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Descanso Sabático

Y en el séptimo día descansarás» (Exodo, Mishpatim 23:12 / Itró 20:10) Cuándo, dónde y quién debe cumplirla En todo momento y lugar, hombres y mujeres

Muchos de nosotros nos damos cuenta de la importancia del Shabat, pero tenemos ideas confusas sobre cómo llevarlo a cabo.
Después de todo, el descanso tiene varias connotaciones. Para algunos, puede significar un relajante juego de golf, mientras que para otros, puede significar una tarde viendo la televisión, leyendo un buen libro, pintando un cuadro, o escribiendo un poema.
De alguna manera, estas ideas no parecen encajar en la idea que el judaísmo tiene sobre el Shabat.
La meta del Shabat es recordarnos el drama de la creación. Pero, ¿cómo funciona exactamente esto?, ¿cómo es que el Shabat nos hace recordarlo?
Existe algo más sobre el Shabat que a muchos nos parece difícil de entender. Existe todo un conjunto de reglas y estrictas leyes rituales -Halajá- que involucran al Shabat. Esto es dos grandes volúmenes del Talmud: Shabat y Eruvin; así como aproximadamente 200 capítulos del Shuljan Aruj el código por excelencia sobre las leyes judías.
La mayoría de nosotros apenas conocemos que existe este cúmulo de leyes, y si es que conocemos algunas reglas, no las empezamos a entender. Por esta falta de entendimiento, a menudo dejamos de respetar estas reglas completamente.
Si pensamos en el Shabat como un «día de descanso», tras una ardua semana de trabajo, entonces estas reglas no tienen sentido alguno.
Se prohiben muchas cosas aunque no involucren esfuerzo físico alguno. No solo está prohibido hacer una fogata, sino que también el arrojar la más pequeña varita a una flama. Uno no puede arrancar una hoja de pasto, escribir un número telefónico, o poner una olla sobre la estufa para que hierva. Se nos dice que viajar en coche es un «trabajo aunque ciertamente el caminar requiere de un mayor esfuerzo.
¿Qué significa todo esto? ¿Por qué se nos prohibe hacer tantas cosas aún cuando sea pequeño o nulo el trabajo físico?
Es obvio que las restricciones del Shabat no van en contra del trabajo físico, sino en contra del trabajo definido ritualmente. Claramente debemos explorar más el Shabat y profundizar en su significado.
La Torá llama al Shabat una señal eterna entre Dios e Israel.
El Shabat involucro tanto a Dios como al pueblo judio. Para poder entender sus reglas, debemos profundizar más en estas dos ideas.

El Descanso Divino

De acuerdo a lo anterior, el concepto del Shabat está íntimamente ligado al concepto del descanso Divino después de la creación.
Antes de poder entender el Shabat, debemos primeramente entender el significado del descanso Divino. Pero esto en sí, crea algunas dificultades.
¿A qué se refiere la Torá cuando nos dice que Dios descansó? ¿Acaso Dios estaba cansado? ¿Fué la creación una tarea tan ardua?.
¿Es la Torá tan ingenua, que ve a Dios en términos antropomórficos y humanos? ¿De verdad supone que Dios necesitó un descanso después de seis días de arduo trabajo, tal como cualquier otro obrero?.
Por supuesto que no. La Biblia misma dice (Isa. 40:28): «¿ -Acaso no sabes, no has oído?: El Señor, el Dios eterno, El Creador de todos los confines de la Tierra, no desfallece ni se fatiga con cansancio y Su entendimiento no hay quien lo alcance». Dios descansó, no porque estaba cansado o fatigado. Aún el crear el universo no es un arduo trabajo para Dios. Nuestros sabios enseñan que para El implicó todavía menos esfuerzo que el pronunciar una sola letra .
Dios descansó en otro sentido. El descansó cuando cesó de crear; cuando El ya no interfería con Su mundo. Esto nos adentra en la definición que la Torá tiene sobre el descanso en Shabat.

Descansamos en el Shabat cuando ya no interferimos con el mundo. De esta manera imitamos el descanso Divino en Shabat, cuando El dejó de interferir con Su mundo.
Durante las seis días de la creación, Dios impuso Su poder sobre el universo modificándolo activamente. En el Shabat, El «descansó» al dejar de imponer esta supremacía.
Imitamos a Dios al renunciar a nuestro dominio sobre el mundo en el Shabat.
Tenemos ahora una nueva definición sobre el trabajo, que hace que todo el concepto del Shabat tenga sentido.
Esta es nuestra definición: El trabajo, en el sentido en que el Shabat la establece, es un acto que muestra la supremacía del ser humano sobre el mundo, gracias a su inteligencia y habilidad.
También ahora tenemos una definición del descanso: El descanso, en el sentido en que el Shabat lo establece, es el no interferir con la naturaleza ni ejercer supremacía sobre ella. Es un estado de paz entre el hombre y la naturaleza.
Ahora podemos entender el ritual del Shabat. Debemos dejar intacta la naturaleza. No debemos demostrar nuestro poder sobre ella, ni cambiarla. No debemos intervenir en el proceso natural, y cualquier cambio o interferencia no importa que tan trivial o pequeño sea, es una violación a de este descanso.
Los trabajos pesados tales como arar o construir siguen considerándose como trabajo en este sentido. Pero también incluye varias cosas que no requieren esfuerzo alguno -cosas como encender un cerillo, arrancar una rosa o freir un huevo. Estas no requieren de mucho esfuerzo, sin embargo son símbolos del dominio del hombre sobre la naturaleza.
El Shabat es mucho más que un mero «día de descanso». Respetarlo es una señal de nuestra fé en la creación Di-s, ya que en el Shabat, el proceso de la creación se detuvo por completo.
Imitamos el descanso de Dios con nuestro Shabat tal que el acto de intervención en la creación puede considerarse como trabajo y una violación al Shabat.

El Día de la Eternidad

Al Shabat se le llama tanto sagrado como bendito. Esto está íntimamente ligado al Shabat de la creación y al concepto de descanso. De este modo, el cuarto mandamiento dice (Ex. 20:11):
«Porque en seis días hizo Dios los cielos, la Tierra y el mar, y todas las cosas que en ellos hay, y reposó en el séptimo día; Por tanto El Señor, bendijo el día del Shabat y lo santificó»
Para entender un significado más profundo del Shabat, debemos entender primero al Shabat de la creación. ¿Por qué descansó Dios después de seis días? ¿Por qué apartó Dios un día en el cual específicamente cesó de trabajar?
Esto se vuelve como un rompecabezas cuando vemos el relato de la creación. Mientras avanzamos por los seis días, encontramos que cada uno nos ofrece un nivel más alto de creación. Primero hay la materia inerte, después las plantas, después los animales y finalmente el hombre. Nosotros supondríamos que en el séptimo día esta secuencia continuaría y se crearía algo aún más elevado. En cambio, encontramos nada…
Podemos entender esto desde el punto de vista de un Midrash. Refiriéndose a la creación, la Torá dice (Gen. 2:2): «Y terminó Dios en el séptimo día».
El Midrash formula una pregunta obvia. Si Dios descansó en el séptimo día, ¿cómo pudo terminar exactamente el mismo día?, y si El no hizo nada durante el Shabat, entonces ¿obviamente terminó en el sexto día?
El Midrash nos proporciona una respuesta muy profunda al decir que en el Shabat, Dios creó el descanso.
Para entender esto, tenemos que introducir un concepto aún más fundamental:
Entre más se parece algo a Dios, más cerca está y más comparte de El. De hecho, el principal propósito del judaísmo es la imitación de Dios .
Dios mora en la eternidad, en una dimensión por encima del cambio y del tiempo. El le dijo a Sus profetas (Malaji 3:6), «Porque Yo soy El Señor, Yo no cambio». La serenidad y la tranquilidad son entonces una réplica de los atributos Divinos.
En el Séptimo Día, Dios añadió esta dimensión de tranquilidad y armonía al mundo ya que éste ya no se encontraba en un proceso de cambio. Por lo tanto estaba capacitado para compartir la serenidad de Dios y convertirse en sagrado y divino.
Así el Shabat se convirtió en el día de la eternidad, permitiendo al mundo compartir la infinidad de Dios.
De cierta forma, Dios descendió al mundo en el Shabat de la creación. Es interesante señalar que la palabra Shabat está relacionada con la palabra Sheves-habitar. En Shabat Dios hizo del mundo, Su residencia.
Por consiguiente, el Shabat trajo consigo una armonía integral entre Dios y Su mundo. En vez de seguir cambiando al universo, Dios lo armonizó consigo mismo.
El Zohar nos cuenta que el misterio del Shabat es la Unidad. En Shabat, Dios creó la armonía entre El y el universo.
Cuando un hombre cuida el Shabat, también comparte la eternidad de Dios. Entra en un estado de armonía tanto pon Dios como con el mundo y se encuentra en un estado de paz con toda la creación.
Esto explica inmediatamente porqué el concepto de paz es tan importante en el Shabat. Uno de los saludos más comunes en Shabat es Shabat Shalom/Shabat de Paz, ya que la idea principal del Shabat es la paz, no solamente la paz entre el hombre y sus semejantes, sino la paz entre el hombre y toda la creación.

El Ser un Hombre

Esto también nos da una visión más profunda sobre como el Shabat nos hace recordar el éxodo. Ambos simbolizan la libertad.
Durante toda la semanas el hombre carece de cierta libertad. Está limitado por el mundo material y es un esclavo de sus presiones. Puede mostrar su dominio sobre la naturaleza al tomar el pan de la tierra; sin embargo esto también es parte de la maldición (Gen. 3:19) «Con el sudor de tu rostro comerás el pan». El acto del hombre para imponer su soberanía sobre la naturaleza lo hace un esclavo de ella.
El hombre se libera de su esclavitud durante el Shabat. Puede vivir en armonía con su mundo y no necesita seguir luchando contra él.
A lo largo de la semana, el hombre necesita dominar el mundo. Generalmente la persona está definida por su ocupación: puede ser plomero, enfermera, albañil, escritor o ama de casa. La ocupación del hombre es, de hecho la forma en que ejerce su dominio sobre la naturaleza; pero de cierta forma, su más básica humanidad se oculta baja se ocupación..
Todo esto sufre un cambio durante el Shabat. Cada hombre se convierte en un rey que gobierna su propio destino. Ya no se define por su ocupación. Es un hombre, en toda la extensión de la palabra.
Durante el Shabat usted puede ser un hombre…
Puede usted también ser un judío…
Durante el Shabat, más que nunca, el judío puede vivir como judío al separarse de todas las demás cosas del mundo y volverse hacia Dios. Mira a través de la ventana de la eternidad y siente la cercanía de Dios.
El ritual principal del Shabat es la no acción y por lo tanto uno cuida el shabat no haciendo nada. Mientras uno se abstenga de realizar las categorías definidas como trabajo, está cumpliendo, de hecho, la Mitzvá de cuidar el Shabat.
Uno puede entonces cumplir con la Mitzvá de respetar el Shabat cada segundo del día, aún cuando esté durmiendo. E1 Shabat es único en este aspecto, ya que le da a la persona la oportunidad de sumergirse totalmente en la mitzvá por día completo, sin ningún esfuerzo positivo de su parte.
El aspecto único del Shabat es el hecho de que a través de él se puede participar de Dios sin realizar esfuerzo alguno.
Todo lo que tenemos que hacer, es dejar de trabajar y Dios hace el resto.
En cierta forma, esto es a lo que se refiere la Torá, cuando nos dice (Exc:31.13):

«Vosotros guardaréis mis días de reposo… para que sepaís que yo soy el Señor, Quien santifica». En cualquier otra ocasión, uno debe esforzarse por santificarse cumpliendo las Mitzvot; pero en Shabat uno sólo debe abstenerse de cualquier trabajo y Dios santifica a la persona.
El Midrash nos dice que todos los días de la semana fueron apareados excepto el Shabat. El Domingo era pareja del lunes, Martes del Miércoles y Jueves del Viernes. Unicamente el Shabat se quedó sin pareja. Cuando el Shabat se quejo de esto, Dios proclamó que el pueblo judío sería su pareja.

Cuando Todo Sea Shabat

La gran esperanza del pueblo judío es la era Mesiánica, a la cual seguirá una época de armonía universal. Será una época en la que el hombre aprenderá a vivir en paz, tanto con sus semejantes como con la naturaleza. Marcará el final de toda guerra, injusticia y explotación.
En el Talmud la era Mesiánica es conocida corno «Yom Shekuló Shabat», el día en que todo será Shabat.
Tal como se describe en la Biblia (Mija 4:4): «Y se sentará cada uno bajo su vid y debajo de su higuera, y no habrá quien los amedrente».
La llegada del Mesías anunciará la más grande revolución dentro de la historia de la humanidad. Caracterizará el triunfo final del hombre sobre la maldad.
Uno de los mayores problemas que ocurren en las revoluciones es que generalmente fracasan. El nuevo régimen es casi siempre tan corrupto como el anterior. Los revolucionarios saben qué es lo que quieren destruir, pero por lo regular, no tienen una mínima idea de cómo reemplazar lo destruido. Casi nunca tienen la oportunidad de experimentar realmente el nuevo orden. Cuando finalmente se apoderan del poder, están sumamente ocupados con los detalles administrativos.
Shabat es un preparativo para la revolución.
Cada Shabat, vivimos un momento del mundo venidero -de la paz y armonía de la Era Mesiánica. El judío que cuida Shabat, conoce el significado de la armonía y tranquilidad verdadera. Sabe como
aprovechar el Shabat y elevarse con él.
Así, cuando se presente la revolución Mesiánica estará preparado para recibirla. El respetar el Shabat, lo preparará para el Día en que todo sea Shabat.
El Shabat nos concientiza sobre nuestra meta final en la vida. Es muy fácil caer en lo mundano. Sin embargo el Shabat nos recuerda constantemente que existe una realidad superior.
El Shabat nos enseña a planificar el futuro. Todo alimento que se consume en Shabat debe ser preparado de antemano. Lo mismo se aplica para la Eternidad. Cuando nos referimos a la Recompensa Futura, el Talmud dice: «Aquel que prepara el Viernes, comerá en Shabat».
Cada vez que nos preparamos para Shabat, también nos recordamos de la preparación para el Mundo cuando todo Sea Shabat. Recordamos que nuestra estancia en este mundo es solamente una preparación para algo más elevado.
La Torá llama al Shabat una «señal eterna» (Ex.- 31:17). El autor del «Reshit Jojmá», escribe que esto significa que es una «señal de la Eternidad». En Shabat, la puerta se entreabre y vemos una chispa de lo Eterno. Sentimos la brisa que sopla desde el mundo venidero, Cuando Todo Sea Shabat. El sentir el Shabat, es una señal del Futuro, cuando el hombre y Dios estarán en completa armonía.
El Cuarto Mandamiento nos dice: «Recuerda el Shabat». Recuerda…

 

Rab Aryeh Kaplan

1 comentario
  1. Gladys Garcia

    Ahora entiendo mejor ,lo que significa el descanso durante el Shabbat. Es un descanso en armonia con todo, dentro y fuera del ser.

    28/01/2017 a las 08:29

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