Comprendiendo las Plegarias de Minjá
(Selección extraída del libro «Mi Plegaria II», por Nissan Mindel, ©Editorial Kehot Lubavitch Sudamericana)
Como cada plegaria de Minjá durante el año, es costumbre decir primero Ketoret. Estos son los capítulos de la Torá que tratan del sacrificio diario (un cordero por la mañana y un cordero por la tarde con las ofrendas de incienso 2 (ketoret), también dos veces al día. A estos se agregan secciones del Talmud que tratan los mismos temas, y la plegaria de Rabí Nejunia ben Hakane (ana bekoaj). Todo esto y más se dice también por la mañana.
La plegaria de Minjá para Shabat consiste de tres partes principales:
Primero está la plegaria (o salmo) de Ashrei, seguido por Uvá letzión y el Medio Kadish. Luego está la Lectura de la Torá. Se dice el Medio Kadish nuevamente antes de comenzar con la Amidá silenciosa, que es repetida en voz alta por el Jazán. La repetición es seguida por el Kadish completo (con titkabél) y Aleinu,Ashrei, Shemoné Esré (en la mayoría de los días de semana también Tajanún) y Aleinu se dicen en Minjá de días de semana. En la plegaria matutina en los días de semana se dice Uva letzión, y por eso es que no se dice durante Minjá. Pero en Shabat (y en Iom Tov) no decimos Uvá letzión por la mañana, de modo que lo decimos durante Minjá.
Uno de los motivos por los cuales no decimos Uvá letzión durante la Plegaria Matutina de Shabat y de Iom Tov, y lo dejamos para Minjá, es que las plegarias matutinas durante estos días son lo suficientemente largas.
La lectura de la Torá durante Minjá de Shabat es tomada de la primera parte de la Sidrá Semanal a leerse en la mañana del Shabat siguiente.
La plegaria central la Amidá es Atá Ejad.
Atá Ejad
Atá Ejad –«Tú eres Uno»- es, en cierto sentido, la conclusión de las plegarias centrales de las Amidot anteriores del Shabat: Atá kidashtá – el viernes a la noche; Ismaj Moshé – en la mañana del Shabat, y tikánta Shabat de la plegaria de Musaf. Abudraham, el famoso comentarista del Sidur, ha observado que en todas estas plegarias tenemos un tema común: el de la relación entre la novia y el novio. Por lo tanto, la plegaria Ata kidashta simboliza Kidushín – el compromiso; Ismaj Moshe – la alegría del novio con su novia; y Ata Ejad – simbolizando la unión amorosa y eterna entre nuestro pueblo, el Shabat y
Di-s, siendo cada uno de los tres «uno» y único, y los tres unidos en uno. Por este motivo, y otros, como explica el Zohar, la plegaria de Minja de Shabat es un et ratzon – un momento de favor Divino especial. Como decimos instantes antes de sacar la Torá, «Pero en cuanto a mí, mi plegaria es hacia Ti, Di-s, en un momento favorable; Di-s, en tu abundante bondad, respóndeme con tu verdadera salvación». La importancia de este versículo se torna aún más clara cuando se lo considera a la luz del versículo anterior en el salmo previamente mencionado. Allí, el Rey David, el Dulce Cantor de Israel, habla de los borrachos y enemigos de nuestro pueblo que están sentados en los portales hablando mal de los judíos. El contraste entre los burlones en la calle y el pueblo sagrado orando en la Sinagoga, habla por sí mismo.
Atá Ejad – «Tú eres Uno y Tu Nombre es Uno, y ¿quién es como Tu pueblo, como Israel, la nación única en la tierra?»
Esta es una frase muy significativa. Nos recuerda la conocida frase, mencionada frecuentemente en el Sidur y que es también la frase final del Aleinu – «Y Di-s será Rey sobre toda la tierra, ese día Di-s será Uno y Su Nombre Uno» El profeta Zejaria habla de «Ese Día» – el día en que vendrá el Mashíaj y la Gloria de Di-s se revelará a todos, y toda la gente reconocerá el Reinado de Di-s en la tierra. En ese momento toda la gente reconocerá que sólo hay un Di-s, el Creador. Entretanto, sin embargo, diversas personas idolatran dioses diferentes, de nombres diferentes; algunas personas hasta piensan que la Naturaleza es un «dios» por sí mismo. Pero en verdad sólo hay un Di-s, como nosotros, los judíos proclamamos en el Shemá («oye, Israel, el Señor es nuestro Di-s, el Señor es Uno»). Y durante la Minjá de Shabat, cuando nos llegamos tan cerca a Di-s que podemos decirle «Tú», declaramos, nuevamente, aquí y ahora (lo que otra gente verá sólo después – en «Ese Día») que «Tú eres Uno y Tu Nombre es Uno».
Como nosotros somos el único pueblo y la única nación del mundo que ha declarado la «unidad» absoluta de Di-s, también somos uno y especial – «una nación única en la tierra» . La palabra baaretz («en la tierra»), también es significativa, ya que mientras estamos en esta tierra y enfrascados en cosas «terrenales», somos especiales, porque reconocemos que el santo día de descanso que Di-s nos ha dado es «un adorno de grandeza y una corona de salvación».
Cuando nos acercamos más a Di-s por medio de la plegaria y el estudio de la Torá, el Shabat es para nosotros
un descanso de amor y generosidad, un descanso de verdad y fidelidad, un descanso de paz, serenidad y seguridad, un descanso perfecto en el cual Tú encuentras favor.
La plegaria de Atá Ejad concluye con las palabras:
Que Tus hijos reconozcan y sepan que su descanso es de Ti y que con su descanso santifican Tu Nombre.
Porque el Shabat llega regularmente una vez por semana, la gente tiende a darlo por sentado. Es
necesario reconocer y saber que el Shabat viene de Di-s, y qué es lo que significa para nuestro pueblo como un todo, y para cada judío individualmente: nuestra vida misma, nuestra paz y seguridad. Cuando el judío se da cuenta de lo que el Shabat significa para él y sus hijos, está dispuesto, a hacer sacrificios por el Shabat.
Nissan Mindel