 33b) y «todo lo que el Misericordioso hace es para bien» (Berajot 60b), son las claves para comprender toda oposición. Las personas difíciles y las situaciones difíciles están planeadas para nuestro bien. Cuando elegimos responder de la manera más apropiada posible, ganamos en perfección y encontramos favor a los ojos de Hashem.
Ahora entendemos la respuesta a nuestra pregunta original: La regla de «por el camino que la persona decide ir, es conducida» incluye que Hashem coloque personas en nuestras vidas con el propósito de asistirnos en nuestras metas. Sanhedrín 37a declara: «Cada persona está obligada a darse cuenta y decir: ‘¡El mundo fue creado para Mí!'».
La Mejor Respuesta
Si bien puede uno ser consciente del hecho de que quienes se nos oponen, están aquí para nuestro beneficio, es difícil controlarnos para poder tratar con ellos. La mejor actitud para manejarse con la oposición, es responder con cortesía y calidez (en lugar de reaccionar con irritación y enojo):
¿Quién es honorable? El que honra a los demás
(Avot 4:1)
Nuestros Sabios enseñan:
¡Cuán bienamados son los seres humanos, pues fueron creados a imagen de Hashem!
(Avot 3:18)
Por consiguiente, aun una persona mínimamente recta, es más importante que todo lo demás en el universo. Toda la Creación fue justificada por la existencia de, incluso, una sola persona. Hay una porción del alma Divina en cada ser humano que fue implantada por el Creador. Tener esto en cuenta nos ayudará a responder correctamente a la oposición.
De igual manera, la Mishná declara:
Cuán bienamado es el pueblo judío, pues son llamados hijos de Hashem…
(Ibíd.)
Los judíos, específicamente, están obligados a «amar al prójimo como a uno mismo» (Vaikrá 19:18), una mitzvá que es considerada el concepto más abarcativo de toda la Torá (Shabat 31a).
Cuando la Elección es Correcta
Por el camino que uno desea ir, es conducido.
(Makot 10b)
Cuando los caminos del hombre agradan a Hashem, aun sus enemigos harán la paz con él.
(Mishlé 16:7)
Ahora podemos entender que estas dos fuentes se complementan mutuamente:
1) Hashem conduce a la persona por el camino que ella decide ir.
2) Si ese camino es el correcto (es decir, que Hashem está contento con la elección de la persona), él hace que toda la oposición de ese individuo cese para asistirlo o bien, alternativamente, Hashem provee ciertas formas de oposición para ayudar a promover el éxito final del esfuerzo.
Por consiguiente, aquel que se encuentra enfrentando oposición, debería preguntarse:
1) ¿Estoy en el camino correcto?
2) ¿Estoy dispuesto a asumir el compromiso y hacer los esfuerzos necesarios para triunfar en este intento, con la ayuda de Hashem?
3) ¿Es tiempo para mí de repasar las pautas que enseña el Jovot HaLevabot en su sección sobre bitajón, confianza (capítulo 4), respecto a cómo tratar con otras personas?
Estas reglas son:
1) Cuando usted necesite un favor, advierta que Hashem es el Proveedor Supremo y que esta persona (el oponente) puede ser un mensajero de Hashem por el momento. Si usted es exitoso, agradézcale a Hashem y al representante. Si parece no tener éxito ahora, agradézcale a Hashem por elegir no brindarle lo que usted pensó que necesitaba momentáneamente, y agradézcale al agente por su tiempo y esfuerzos.
2) Cuando alguien lo culpe por algo que usted piensa que no es culpable:
a) Confíe en Hashem, Quien sabe la verdad.
b) No se vengue.
c) Concéntrese en Mishlé (12:21): «Ningún mal le ocurrirá a un tzadik«. Nadie puede dañarlo ni ayudarlo sin un decreto de Hashem.
d) Considere que Hashem puede estar causando que esta persona se le oponga para motivarlo a usted a arrepentirse y le pida perdón a Hashem y, de este modo, lo haga mejorar sus caminos para que luego él transforme a sus enemigos en amigos.
En tanto que su elección sea correcta, puede estar seguro de que Hashem lo está ayudando – aun con oposición.
Moshe Goldberger