Detrás del Escritorio

Extraido de jabad magazine
¿QUÉ TIENEN EN COMÚN UN RABINO Y UN VENDEDOR DE SEGUROS DE VIDA? NO… NO ES UN CHISTE. AQUÍ DESCUBRIRÁ LA RESPUESTA
Al crecer como un niño religioso, se espera que uno se convierta en Rabino.
Claro que la mayoría entra finalmente en el mundo de los negocios o ejerce alguna otra profesión, pero siempre se tiene en cuenta el rabinato antes de que lo hagan. El mundo es inmenso y las comunidades son muchas. ¿Te decides por la vida garantizada de un sueldo o te comprometes a una vida de servicio a la comunidad?
Naturalmente, me enfrenté con la misma decisión antes de venir a esta ciudad para abrir un Beit Jabad. Tenía un amigo que era vendedor de seguros de vida en ese momento. Me acerqué para inquirir sobre si también yo podía ser un vendedor de seguros. él me dijo:” Mordy, este debe ser el trabajo más duro del mundo. Tienes que convencer a las personas de comprar un producto que no quieren.”
él siguió explicando que como las personas no perciben la muerte como una realidad, es sumamente duro lograr que compren algo basado en esa percepción. Siendo que mi interés ya estaba inclinado en esa dirección, me alisté en una profesión similar. Antes de que dé vuelta la página, permítame explicar. El tema es (ésta es la perspectiva del escritorio del Rebe) que tengo que intentar convencer a las personas de “comprar” un producto que no ven como una realidad. No importa en qué forma de Poder Superior usted cree, todos estaremos de acuerdo que esta Fuerza Superior no es tangible.
En general, a las personas no les gusta cuando usted habla de Di-s. Después de todo, la vida sería mucho más fácil si simplemente nos dedicaríamos a nuestros quehaceres diarios. Ya es bastante difícil entender por qué nuestros hijos adolescentes están interesados en las cosas que lo están en estos días. ¿Por qué intentar deducir algo que uno está diciendo y que de todas formas no puedo entender totalmente?
Lo que he aprendido y que finalmente ha contestado mis preguntas, se encapsula en dos palabras – “verdadera identidad”. El Jasidut (misticismo judío) enseña que cada persona está compuesta de dos partes. Estas dos partes son completamente contrarias y por consiguiente tienen intereses distintos. Son el Alma Divina y el Alma Material. Usted los habrá visto pintados en los dibujos animados como el ángel que sostiene un arpa encima del hombro derecho y el diablo que sostiene su horca encima del hombro izquierdo.
Los nombres de estas dos partes expresan exactamente lo que son. El Alma Divina anhela una vida de Piedad y de buenas acciones. Su única meta es hacer que el ambiente a su alrededor sea bueno. Un lugar, donde Di-s Se sentiría cómodo, llamándolo Su morada. El Alma Material sólo quiere el cuerpo en el que está. Un tanto de una manera egoísta, en la actitud de “yo primero”. Cualquier cosa que sea necesaria para satisfacer cada antojo y deseo, lo hará. Cada persona tiene estas dos
voces dentro de él luchando por el control. Incluso los tipos buenos lo tienen. Sólo que ellos están al mando de sus emociones, mientras que la persona egoísta es un esclavo total de sí mismo.
El primer Rebe de Jabad, Rabi Shneur Zalman de Liadi explicó que hay momentos en que estamos tan profundamente involucrados en nuestro propio mundo material que nuestra Alma Divina se entierra hondamente y no puede sentirse o ser oída. Sin embargo, incluso el “peor del peor” posee este Alma Piadosa. Se compara a una chispa pequeña que espera ser encendida. En idish esta chispa pequeña se llama “pintele id.”
ésta es una lección que podemos sacar de la fiesta de Pesaj. Antes del éxodo, los judíos se rezumaron en la cultura egipcia que predicaba intereses materiales e inmoralidad, y ellos no tenían una propia identidad. Sólo cuando Di-s los sacó y convirtió esa chispa en una llama, hizo que los judíos se convirtiesen en una nación con el poder de su propio destino. Ya no estaban sujetos a la presión del ambiente alrededor de ellos.
Ahora, no permitamos engañarnos. Vivimos en un mundo en el que tenemos que cuidar de nosotros. Nuestro cuerpo necesita comida, vestimenta, resguardo y nutrición. La cosa importante es recordar y no olvidar de nutrir nuestra Alma Piadosa también. Cada inversión que paga grandes dividendos viene con algún riesgo y un salto de fe. Para nutrir su alma Piadosa y reencender su chispa, hágase tiempo para escuchar la voz de dentro suyo que dice que usted puede hacer la diferencia. Finalmente vivirá una vida mejor, conociendo su “verdadera identidad”.
Rabbi Mordejai Andrusier, Chabad Pembroke Pines