Continúe Pidiendo [Beneficios de la plegaria]
Extraído de camino a la grandeza. Editorial Perspectivas
No ponga todos sus «ruegos» en un solo «pide-por-esto». Al pedirle algo a Hashem en forma repetida, eventualmente aprende a ser sincero en lo que dice.
Esta lección también puede ser incluida en nuestro versículo original: «Abre ampliamente tu boca», no sólo una vez, sino continúe abriéndola con plegarias a Hashem.
Los «no» de Hashem tal vez sean meramente un «no estás preparado para eso aún». Itzjak y Rivka rezaron por hijos durante veinte años (Bereshit 25:21; ver The Beginning, pág.396). Esto significa que le suplicaron a Hashem con fervientes plegarias, lágrimas y protestas en todo momento. Se dedicaron a expresar extensas y enérgicas plegarias que sirvieron como un continuo programa de entrenamiento en conciencia y devoción hacia Hashem.
Un escritor, cuyo libro fue rechazado por veintiséis editores, escribió que cada vez solía llamar para saber cuál era el problema y cómo podía mejorar sus probabilidades. Luego hacía los cambios sugeridos que ellos le señalaban. Comenzó a anhelar los rechazos a fin de perfeccionar su trabajo. De ese modo, el editor número veintisiete que compró la obra, recibió un manuscrito que había sacado provecho del consejo de veintiséis profesionales.
Prioridades
Imagínese si recibiéramos desde el Banco del Cielo un cheque en blanco firmado y se nos instara a llenarlo por el monto que eligiéramos.
Hacia el comienzo de la carrera del Rey Salomón, Hashem le hizo una oferta semejante:
Pídeme lo que quieras que te dé.
(Melajim I 3:5)
Salomón pudo haber pedido longevidad, riqueza o poder (ver Melajim I 3:11), mas eligió un corazón inteligente y comprensivo.
Sin embargo, este episodio tuvo un resultado sorprendente. La respuesta de Hashem incluyó lo siguiente:
Y también aquello que no pediste Yo te concedo: riqueza y poder…
(Ibíd. 3:13)
El ofrecimiento de Hashem a Salomón evoca el ofrecimiento en Tehilim: «Abre ampliamente tu boca y Yo la llenaré». Con los sorprendentes resultados para el Rey Salomón, podemos comprender mejor nuestro versículo. Rashi interpreta que «Abre ampliamente tu boca» significa: «Pídeme todo lo que tu corazón desee».
«Y Yo la llenaré» – satisfaré cada uno de tus pedidos. Rashi parece ignorar la guemará (Berajot 50a) que explica que el versículo se refiere sólo a asuntos de Torá. El Targum, sin embargo, resuelve este interrogante: «Abre ampliamente tu boca con palabras de Torá y Yo la llenaré con todo lo bueno».
El concepto aquí puede ser el mismo que con el Rey Salomón. Cuando usted pide las cosas adecuadas, merece mucho más. Al pedir por Torá, también recibe aquello que le posibilitará estudiar Torá. Consigue el paquete entero de ofertas.
Tal vez no logre lo que pidió, ¡puede que logre mucho más!
Beneficios de la Plegaria
1) Usted eleva su status. El Talmud (de acuerdo a Rav, Bavá Kamá 3b) define al hombre como «mavé», el que reza. El arte de la plegaria es lo que distingue a la persona más que cualquier otro empeño. Los animales pueden pelear, construir casas o vivir en comunidades como las personas, pero dirigirse al Creador del universo y hablarle en primera persona, por así decirlo, es algo que sólo las personas pueden hacer (Alé Shur, pág. 27).
2) Desarrolla su cualidad de jésed. Concentrarse en la plegaria está incluido en la cualidad de guemilut jasadim porque desarrolla el néfesh (Rashi, Shabat 127b).
3) Desarrolla una profunda conciencia. El Rambán (Shemot 3:13) declara: ¡La prueba más grande de que Hashem se encuentra con nosotros todo el tiempo es que él responde los pedidos de nuestras plegarias en todo momento!
Para estimular la plegaria,º envía, incluso, infortunios sobre la gente con el fin de que recen más. Pero no todos son dignos de estas promociones especiales, sólo los íntegros.
El Talmud (Ievamot 64a) relata: ¿Por qué nuestros antepasados tuvieron dificultades para tener hijos? Porque Hashem desea las plegarias de los justos.
Cada rezo es una oportunidad para darnos cuenta de que estamos en presencia de Hashem. Cuando le hablamos a Hashem con urgencia y nos dirigimos hacia él con el «Tú» directo, como nuestras plegarias lo requieren, y nos ponemos de pie frente a él y nos inclinamos ante él, aprendemos a experimentar la sensación de hablar con Hashem.
Los ojos de todos [los seres vivientes] en Ti esperan, y Tú les provees a tiempo su alimento.
(Tehilim 145:15)
¿Por qué Hashem no dispuso el mundo de modo tal que pudiéramos encontrar grandes provisiones de alimento tal como encontramos minerales? ¿Por qué siempre necesitamos plantar y cultivar el alimento?
Este sistema ayuda aun a los ricos a implorarle constantemente a Hashem por nuevas provisiones de alimentos a fin de tenerlo a él siempre presente.
Moshe Goldberger